Luque salió libre y reiteró su inocencia
Tras cumplir los dos tercios de la condena por violación y homicidio, prometió que mañana, en una conferencia, responderá preguntas
SAN FERNANDO DEL VALLE DE CATAMARCA.- Al igual que antes del juicio en el que terminó condenado a 21 años de prisión por la violación seguida de muerte de María Soledad Morales, Guillermo Luque insistió ayer al mediodía en que nada tiene que ver con el crimen que, en septiembre de 1990, hizo temblar los cimientos de la sociedad y la vida política de esta provincia.
Pero, esta vez, su afirmación de que "aquí hubo un inocente preso" tenía un significado muy especial: salió de su boca en el preciso instante en que ganaba la calle como un hombre libre, tras haber cumplido formalmente dos tercios de esa condena con excelente conducta, lo que le permitió acceder al beneficio legal de la libertad condicional, que ayer mismo le concedió la jueza de ejecución penal Alicia Cabanillas.
Anoche, el hijo del ex diputado nacional Angel Luque pernoctó, ya en libertad, en la casa de su hermana, a quien había buscado infructuosamente a la salida de los tribunales. La mujer vive en el centro de esta ciudad y su casa fue el lugar de residencia fijado para el período de libertad condicional.
La anterior había sido su última noche en la Granja, el sitio del servicio penitenciario local, distante unos 4 kilómetros de la ciudad capital, donde purgaba la condena que le fue impuesta a fines de febrero de 1998, un establecimiento carcelario reservado a los presos de buena conducta. A lo largo de estos 12 años (los 14 de los dos tercios de la pena cumplida se completan con los períodos que pasó en prisión preventiva durante la instrucción de la causa), Luque se ajustó a las normas del penal y no infringió ninguna regla, a tal punto que no tuvo en su legajo siquiera un llamado de atención.
Reencuentro con los afectos
Guillermo Luque recibió personalmente la notificación en los tribunales catamarqueños, adonde concurrió acompañado sólo por su abogado defensor y ex cuñado, Oscar Romero, en cuyo estudio trabaja desde 2003, cuando le fue concedido el permiso de salida laboral. Ese mismo año cumplió formalmente su condena a nueve años de prisión Luis Tula, el otro condenado que tuvo el caso Morales.
Luque goza desde hace dos años del beneficio de la salida laboral. Trabaja en el estudio jurídico de su ex cuñado y actual abogado, Oscar Romero. Para acogerse a la libertad condicional, deberá continuar con su trabajo y atenerse a ciertas normas de conducta, tales como no concurrir a lugares de dudosa moralidad, no beber en exceso ni ingerir estupefacientes. También tendrá que concurrir a firmar a los tribunales y notificar a la Justicia cada vez que salga de la provincia.
En un breve contacto con la prensa, a la salida de los tribunales, Luque prometió que mañana daría una conferencia de prensa "en la que todos podrán preguntar", según anunció. En ese contacto con los periodistas locales, el primero después de todos estos años en la cárcel, aseguró que lo primero que necesitaba hacer era reencontrarse con su familia.
"Déjenme encontrarme con mis afectos, con mi familia, con mi gente querida; yo prometo a todos que en dos días [por mañana] vamos a tener una conferencia para todos y allí van a poder preguntar lo que quieran", dijo. En la puerta de los tribunales sólo lo aguardaba la prensa. Los familiares y amigos optaron por un reencuentro en privado.
"No se olviden de que hubo un inocente preso en Catamarca, pero en la conferencia voy a hablar. Es duro, pero ya vamos a hablar. Respeten la tranquilidad", pidió.
"La mató él"
La monja Martha Pelloni, que era directora del Colegio del Carmen y San José, al que iba María Soledad, y que actualmente reside en Corrientes, opinó: "No tengo dudas de que a María Soledad la mató Guillermo Luque en una orgía con sus amigos, donde la emborracharon y la violaron; donde la chica falleció por un golpe y la quisieron reanimar, pero igual se les murió".
La religiosa se hizo conocida tras el crimen, al tomar como propio el clamor de justicia por el asesinato de María Soledad y, a la par de Ada y Elías Morales, encabezar las llamadas marchas del silencio para reclamar el esclarecimiento del crimen que conmocionó a Catamarca y representó la caída de la dinastía de los Saadi en el gobierno provincial. "Como religiosa, no tengo rencor, y con la ley hay que cumplir, pero me hubiese gustado que Luque estuviera los 21 años en la cárcel", sostuvo.
Además, Pelloni insistió en que, según su visión, Luque no fue el único culpable de la violación seguida de muerte de la estudiante de 17 años, sino que "había otra gente que, con la ayuda del poder, logró zafar".