Lucía Baldomir, editora digital de El País de Montevideo: "En Uruguay se hizo cuarentena estricta, pero sin necesidad de decretarla"
En 2018, el diario El País de Montevideo celebró sus primeros 100 años de vida en medio de la transformación digital que cambió el panorama de la industria en todo el mundo. Lucía Baldomir Regules, actual editora digital del periódico, lleva más de cuatro años al frente de la plataforma online después de una extensa trayectoria en las secciones Información Nacional y Economía, y en la corresponsalía de la agencia Bloomberg.
En diálogo con LA NACION para la serie "Coronavirus y medios", la periodista describe el caso de éxito uruguayo en la lucha contra la pandemia, comparte, con generosidad, algunos de los contenidos digitales que le llamaron la atención en este momento de hiperacción para los medios y enumera algunas razones por las que los usuarios eligen las grandes marcas informativas en contextos de crisis.
- ¿Cuáles son las razones por las que Uruguay es uno de los 43 países del mundo que le están ganando al virus?
- No tenemos un Dios aparte, eso seguro. Creo que hay varios factores característicos del uruguayo y del país que ayudaron. Por un lado, los focos iniciales se dieron en una población que podía cumplir con una cuarentena voluntaria con los medios para el trabajo remoto y posibilidad de acatar el distanciamiento. Eso se sumó a que el mismo día de conocerse los casos, el gobierno tomó medidas rápidas de suspensión de eventos, cierre de centros turísticos y cierre de fronteras. Un día más tarde suspendió todas las clases y estableció que si tenías síntomas recurrieras a los servicios de médicos a domicilio evitando así saturaciones y posibles contagios en el sistema primario de salud. Somos pocos y creo que los uruguayos, viendo las noticias de lo que venía pasando en el mundo se dieron cuenta que el mejor camino no era alardear de la viveza criolla y siguieron las exhortaciones del gobierno, lo que permitió una evolución más a cuenta gotas y lejos del crecimiento exponencial que se vio en varios países.
- Algunos consideran que los asesores elegidos por el presidente Lacalle Pou son la clave de las buenas decisiones, ¿es así?
- No podría decir ni que sí ni que no. Sin duda los tres referentes del grupo asesor científico son reconocidos mundialmente en sus profesiones y además destaco especialmente la capacidad para comunicar que han tenido. El bioquímico Rafael Radi, en la última conferencia oficial que dio podría haber hablado de tasas y cifras que demostraran que la pandemia estaba en un "relativo control". Sin embargo, usó una metáfora futbolera para dirigirse a la población. "Esto es como estar jugando un partido en La Paz a 4.000 metros de altura y estamos aguantando el 0 a 0. Estamos bastante contentos, pero nos pueden golear en tres minutos", dijo antes de pedir que no se afloje con las medidas. En salud, especialmente, cuando los temas son tan complejos creo que fue buena esa cuota de simplicidad en los mensajes para que lleguen a todas las personas.
Somos pocos y creo que los uruguayos, viendo las noticias de lo que venía pasando en el mundo se dieron cuenta que el mejor camino no era alardear de la viveza criolla y siguieron las exhortaciones del gobierno
- ¿Cómo se están organizando en El País para cubrir la pandemia sin poner en riesgo la salud del staff de Redacción?
- En El País el trabajo pasó a ser remoto en todas las áreas con reuniones online, un WhatsApp que se convirtió en decenas de grupos de coordinación de distintos aspectos y el mínimo equipo imprescindible en la empresa, que en algunos casos fue rotando cada 15 días. En redacción el 75 por ciento de los periodistas trabajaron desde sus casas. Con el equipo que quedó en la redacción buscamos potenciar el periodismo en vivo con la transmisión de las conferencias y los principales anuncios a la hora que fuere en el lugar que se diere. Especialmente en tiempos de crisis sanitaria lo urgente es informar las últimas novedades y el objetivo fue potenciar el equipo que estaba en el lugar de los hechos con todo el respaldo y apoyo del grupo de periodistas que estaba desde las casas.
- ¿Por qué Uruguay eligió un modelo flexible de cuarentena en lugar del modelo total aplicado por la Argentina?
- El gobierno nunca se vio en la necesidad de exigir la cuarentena obligatoria porque la población entendió desde un principio que era importante el distanciamiento social y lo mejor era, en lo posible, quedarse en casa. Entonces, en los hechos, la gente hizo la cuarentena estricta, pero sin necesidad de que se decretara. Tampoco el gobierno se encontró con explosiones de casos en varios lados a la vez, que no tenía cómo controlar. El presidente Luis Lacalle Pou ha planteado que fue además una decisión personal el no definir una cuarentena obligatoria porque eso implicaría que una persona podría cometer el delito de desacato y llegar a ir presa y eso incluía, según dijo, "al uruguayo que intenta hacer el peso para la olla".
- ¿Cuáles son los contenidos de El País que mejor están conectando con las audiencias en esta crisis sanitaria?
- En un comienzo fueron los contenidos prácticos que respondían al cómo me impacta a mí esto. Siempre el contenido científico, la opinión de los expertos y los análisis sobre las proyecciones, ya sea cuándo sería el pico o cómo sería el día D, tuvieron un fuerte tráfico. Por otra parte, intensificamos la apuesta en el periodismo de soluciones y mediante explainers digerimos respuestas a problemas o dudas cotidianas que las personas estaban teniendo en determinado momento y buscaban en internet o conversaban en las redes sociales. El haber empezado todo en otros países mucho antes permitió ir anticipándonos y, por ejemplo, apenas se anunciaron los casos en Uruguay lanzamos un chatbot que contestaba las preguntas más básicas. También hicimos entrevistas diarias online a través de las redes sociales para llevar un poco de entretenimiento a nuestra audiencia y logramos picos de visualizaciones. En ese sentido creo que la conexión de la audiencia con los productos en vivo se intensificó mucho y es algo que prevemos mantener. Y más allá de estos productos desde que se detectaron los primeros casos lanzamos un nuevo newsletter de autor llamado "Coronavirus, lo último" que se envía todas las noches y ha tenido más de 123.000 lectores diarios. La audiencia detecta claramente cuando hay un mix de calidad periodística con información relevante y lo refleja en el consumo. También creo que los medios que habíamos innovado con algunos recursos antes del coronavirus mostramos un músculo más aceitado para reaccionar rápido con productos de primer nivel a un evento grande como la pandemia.
El presidente Lacalle Pou ha planteado que fue además una decisión personal el no definir una cuarentena obligatoria porque eso implicaría que una persona podría cometer el delito de desacato y llegar a ir presa y eso incluía, según dijo, "al uruguayo que intenta hacer el peso para la olla"
- ¿Han tenido casos en la Redacción, la compañía o la planta impresora? ¿Cómo lo han manejado?
- En El País afortunadamente no ha habido casos de contagios de coronavirus. Desde un principio se adoptó un plan de trabajo remoto y una mínima estructura en la planta y la redacción. Además, para quienes concurrían a la oficina se crearon protocolos que incluyeron desinfección de espacios, provisión de alcohol en gel, tapabocas y suspensión de viajes previstos.
- ¿Cuál es el rol de un diario en las redes sociales frente a proliferación de noticias falsas?
- Actualmente el diario se posiciona en redes sociales como un lugar de certezas al que la gente recurre. Hoy proliferan las campañas de desinformación y eso es especialmente peligroso en asuntos de salud. Semanas atrás se viralizaba que comer ajo te curaba del coronavirus… Los medios se distinguen de eso porque su esencia es brindar información corroborada profesionalmente. Hace años capaz es algo que se daba como básico y con el crecimiento de las redes sociales y la desinformación se ha transformado en un valor. Creo que no importa si la información se comparte en redes o en el sitio o en un newsletter o podcast, lo que la audiencia sabe es que el medio es un lugar al que recurrir para encontrar información confiable porque cumple un método de trabajo que se basa en el chequeo y la verificación. Pero estoy convencida que es importante, incluso, resaltar cuando algo es falso porque el silencio no despeja dudas. Nosotros tenemos una sección que se llama "Las mentiras de WhatsApp" que precisamente busca eso, chequear el clásico mensaje que te reenvían sin ningún tipo de chequeo y que en la mayoría de las veces es falso, aunque se plantee que es un amigo de tu amiga o el tío de tu jefa. Y compartimos eso también en redes sociales. Hoy es clave saber técnicas de fact checking y no es privativo del periodismo, creo que es importante que el ciudadano común sepa que, por ejemplo, si le llega una foto puede subirla a Google y verificar si ya fue publicada antes o si pertenece a un lugar diferente. Y especialmente ser consciente de que si reenviás esa información contribuís a la desinformación.
Actualmente el diario se posiciona en redes sociales como un lugar de certezas al que la gente recurre
- ¿Cuál fue la historia más delicada que le tocó cubrir con su equipo en este contexto?
- Las primeras muertes por coronavirus fueron delicadas. Hubo varios problemas de información al respecto y la confirmación de los casos se hizo difícil. Creo que es importante ser primeros, pero más crucial es hacerlo bien. Hay que saber que hay personas, familias, amigos atrás de un número de fallecido y es importante respetar eso. Por eso fuimos súper cautos y creo que los lectores y suscriptores lo valoraron. A los dos meses de detectado el primer caso de coronavirus en Uruguay en el diario se hizo un especial sobre las vidas que se llevó la pandemia (https://data.elpais.com.uy/coronavirus/ ) contando un perfil de cada persona. No en todos los casos se tuvo éxito, pero en otros supimos que a una de las personas le gustaba bailar salsa, otra era la consejera de sus amigos o el abuelo que cuidaba a los nietos. Si viste la noticia con el número, te invitamos a descubrir la historia atrás de la cifra y creo que nos humanizamos un poco con eso.
- ¿Qué contenidos digitales de otros medios la sorprendieron por su propuesta innovadora?
- Los que más me impactaron fueron algunos de los desarrollos hechos por el Washington Post como el que mostró claramente el efecto de no hacer un distanciamiento social con puntos que iban rebotando o algunos que realizó el New York Times como el que mostró el movimiento de las personas y cómo no se pudo frenar la propagación del virus, o el que hicieron cuando se llegó a las 100.000 muertes que creo es mucho mejor que lo que se vio en la portada papel porque el scrolleo es interminable y deja bien clara la magnitud. Por otra parte me gustó la interacción que armó el Wall Street Journal, más que nada porque siendo un medio enfocado a lo económico creó la sección "Usted pregunta, nosotros respondemos" y se adaptó al contexto y fue directamente contestando con expertos las preguntas de salud de la gente.
- ¿De qué manera se puede lograr volver a la normalidad desde el punto de vista temático para no basar el cien por ciento de la propuesta de contenidos en el tema coronavirus?
- Creo que la vida misma nos va llevando a ir dando foco a otras cuestiones en la medida que se reabren comercios, vuelven las clases, y de alguna manera se retorna a la normalidad. En Uruguay el gobierno asumió hace 100 días y dos semanas más tarde estaba abocado a contener el coronavirus por lo que hay expectativa sobre qué medidas tomará de cara al futuro de la gestión. Además, tenemos elecciones municipales. En las últimas semanas ya hemos tenido casos judiciales o policiales con mayor atención a veces que los temas de coronavirus. Creo que el mayor desafío es mantener el interés de un público que se mostró ávido de información por un hecho puntual después que este pase. Nuestro objetivo es que los lectores descubran que siempre podemos darle información de valor para su vida, aunque no pase un fenómeno de gran magnitud.
- ¿Qué estrategia adoptaron en El País para no afectar el modelo de suscripción y qué resultados obtuvieron?
- Apuntamos a ofrecer productos que permitieran encontrar el valor de ser suscriptores a los que ya lo eran y mostrar a los que todavía no lo eran el beneficio que implicaba a nivel informativo ser miembro de la comunidad de El País, especialmente porque la información es clave para tomar decisiones, cuidarse y saber cómo actuar en tiempos de crisis. El resultado es que no solo los suscriptores encontraron valor, sino que hemos tenido tres de los mejores meses con miles de suscriptores nuevos. El desafío ahora, como te decía, es mantener la propuesta de valor en tiempos en que la demanda de información no es tan urgente. En ese sentido siempre estamos pensando productos que renueven el interés.
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