LA NACION
LA NACION sostiene que recibir información es uno de los derechos fundamentales del ser humano y que el ciudadano puede exigir que las noticias publicadas por los medios sean veraces y las opiniones, honestas y libres de presiones de cualquier sector.
Basado en su histórico Manual de estilo y ética periodística (publicado en forma de libro en 1997), LA NACION quiere compartir con sus lectores una serie de principios que le dan marco a la actividad periodística que se realiza en todas sus plataformas:
- Nuestros contenidos ofrecen concisión, un método de chequeo y un circuito de publicación veloz, sin perder precisión.
- Nos importa ser los primeros, pero más nos importa salir bien y ofrecer un material diferencial que capture la atención del lector y lo haga sentirse orgulloso de pertenecer a nuestra comunidad de suscriptores.
- Al público hay que contarle cosas nuevas, que no sepa. Ese es nuestro gran aporte en el campo de la comunicación multiplataforma.
- Lo importante va primero, la jerarquización manda. Pero lo interesante también tiene su lugar.
- No colgamos una cosa tras otra. No somos un listado cronológico. Somos un medio que cree en el valor de la jerarquización y el concepto de servicio al lector.
- No seguimos a la manada. No publicamos lo que otros publican sin chequear antes. Buscamos ser diferentes, únicos.
- Deben primar los contenidos de calidad, que preserven los valores de LA NACION.
- Lo exclusivo y lo distintivo deben aparecer destacados en todas las plataformas.
- Las firmas importan mucho.
- La vida privada de los políticos no es noticia, salvo que ellos hagan pública la información.
- Nos rige ante todo el buen gusto.
- Atribuimos siempre la información a fuentes. Las desmentidas dañan uno de nuestros máximos valores: la credibilidad.
- La credibilidad está consolidada a lo largo de nuestra historia por una conducta basada en la verificación de los datos, la consulta de más de una fuente en cada caso, la vinculación constante con los protagonistas y los agentes de los hechos y procesos de una noticia.
- No publicamos títulos en potencial, salvo en muy escasas excepciones. Somos un instrumento de validación de la información, proveedores de certezas. El lector busca en LA NACION hechos, no especulaciones.
- Tenemos honestidad para reconocer los errores y brindar el espacio correspondiente para los descargos de quienes pueden sentirse afectados por nuestra actividad.
- Detestamos los golpes de efecto: no utilizamos términos altisonantes y estridentes, que por lo general sobreofertan. Escuchamos todas las voces y nos dirigimos al lector con amabilidad y de manera directa.
- Tenemos mucho cuidado con el tratamiento de noticias sensibles como casos de suicidio, violaciones y muertes.
- Respetamos y hacemos respetar los derechos legítimos de los autores y creadores de un contenido propio o citado.
- No insinuamos en los títulos ni abusamos de las preguntas sin respuesta como un recurso fácil y previsible para generar audiencia. Ofrecemos información y hechos concretos, que llevan el atributo de confiabilidad que nos caracteriza.
- Nos orientamos por la información que los lectores nos proveen en su consumo diario y utilizamos las métricas de una manera proactiva, inteligente y creativa.
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