Los tres cambios en la dinámica de las vacaciones que marcaron a esta temporada de verano en la costa
Pese a un mal comienzo respecto de veranos anteriores, la impresión que deja la temporada es optimista al hacer un balance
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MAR DEL PLATA.– Los casi 1700 vehículos que en sentido a Capital Federal circulaban a media mañana de hoy por las rutas que comunican a la costa atlántica con el área metropolitana marcaban el principio del fin no solo de este fin de semana largo, que tuvo muy buen rendimiento, sino de la temporada de verano a la que todavía le queda resto pero sin dudas se empieza a despedir del pico de movimiento turístico.
Este cierre anticipado, con feriados de Carnaval que este año se mudaron a los primeros días de febrero, deja impresión optimista a la hora de hacer balance. Quizá más en sensaciones que en los propios números finales. Esta primera escapada XXL del año tendrá estadísticas oficiales en las próximas horas pero es fija que se confirmará como el mejor momento o, sin dudas, uno de los dos con mayor cantidad de arribos de este verano, junto al anteúltimo fin de semana de enero.
Será, con esas cifras positivas como las que se prevén, un elemento más para inclinar la balanza hacia la conformidad de prestadores de servicios que sufrieron con un arranque de año complicado, con poca gente y mal tiempo. Luego se recuperaron con una muy buena segunda quincena de enero y abundante sol. Y tienen desde el viernes último otro impulso fuerte, en algunos casos apenas suficiente para ayudar a cubrir costos, en otros por fin para hacer alguna diferencia.
Es que no solo hubo menos gente que hace un año. El común denominador, sin distinción de dónde se pregunte, es que los viajeros vinieron por menos días y, por sobre todo, se comportaron muy moderados y cuidadosos a la hora del gasto. Un informe fresco de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) asegura que durante los primeros 46 días de verano “hubo 16,8% menos de turistas” que en mismo período de 2023.
Aun así la sensación que queda aquí y en mayoría de los destinos de playa de esta costa atlántica y salvo alguna excepción, es de tibia o forzada satisfacción. Los números están en todos los casos por debajo de lo que se vivió hace un año, con un verano excepcional. Pero lo logrado se valora por un contexto económico y social que hace dos meses solo exhibía en el horizonte una enorme incertidumbre y, por qué no, hasta el temor a un rotundo fracaso.
“Siempre esperamos más, pero si tenemos en cuenta las condiciones en que encaramos la temporada y la situación económica del país podemos decir que fue buena”, afirmó a LA NACION el presidente de la Asociación Empresaria Hotelera de Pinamar, Juan Ignacio Serra.
Sobre la segunda mitad de enero el sector superó el 90% de ocupación, situación que se volvió a repetir sobre este cierre de quincena de febrero. “Cerramos con un 91% de ocupación este fin de semana de Carnaval, que para nosotros fue el más fuerte de la temporada”, aseguró sobre lo que calificó como “un muy buen número”.
Silvia Melgarejo, al frente de Constructora del Bosque, pintó un panorama similar en Cariló. “Fue mejorando la ocupación sobre la marcha y llegamos a este fin de semana largo con casas ocupadas por inquilinos y propietarios al 70 % y hoteleras al 100%”, confirmó, también satisfecha frente al escenario adverso.
Comienzo adverso
Hay que recordar que enero comenzó con playas pobres de gente y, a la par, condiciones de tiempo bastante adversas. Fue esa primera quincena el peor momento y el que dejó escuchar mayor cantidad de quejas, mientras desde las playas más exclusivas de la zona se veía el gran momento de su competencia del otro lado del Río de la Plata, Punta del Este, colmada por argentinos.
Sobre la segunda mitad de enero comenzó la recuperación. Es siempre aquí el período con mayor demanda y esta vez fue aún más sobresaliente frente al traspié del arranque. Creció la ocupación hotelera y de propiedades. Y la grilla de espectáculos, en especial la que apuntaba al público joven, contribuyó a más arribos y mejor consumo. En especial en el rubro nocturnidad, que en Mar del Plata también sufrió el impacto de merma pero aun así es uno de los pocos ganadores de este verano.
El otro sector que tuvo un rendimiento por encima de lo esperado fue el teatro. El circuito comercial apostó a fijar valores de boletería que no tuvieron modificaciones. La entrada a un teatro se fijó en noviembre y aún hoy se paga entre 8000 y 12.000 pesos. El resultado fue un 30% más de tickets vendidos con respecto al último verano y, en términos generales, rendimientos superiores a otras plazas fuertes de la actividad como Buenos Aires y Villa Carlos Paz.
El extremo de disconformidad asoma por Villa Gesell. El presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Afines, Jorge Cocco, calificó esta temporada como “la peor de la historia” de este distrito. “Hemos estado mejor en pandemia”, aseguró al repasar lo vivido en estos últimos 45 días, de los que rescató un muy buen resultado de estos feriados de Carnaval y la mejoría que se logró durante la segunda quincena de enero. “Todo esto es producto de la situación económica del país”, dijo a LA NACION.
En este sentido marcó claras diferencias entre en rendimiento que logró la ciudad de Villa Gesell, por debajo de las expectativas, y otras localidades del sur del municipio como Mar de las Pampas, donde lograron un promedio por encima del 90% de ocupación.
El tiempo fue una de las variables que incidió sobre la dinámica y también los resultados de esta temporada. Fue pésimo en los primeros días del año y fenomenal desde la segunda mitad de enero. Significó no solo buena ocupación en alojamiento, que en muchos casos estaba asegurada por reservas anticipadas, sino que fue el alivio para todos los negocios de playa. Desde el alquiler de sombra hasta la gastronomía y otros servicios.
Para Mar del Plata en particular este fin de semana tuvo un valor adicional: se celebraba el 150° aniversario de la ciudad y se montó una serie de espectáculos a cielo abierto. A pesar de algunos inconvenientes con las lluvias y cambios de fecha y horarios, los shows se hicieron y tendrán continuidad hasta esta noche de martes, siempre con decenas de miles de personas frente al escenario de Las Toscas.
La segunda mitad de febrero, esta vez ya sin feriados que la potencien, apenas tiene entre 30 y 40% de ocupación asegurada. El dato más atractivo es que, frente a este escenario, encima con el inicio de ciclo lectivo a la vuelva de la esquina, es casi un hecho que comenzarán a aparecer para este período promociones con fuertes descuentos o bonificaciones.
Con buenos precios y un poco de apoyo de buen tiempo confían en que, al menos durante algunos de los fines de semana que quedan por delante, el cierre de este mes pueda ser con algo más de vida y, por sobre todo, buena cantidad de turistas en las playas.
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