Los paradisíacos atardeceres en Punta del Este
Las playas uruguayas ofrecen un escenario inmejorable para contemplar la caída del sol detrás del mar; mirá las postales de este verano
La puesta del sol en Punta del Este es única y casi mística. Mantiene embelesados a sus espectadores con un magnetismo incomparable gracias a una disposición privilegiada que permite ver cómo el sol se hunde en el mar. La caída es lenta, suave, delicada. Como una pintura en movimiento.
Como invocados por un llamado ancestral, los veraneantes y locales emigran hacia "La Mansa" todas las tardes. Todas. Porque si llueve es igualmente imperdible. Y el ritual también: guitarras, mate, sillitas se instalan cerca del puerto a admirar.
Más lejos, en Bikini Beach de Manantiales, el atardecer es distinto, pero igualmente encantador: no se ve cómo el sol cae en el agua porque la península se interpone entre los ojos y la línea del horizonte. Pero el cielo se ve multicolor, y las siluetas de los edificios ofrecen una postal diferente del ocaso.
Veraneantes y locales se deslumbran ante la caída del sol, un instante convocante todas las tardes y que marca un punto de encuentro en las arenas esteñas.
De hecho, este verano como nunca, la movida se organizó alrededor de los atardeceres. Fue el momento del día elegido para fiestas y eventos de marcas.