El país que se vuelve a posicionar como un imán para los jóvenes argentinos que quieren emigrar
Después de dos años, Australia le pondrá fin a las restricciones este mes; cuáles son las nuevas facilidades que otorga a los estudiantes internacionales
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Luego de dos años de fronteras completamente cerradas por la pandemia de coronavirus, el Gobierno de Australia se prepara para volver a recibir al enorme grupo de argentinos que cada año visitan el país como turistas, trabajadores temporales o estudiantes. Una serie de anuncios que se hicieron en las últimas semanas entusiasmaron a muchos y volvieron a despertar las decenas de grupos de Facebook y chats de WhatsApp que nuclean a “los argentinos en Australia”.
En noviembre se anunció que los estudiantes internacionales ya eran bienvenidos. Luego se supo que quienes apliquen para visas de Work & Holiday y lleguen al país entre el 19 de enero y el 19 de abril pueden recibir un reembolso por el costo de la visa (unos 630 dólares australianos, lo que equivale a 453 US$). Esta misma ventaja aplica para quienes vayan a estudiar.
Es el caso de Delfina Pons, una arquitecta mendocina de 24 años, que hoy parte para Sydney. Ella va a cursar un máster de “Construction Manager” en la Universidad de Melbourne para especializarse en el área de administración y gestión de obra. Antes de partir, aplicó a tres universidades australianas.
“Realmente te hacen sentir bienvenido. Me postulé a tres universidades y gané becas en todas. Terminé eligiendo la Universidad de Melbourne que es la que está mejor rankeada internacionalmente. Pero también me permiten ir con un acompañante, mi novio, a quien le dan visa de trabajo para que me pueda mantener económicamente mientras yo estudio. Yo puedo trabajar para pagar la universidad, y él puede hacerlo para costear la comida y los gastos”, explica.
En el último tiempo, el Gobierno de Australia amplió de cuatro a ocho la cantidad de horas diarias que pueden trabajar quienes cursan estudios, que ahora pueden elegir trabajos full time. Ese beneficio no tienta tanto a Delfina como la posibilidad de permanencia posterior, en la que confía podrá recuperar la inversión de dinero que implica el máster. “Creo que todos vamos en busca de más calidad de vida. Como arquitecta y trabajando acá, me cuesta imaginar que podría construirme mi propia casa”, reflexiona.
Según las cifras de Austrade, la Comisión de Comercio e Inversión del Gobierno australiano, el 86 % de los graduados obtiene empleo en los cuatro meses posteriores a la graduación, con un salario inicial promedio AUD 61.000 anuales (unos 43.600 dólares estadounidenses).
En el caso de los graduados de posgrado, el 96.1 % consigue empleos con salarios que promedian los AUD 83.300 anuales (unos 59.600 dólares estadounidenses).
Según Norma Ramiro, Post Manager de Austrade, el interés de los argentinos por ir a estudiar a Australia se mantuvo en crecimiento constante en los últimos años. “Es uno de los destinos educativos preferidos en materia de cursos de posgrados, doctorados, maestrías y formación técnica (VET). En este momento hay más de 1700 argentinos estudiando en Australia”, explica. La mayoría de ellos opta por maestrías o cursos de posgrado.
Más allá de los estudiantes, actualmente hay 14.000 argentinos viviendo en Australia y unos 7000 que la visitan anualmente. Según explica, la mayoría de las universidades australianas tienen becas parciales para estudiantes latinoamericanos y están disponibles por mérito académico. A nivel gubernamental existe un programa llamado “Destination Australia” que financia parcialmente estudios en determinadas áreas regionales del país.
“En cuanto a la inversión, los estudiantes deben demostrar su solvencia económica al iniciar sus estudios, pero quisiera resaltar que el Gobierno le permite a todo estudiante extranjero trabajar al mismo tiempo, con condiciones muy flexibles y con uno de los salarios mínimos más altos del mundo [ADU $20,33/hr, es decir unos 15 dólares estadounidenses]”, dice Ramiro.
Quedarse luego de estudiar
“Un aliciente que tienta a muchos es la cantidad de años de visa posterior de trabajo que se les otorga a quienes hacen dos años de carrera de grado o posgrado en Australia. Antes si cursabas dos años en Sydney, Brisbane o Melbourne tenías dos años de visa posterior de trabajo (tres para el resto de ciudades) prácticamente automática porque no media una valuación de agente migratorio”, explica Carola Wober, que ofrece asesoramiento gratuito para argentinos que quieran estudiar en Australia mediante CW International Education. Ese número aumentó a tres años de visa de trabajo para las principales ciudades y cuatro para el resto del país.
“Por lo cual un esquema completo de una persona que va a hacer un máster serían cinco o seis años asegurados de estancia en Australia, dependiendo de la ciudad que elija. Eso es un fuerte envión para tomar decisiones porque permite recuperar los fondos de la inversión en el posgrado. Muchos estudiantes tienen préstamos familiares y saben que pueden quedarse el tiempo suficiente como para volver a ahorrar”, explica.
Del secundario a Australia, sin escalas
“Terminan el colegio y se van”, dice Gabriela Herrera Vidal, directora de ANZ Group Education, un agente avalado por el Gobierno de Australia que brinda asesoramiento sin cargo a personas que quieran estudiar en ese país o Nueva Zelanda.
Cuando comenzó su labor, hace 20 años, los postulantes solo viajaban para hacer posgrados. Pero ahora, y cada vez con más frecuencia, son más jóvenes y parten para hacer la carrera de grado allá. Durante el 2021, algunos incluso comenzaron sus carreras en Australia de forma remota desde la Argentina, obligados por la pandemia.
Por estas horas Zoe Rodríguez, una porteña de 18 años que en marzo parte para Sydney, está buscando opciones de alojamiento cerca de su universidad australiana. “Voy a estudiar comercio en la Universidad Macquarie. Dura tres años, el primero se llama Diploma y son clases más reducidas y ya los dos siguientes son los formales de Bachelor”, explica.
Ella siempre soñó con estudiar afuera. “Lo veo como una gran manera de independizarme, desarrollarme como persona y conocer otras culturas”, explica. Las opciones de alojamiento que está analizando son el campus de la facultad o “colleges” que tienen convenios con las universidades y quedan a cinco minutos a pie. Por lo general tienen cuarto privado y las cocinas y baños son compartidos. Conocer gente de otros países es parte de lo que más la tienta hoy por hoy.
Hace 15 años Marcus Behrendt, un administrador de empresas de 44 años, fue a la Escuela de Negocios de la misma universidad que Zoe para hacer un MBA. “Necesitaba irme y el MBA era parte de la posibilidad de instalarme allá. Yo quería hacer una experiencia afuera y me cerró el país y su calidad académica”, explica.
Pese a que lo terminó en un año —de modo intensivo— y volvió a la Argentina en cuanto dejó de cursar, asegura que lo volvería a hacer mil veces por la experiencia que representó estar inmerso en otro idioma, la “apertura de cabeza” que le otorgó y los contactos. Finalizado el máster tuvo muchas entrevistas con empresas internacionales que lo tentaron con trabajos. Pero por motivos personales decidió volver a la Argentina. Hoy dirige la empresa Aion XR de tecnologías inmersivas (como la realidad virtual) y recomienda a cualquiera que tenga la posibilidad, plantearse estudiar en el exterior.
¿Cuánto cuesta ir a estudiar a Australia?
- PHD, entre 20.000 y 44.000 AUD de matrícula por año (14.481 -28.962 US$). Duración, 3 a 5 años.
- Maestría, entre 20.000 y 44.000 AUD de matrícula por año. Duración, 1 a 2 años.
- Bachelor o pregrado, entre 20.000 y 44.000 AUD de matrícula por año. Duración, 3 a 4 años.
- Cursos de inglés, entre 250 y 420 AUD (179 y 300 US$ por semana). Duración, de 2 a 40 semanas.
- Educación técnica o VET (similares a terciarios semestrales), entre 10.000 y 13.500 AUD (7150 y 9600 US$). Duración, 6 meses a 2 años
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