Los dilemas de la medicina
¿Cómo entender la controversia sobre la "muerte digna"? La medicina se ha tecnificado, ha obtenido logros impensables, pero también exhibe un lado oscuro. Algunos confían en la tecnología, pero otros temen morir en el hospital, solos, aislados, conectados a aparatos, sin poder de decisión alguna. Aún peor, en ocasiones, pueden quedar "prisioneros" de la tecnología: máquinas incorporadas para "salvar" la vida o resolver un episodio agudo no lo logran?y ya no se pueden desconectar. Angustia la posibilidad de tratamientos fútiles y del encarnizamiento terapéutico.
Por "muerte digna" se entienden situaciones muy diferentes que involucran valores o principios éticos distintos. Puede ir desde el caso de la la persona que está consciente y se niega a determinados tratamientos, o solicita que se le retiren aparatos de sostén vital hasta el de la que está inconsciente y ya no puede expresarse.
Generalmente, se tienen en cuenta la autonomía del paciente, los deseos previos y, también, cuáles son sus mejores intereses. Así, las directivas anticipadas son una herramienta fundamental y no sólo tienen valor moral, sino que actualmente ya tienen estatus legal.
Pero, ¿qué hacer cuando un paciente nunca fue competente o es tan joven que este tipo de reflexiones no se le plantearon? ¿Hasta dónde se puede forzar una existencia que se mantiene artificialmente y que no tiene perspectivas de reversibilidad? Si no se conocen los deseos expresos de los pacientes, resulta muy difícil tomar ciertas decisiones vitales, pero ver agonizar a un ser querido también puede ser lacerante.
Así es necesario considerar cómo evitar abusos y proteger a estas poblaciones en situación de vulnerabilidad; pero, al mismo tiempo, respetarlas. Para esto es necesario diseñar mecanismos efectivos para monitorear y controlar estas prácticas. Frente a un contexto difícil con una pluralidad de valores, deseamos una respuesta humana y compasiva; garantizando que no habrá decisiones arbitrarias o sin control; pero también que no se someterá a sufrimientos innecesarios a los pacientes y que se respetarán sus deseos y voluntades.