Loable, pero insuficiente
La distribución de computadoras no es todavía una política educativa completa, porque no afecta cuestiones estructurales del sistema. La computadora en la escuela aún no se ha convertido en una herramienta que mejore el aprendizaje. El hecho de que la tengan en casa en las vacaciones y le den usos extraescolares es lo esperable, ya que su distribución es nada menos que la distribución de un recurso.
Ahora bien, como demostró el estudio PISA, recientemente publicado, tener computadoras en casa mejora los niveles de aprendizaje de lectura digital. Desde ese punto de vista, los programas de distribución de computadoras están generando un aumento de las competencias de lectura digital, que son muy complejas. Los chicos extienden su universo de información y relaciones. Para que además de extenderse se profundice, la computadora sola no alcanza: el nivel de análisis crítico de la información implica otros aprendizajes e intercambios que los docentes y padres deben garantizar.
Todo esto tiene sentido, tanto en casa como en la escuela, siempre que se garantice la conectividad. Por ahora, en líneas generales, la distribución no ha sido acompañada de una adecuada red de conectividad en las escuelas ni en las ciudades. Esta es una de las razones por las que la política educativa no es completa: no se ha logrado acortar la brecha digital entre los que tienen pleno acceso a la herramienta y los que no.
Directora del Area de Educación de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella