Llegó el bebé: ¿qué tienen que hacer los padres durante la licencia?
Una buena noticia para todos los porteños: la Ciudad extenderá a 45 los días de licencia por paternidad para sus empleados. Esto quiere decir que contra los dos días corridos que, por ley existen, los padres podrán tener un aumento significativo en los días para conocer a su bebé. Pero, ¿qué rol tienen que cumplir durante la licencia? Se cree que como los padres no dan de amamantar, su participación en los primeros meses de los bebés es inútil. Pero el rol de los progenitores es nada menos que fundamental para las madres y los recién nacidos.
Según dijo a LA NACIÓN la doula Yael Borensztein, hay maneras de pasar tiempo con un recién nacido y el momento en el que eso se nota es a la hora de los cuidados, que también deben ser hechos por los padres. Ella entiende de esto: su trabajo con los progenitores es identificar lo fácil que es encontrar maneras de apoyar a las madres y vincularse con los recién nacidos. Las parejas pueden cambiar los pañales, sostenerlos o pasar tiempo con ellos para conocerlos. "Para los padres, es crucial ser parte de ese proceso para estimular y dar más confianza a la hora de tomar su nuevo rol. Esto se traduce en que hay que combatir la idea de que los papás son los ‘niñeros’, él está siendo el compañero de su pareja a la hora de cuidar al niño que trajeron al mundo", dijo la doula.
Mientras el trabajo de la madre es alimentar al bebé, el trabajo de las parejas es alimentar a la madre. Y asegurarse de que puedan darse una ducha, y que la cocina esté limpia, y estar ahí para decirle que lo hace muy bien, apoyarla y ayudarla cuando necesita contención emocional o ayuda profesional. Es que cuando se piensa en los cuidados de los niños y de los adultos mayores, la idea es que una mujer sabe, inherentemente, como hacerlo, en vez de pensar que cuidar de otro se puede - y se debe - aprender.
"Dar a luz y cuidar de un recién nacido no es algo que nunca estuvo hecho para hacer solo. La transición de la maternidad está hecha para hacerla en comunidad. Y nuestras sociedades modernas están hechas para que nuestra pareja esté en primer plano", dijo Borenzstein. Ella explicó que los primeros 5 días del parto son los más difíciles de la paternidad: todos están cansados, nadie está durmiendo y las emociones son impredecibles. La madre está recuperándose del parto y entendiendo que este bebé es 100% dependiente de ella. Si el bebé nació por cesárea es más complejo porque ella se recupera de una cirugía importante. Si bien nada cambió en su cuerpo, su pareja también está pasando por un cambio radical en su vida, entendiendo cómo hay que ser un buen padre.
Ayudar en la lactancia
Silvia y Jorge viven hace 8 años en Alemania. Hace dos años nació Fabrizio, su único hijo. En Alemania hay 12 meses para compartir como quieran los padres, aunque la madre sí o sí tiene que tomarse 6 semanas antes y 8 después del nacimiento. Esta licencia puede ser usada hasta los 3 años de la niña o el niño. "Durante los 6 meses que estuvimos en casa hicimos todo entre los dos, salvo dar la teta. Él se encargaba casi siempre de cambiarlo, de hacer todas las compras, lavar ropa, limpieza más profunda de la casa", contó Silvia a LA NACIÓN. Además contó que como Fabrizio estaba de su lado con el moisés, ella podía dormir mejor y tener fuerzas para dar la teta durante todo el día. "Tuvimos problemas con la lactancia. El bebé no se prendió al nacer y tuve que sacarme leche para producir, mientras mi marido le daba lo que me sacaba en mamadera con la fórmula las primeras semanas. Yo casi no dormía por eso y cada hora contaba. Luego de seis semanas pudimos hacer lactancia. Sin mi marido en casa hubiera sido imposible".
Emilio y Sofía tuvieron a Fermín hace dos años. Con respecto a los pañales, él siempre estuvo "al pie del cañon". "El que estaba listo lo hacía, en cuanto a pañales no había un cronograma. Ahora incluso nos dividimos por veces", contó a LA NACIÓN.
Cambiar los pañales
Bañar al bebé
Como muchos padres, Leo, de 36, tuvo que pedirse unos días de vacaciones para cuidar de Denise, de 33, e Isabella, su bebé que nació hace siete meses. Además de los dos días que le correspondían, se pidió una semana de vacaciones y a los dos meses, se quedó por 20 días en su casa de Villa Urquiza con su familia. "Por la noche después de darle la teta él le cambiaba los pañales y durante el día el se quedaba con ella para que yo pudiera descansar o bañarme. Además cuando se le cayó el cordón el la limpiaba y la bañaba porque a mi me daba impresión", contó Denise a LA NACIÓN.
Gestionar el hogar
Verónica y Juan Pablo viven en Olivos y tuvieron a Agustina hace 5 años. Ella nació un fin de semana, por lo que los dos días de licencia que tenía por ley los vieron pasar como si nada. Gracias a que él había pedido dos semanas de vacaciones en el trabajo, pudo estar con su pareja y su hija durante los primeros días. "El primer pañal lo cambié yo. Pero además de eso siempre cociné y limpie la casa. Mi mujer tuvo problemas para amamantar, así que ella estaba abocada a ese trabajo, pero yo hacía todo lo demás", contó a LA NACIÓN Juan Pablo.
Alimentar a la madre
Juan Pablo también contó que meses antes de que empezaran la convivencia con Verónica, ella se había quebrado la cadera y estuvo en reposo por mucho tiempo. Eso hizo que ella pierda la mano de la cocina. Es por eso que él es el que prepara todas las comidas en su casa en su casa. "Ya lo hacía antes de que mi hija naciera. Durante la licencia se convirtió en una tarea mucho más necesaria, porque mi mujer no podía salir de la casa para hacer las compras. Después de cinco años, sigo siendo el encargado de la cocina", contó.
Tranquilizar a la madre
Muchas veces lo que necesitan las madres es salir de su casa y alejarse un par de horas del estrés hogareño. Ahí se vuelve fundamental los momentos en que la pareja puede quedarse con el bebé mientras la madre sale para despejarse. En Tucumán, los docentes, tanto públicos como privados, tienen un régimen especial de licencias: además de los 120 días de las mujeres, los varones tienen 15 corridos. Como Inti nació a fin de año, Sebastián y Sonia pudieron aprovechar los tres meses de licencia juntos. "La acompañé en todo lo que necesitaba. Hubo momentos, como la lactancia, que son momentos muy íntimos de los dos, pero había muchas otras cosas para hacer. El puerperio es un momento muy específico así que la acompañé para que ella se sintiera bien, sobre todo para que ella se sintiera acompañada, ambos como compañeros, para que no todo recayera sobre ella", contó a LA NACIÓN Sebastián.
Contener a las visitas
Hacía muy poco que Sofía y Emilio se mudaron a su casa de Villa Urquiza. Ella había empezado sus 15 días de licencia y dos después entró en trabajo de parto y nació Fermín. "Mi casa era una heladera, al segundo día tuve que salir a comprar una estufa porque le tenía miedo al gas. También si tenía que salir a comprar comida lo hacía yo", contó Emilio. Pero su rol más importante fue el de contener a las visitas. "Lo que hacíamos era agendarnos muchas juntas y después dábamos vuelta la casa para sacar las baterias de la gente que venía de la calle y para que Fermín estuviera en un ambiente limpio". Después de sus tres semanas de licencia (él se pidió vacaciones como la gran mayoría de los padres), le costó mucho volver a la rutina. "Nunca sentí que sobraba, me hubiera encantado quedarme más tiempo, me costó dejar la casa, me levantaba y me quedaba un rato con Fermín antes de irme a trabajar".
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