Ley de financiamiento: los gremios universitarios convocan a un nuevo paro para la semana próxima

El frente sindical de Universidades Nacionales insiste y convoca a un nuevo paro para la semana próxima. Los gremios decidieron reunirse este mediodía luego de que ayer el Gobierno consiguiera blindar el veto a la ley de financiamiento para acordar cómo seguiría la “profundización del plan de lucha en defensa de la universidad pública de calidad con salarios dignos”. Y definieron: un reunión el martes 15 con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y estudiantes para acordar “un marco de acción programático”, un paro de 24 horas para el jueves próximo y una “semana de lucha” que empezará el lunes 21.

“El Frente Sindical ha resuelto la profundización del plan de lucha con un horizonte de disputa con el gobierno nacional que nos ha privado de la herramienta de la ley de financiamiento universitario y de una paritaria que reconozca la especificidad de trabajadoras universitarios y ofrezca una solución a la grave situación salarial”, apuntaron en el comunicado firmado por Conadu, Conadu Histórica, Federación de Docentes de las Universidades (Fedun), Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), Asociación Gremial de Docentes de la Universidad Tecnológica Nacional (Fagdut), Federación Argentina del Trabajador de Universidades Nacionales (Fatun) y Unión Docentes Argentinos (UDA).

Y detallaron el “horizonte de lucha”: “martes 15, reuniones con el CIN y estudiantes con vistas a sostener la unidad del frente universitaria y acordar un marco de acción programático, paro de 24 horas el jueves 17 y semana de lucha que se inicia el lunes 21″. “Esa semana no habrá paros activos, pero si será de visibilización, probablemente con clases en las calles”, dijo a LA NACIÓN Marcelo Creta, secretario de Políticas Universitarias de Ctera.

“Por otra parte se considera fundamental una acción de federalización del conflicto universitario por regiones en la construcción de la federalización de una marcha universitaria”, agregaron. La idea –según dijo Creta– es organizar marchas en distintos puntos del país, una en el noroeste, en el sur y en Cuyo con diferentes actos antes de “confluir” en un encuentro central que podría ser una vez más en la ciudad de Buenos Aires, o en Córdoba.

Los ejes del reclamo son: que el Gobierno llame a paritarias con un plan de recuperación salarial para los docentes y no docentes que refieren a una pérdida del 63,5%; la actualización de la garantía salarial –el mínimo que debe cobrar un docente–, la recuperación del Fondo Nacional de Incentivo Docente [Fonid] y el reclamo por el presupuesto para el próximo año.

Tanto los gremios, como los rectores y la Federación Universitaria Argentina (FUA) ya alertaron que son insuficientes los fondos que el Gobierno planea destinar el año próximo para las casas de altos estudios. Según el proyecto de presupuesto que el Ejecutivo –que prioriza el déficit cero y el equilibrio fiscal– envió al Congreso, se estima asignarles $3,8 billones, casi la mitad del financiamiento que el CIN había solicita: $7,2 billones. La diferencia radica en los aumentos salariales. ”Tan solo la mitad de los recursos reclamados –mínimos para funcionar– fueron contemplados, sin siquiera prever la inflación acumulada en 2024 y menos aún la proyectada por el propio Gobierno para el próximo año”, leyó Piera Fernández de Piccoli, presidenta de la FUA, en le acto central de la marcha universitaria de la semana pasada.

Luego de haber conseguido la actualización de los gastos de funcionamiento tras la masiva marcha federal de abril pasado que llevó al Gobierno a sentarse a dialogar, el conflicto universitario se centró en el reclamo por la recuperación salarial. Con una dinámica similar al anterior, finalmente convocaron para el miércoles pasado a la segunda marcha federal para pedir por la ley de financiamiento, que Javier Milei vetó ese mismo día a la medianoche. Con el rechazo confirmado comenzó un nuevo capitulo en el que también reclaman por el presupuesto para el año próximo. “El conflicto universitario va a ser largo y desgastante”, dijo una fuente cercana a la expresidenta Cristina Kirchner. En esa misma sintonía, algunos rectores, tras la masividad de las marchas piensan que la defensa de la educación pública podría convertirse en la resolución 125, que imponía más peso fiscal en la exportación de productos agropecuarios.

“La voluntad popular ha sido defraudada y la democracia ha cedido al manejo antirepublicano de gobernar por decreto del gobierno nacional. Se conformó una alianza política que es incapaz de conmoverse ante el sufrimiento de las grandes mayorías, ante el reclamo de todos los sectores por sostener aquello que es fundamental: la universidad pública, la educación pública”, afirmaron ayer, luego de que finalizara la sesión en la que el Gobierno consiguió un tercio de los presentes en Diputados para sostener el veto. La ley proponía la recomposición del presupuesto de las universidades para 2024, estableciendo la actualización de las partidas según la inflación acumulada. Convocaron, a su vez, a un paro total de actividades con cierre de todas las universidades nacionales.

Mientras algunas facultades permanecen tomadas y muchos estudiantes se definen en “estado de alerta y movilización” –los gremios estiman que hay por lo menos 43 instituciones “en conflicto”–, hoy tampoco hubo clases. El acatamiento, según dijeron, fue total, un 98% en el país. Se sumo incluso la Facultad de Derecho de la UBA, que suele mantenerse abierta. Ayer, el Frente Reformista, que aglomera las agrupaciones Franja Morada y La Nuevo Derecho en ese establecimiento, anunció que la sede iba a permanecer cerrada.

El del jueves próximo será el sexto paro en lo que va del segundo cuatrimestre que no comenzó la fecha estipulada por otra medida de fuerza. En ese momento, en contra del aumento salarial del 3% en agosto y del 2% para septiembre que había ofrecido el Gobierno. El último fue el 26 de septiembre pasado y previo a ese el del 20 y 21 de agosto. Ya está definido como continuará el calendario de lucha, que afectara al académico.

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