“¿Le doy o no la vacuna?”: los planteos de los padres que desbordan los consultorios de los pediatras
A partir de las idas y vueltas en la comunicación oficial sobre el uso de Sinopharm en chicos de 3 a 11 años, los especialistas perciben cierto desconcierto en los adultos
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“Chicas, tema vacuna. ¿Qué hicieron/qué van a hacer? Mi marido quiere esperar, mi pediatra recomienda que sí, pero que lo decidamos nosotros. Y yo no sé qué hacer. ¿Ustedes?”, escribió Sofía V. en el chat de las madres del colegio. Las respuestas estallaron en todas las direcciones. Hay familias que ya inocularon a sus hijos, otras que tienen dudas, un tercer grupo que está dividido y un cuarto que está esperando una señal clara del pediatra. Un dilema que por estos días enfrentan miles de padres a la hora de vacunar a sus hijos contra el Covid-19, sobre todo los que tienen menores de 12 años, que deben recibir la vacuna Sinopharm.
Las idas y venidas en la comunicación de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) sobre la autorización del uso emergencia de la vacuna por parte del Gobierno, el hecho de que la Argentina haya comenzado antes que China (el país productor) a aplicarla en chicos de 3 a 11 años, y las informaciones contradictorias y sin sustento científico que circulan entre los padres alimentan las dudas. Es por eso que, por estos días, los pediatras viven una verdadera ola de consultas de padres que quieren saber qué hacer. Sin embargo, la respuesta que reciben de los médicos, dicen algunos de los adultos, no terminan de despejar las incógnitas. Sobre todo, por el hecho de que al no ser una vacuna de Calendario, es decir no obligatoria, termina siendo una decisión que los padres tienen que tomar.
En el chat de las madres
“Mi marido quiere esperar a ver si le dan otra vacuna, no le convence la Sinopharm. A mí no me convence ninguna”, indicó Érica, una de las madres del grupo de Sofía. “Yo me quedo tranquila vacunándolos y el pediatra me dijo que sí. Pero entiendo y respeto las otras posturas”, respondió Romina. La charla en el chat copó casi toda la tarde, con posiciones en favor y en contra que reflejan el dilema que, por estos días, atraviesan los padres.
“A mí me da miedo. Se dicen tantas cosas: que causa infertilidad, que produce miocarditis, que no está probada en chicos, que los argentinos son los primeros. Sin embargo, sé que en algún momento se la vamos a tener que dar”, completó Mariana. “Yo estoy igual que vos, Sofi, no estoy 100% convencida, pero el pediatra me dijo que sí, y lo hicimos”, sumó Laura. “Es tan personal y delicado el tema. Yo consulté con dos pediatras y están de acuerdo en que los vacune. Y el pediatra de unos amigos, al principio, dudaba, pero después les dijo que sí”, añadió Marcela. “Le volví a consultar al pediatra y me dio toda la explicación técnica de por qué no y la verdad es que me cerró, aunque veo que están todos vacunándose y como somos provacuna nos da cosa no hacerlo”, contó Mariela.
Y llegó la conclusión más agria: el difícil rol de los padres de ser quienes toman la decisión: “La pediatra me dijo que, si bien faltan algunos estudios, ella la recomienda. Me dio datos técnicos que no recuerdo. Igual me dijo que elija lo que quiero hacer. Es horrible. Porque cualquier decisión me da inseguridad”, respondió Ángeles. “Es un tema. Unos dicen una cosa y otros, otra y nosotros, en el medio teniendo que tomar una decisión”, remató Mariela.
Informar
Por estos días, cada vez que la madre o el padre de un paciente le escribe un mensaje para anticipar que quiere hacerle una consulta, la pediatra Ana Tarlovsky se imagina de qué se trata. Porque el tema obligado en el consultorio, en su WhatsApp e incluso en las redes sociales es: ¿Le doy o no la vacuna? La respuesta de esta pediatra, que atiende su consultorio privado en Belgrano y en un centro de salud público de la calle Agüero, es afirmativa. “Por estos días la consulta es muy frecuente. Uno entiende a los padres, porque tienen dudas, porque hay mucha información circulando. Incluso, vienen con consultas más técnicas, pero sin comprender del todo cómo funciona el tema de las vacunas y la evidencia científica. Algunas de las dudas tienen sustento real, otras se basan en información incierta que está dando vueltas”, describe. “Entonces, me tomo el tiempo de explicarles qué significa y que la vacuna no es obligatoria. Como esta es una vacuna aprobada en un contexto de pandemia, no atravesó los largos procesos de validación de otras, pero eso no significa que no haya sido certificada. Por esa razón no se la incluye en el calendario obligatorio. Pero es responsabilidad de todos y hoy es el único camino que tenemos para ganarle la batalla mundial al Covid-19”, completa.
“Quizás la forma de comunicar la campaña de vacunación no fue la más prolija y esto generó muchas dudas. Pero les explico que es necesaria. Si algún padre decide no aplicarla, lo respeto. Pero mi función es darle toda la información científica disponible para que tome una decisión fundada en la evidencia y en las recomendaciones de los expertos”, señala.
Entre los pediatras, las opiniones están divididas y eso es lo que más desconcierta a los padres. Roberto Debbag, presidente de la Sociedad de Infectología Pediátrica, afirma que todo el proceso de cómo se dio la aprobación en el país de la vacuna minó la confianza en el fármaco. El especialista se niega a dar una respuesta por sí o no ante la pregunta de si hay que inocular o no a los menores de 12 años, justamente porque la semana próxima participará de un encuentro latinoamericano de sociedades de Infectología Pediátrica, para intentar llegar a un consenso. Algunos de los cuestionamientos en los que se basan los médicos que desaconsejan la vacuna es la falta de difusión de estudios científicos en la población infantil. “En el mundo, la pregunta sobre la vacunación en niños menores se contestó positivamente hace una semana [De hecho, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos recomendaron el uso de Pfizer en niños de 5 a 11 años] . En la Argentina, sin más fundamentos esa pregunta se contestó a principios de octubre, porque la política se metió en el medio de la campaña de vacunación. El proceso lógico sería que la Anmat aprobara, que pasara la evidencia a la Comisión Nacional de Inmunizaciones y recién entonces que el Ministerio de Salud autorizara la vacunación. Acá se dio todo al revés y esto minó la confianza de la sociedad en la vacuna. Y es lamentable, porque es difícil de revertir ese impacto negativo”, argumenta.
Antes del congreso latinoamericano, explica Debbag, está llevando adelante una consulta a más de 700 pediatras argentinos para conocer las posiciones sobre la vacuna. “Los resultados todavía no están, pero lo que puedo adelantar es que al 75% los padres les hicieron algún tipo de cuestionamientos sobre la vacuna, ya sea a favor o en contra”, indica.
En el consultorio de Celeste Celano, jefa de Pediatría de la Clínica Modelo Caseros, ocurre algo similar. “Los padres vienen con muchas dudas y hay que tomarse el tiempo para explicarles. Y los resultados son buenos. Yo estimo que más del 90% de mis pacientes ya están vacunados. Muchos tenían dudas, pero cuando les expliqué las razones, no mías, sino de las sociedades científicas y de la evidencia mundial, cambian la perspectiva. Les digo que no hay vacuna mejor que la que está aplicada. Y les explico que en verdad estamos en una fase 3 real a nivel mundial. Las complicaciones en los millones que se han aplicado han sido menores en comparación a los beneficios”, concluye.
Riesgo vs. beneficio
Entre las consultas de los padres, dicen los pediatras, aparecen dudas sobre esta etapa de la vacuna, la conveniencia o no de una vacuna con ARN mensajero, como la de Pfizer, y las complicaciones a largo plazo. También hay dudas sobre si provoca infertilidad o si genera miocarditis. “Me tomo el tiempo para despejar cada una de las dudas. Por ejemplo, que del tema de infertilidad no hay ningún estudio científico que hable en ese sentido. En cambio, el riesgo de miocarditis sí, aunque también les explico que cursar Covid genera un riesgo mucho mayor que la vacuna. También les explico que no es tan cierta la creencia de que a los chicos nos les pasa nada cuando se contagian. A la mayoría, no. Pero hay algunos casos que han tenido complicaciones. Y cuando les cuento que incluso tuve pacientes que se complicaron, lo ven desde otra perspectiva. La conclusión es que dar o no la vacuna es hacer una evaluación de riesgo-beneficio. Y la mayoría, pocos días después me manda la foto de sus hijos vacunados”, indica Celano.
De hecho, en el último documento que difundió la SAP, el 8 pasado, se lee: “La población pediátrica representa el 8,8% del total de los casos confirmados desde el inicio de la pandemia en nuestro país. Cabe destacar que, desde el mes de agosto de 2020 a la fecha se observa una tendencia creciente de esta enfermedad en niñas, niños y adolescentes, tanto que actualmente 1 de cada 4 casos confirmados ocurre en menores de 18 años”.
Protección social
El pediatra Mario Elmo también lidia por estos días con el aluvión de consultas de padres sobre la vacuna. “Más allá de las posiciones de las sociedades científicas, creo que los pediatras nos tenemos que preguntar qué es lo que vienen a buscar los padres cuando nos consultan. En ese punto, no importan nuestras opiniones personales. Nuestros pacientes no nos preguntan por nuestras apreciaciones o convicciones. Lo hacen porque saben que nosotros tenemos información científica a la que ellos no acceden y un criterio profesional capaz de discernir esa información. Ideología aparte. Por eso, es importante que no respondamos desde un lugar equivocado, sino desde lo que se nos demanda”, reflexiona.
Una de las primeras cuestiones que el especialista les plantea a los padres es que la vacuna no es una medida de protección personal, sino social. “Intento que entiendan, incluso los que se muestran contrarios a la vacuna, que no es por ellos o por sus hijos únicamente, sino porque es la única salida que tiene la humanidad para ganarle al virus. Entonces, les explico que si los menores, tanto en la Argentina como en todo el mundo, no se vacunan, esta población actúa como un laboratorio a cielo abierto para que el virus se siga reproduciendo y mutando. ¿Qué pasaría si todos los chicos no se vacunan? Me di cuenta que muchos padres piensan que nada. Y la realidad es que eso haría que la pandemia, que fue una verdadera tragedia social y económica, se prolongue de forma indefinida. Cuando entienden esto, la posición de algunos cambia”, cierra Elmo.
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