Las protestas derriban otro gobierno: renuncia el premier de de Irak tras la escalada de violencia
BAGDAD.- El primer ministro de Irak, Adil Abdul-Mahdi, anunció hoy que presentará su renuncia luego de una dramática escalada de violencia en las protestas contra su gobierno, iniciadas hace dos meses. Solo ayer se registraron más de 40 muertos en distintas ciudades del país.
"Presentaré un escrito al Parlamento para pedir mi dimisión de la presidencia del gobierno actual", dijo Abdul-Mahdi en un comunicado difundido por la TV estatal. La declaración no precisó cuándo dimitirá. El Parlamento tiene previsto celebrar una sesión de emergencia el domingo para discutir la crisis.
La dimisión -como había pasado con el exprimer ministro libanés Saad Hariri en octubre, bajo presión por las protestas- llegó luego de que 40 manifestantes murieran ayer por la represión de las fuerzas de seguridad a las protestas y poco después de que el principal clérigo musulmán del país pidiera al Parlamento retirar el apoyo al Abdul-Mahdi.
El gran ayatollah Ali al-Sistani había instado con anterioridad al Parlamento a que evaluara su apoyo al gobierno de Abdul Mahdi para frenar la espiral de violencia. El gobierno "parece haber sido incapaz de lidiar con los eventos de los pasados dos meses [...[ El parlamento, desde el cual emergió el actual gobierno, debe reconsiderar sus elecciones y hacer lo que sea mejor para Irak", dijo un representante de Al-Sistani en un sermón transmitido por la televisión.
Los manifestantes piden un cambio de gobierno que consideran corrupto y responsable de la mala gestión de los recursos y problemas económicos del país, sobre todo en el sur rico en petróleo donde la población no se beneficia del oro negro.
El anuncio del premier desató celebraciones en la plaza Tahrir de Bagdad, donde manifestantes han estado acampando desde hace casi dos meses.
Manifestantes dijeron que la renuncia debería haber ocurrido mucho antes y prometieron no conformarse con esto y continuar sus protestas hasta que se cumplan todas sus exigencias, como mejores servicios públicos y el fin de la corrupción.
Desde que comenzaron las protestas, el 1° de octubre, más de 400 personas murieron a manos de las fuerzas de seguridad, que usan munición real y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.
Tres manifestantes murieron hoy y otros ocho resultaron heridos en Nasiriya, donde otras 31 personas murieron ayer cuando la policía dispersó a una multitud de dos puentes.
Otros nueve manifestantes murieron por disparos policiales ayer en protestas en Bagdad y la sureña ciudad de Nayaf, una de las jornadas más violentas desde el comienzo de la crisis.
En Nasiriya, capital de la provincia de Di Qar, manifestantes continuaron hoy con las protestas, mientras familiares y amigos de los fallecidos desafiaron un toque de queda para enterrar a los muertos ayer en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Los manifestantes rodearon la sede de la comandancia de la policía, que respondió intentando dispersarlos con gases lacrimógenos y carros hidrantes.
Al menos tres manifestantes murieron y ocho resultaron heridos, informó la cadena CNN, que citó a fuentes médicas.
El gobernador de Di Qar, Adel al Dakhili, anunció hoy su dimisión en un comunicado a modo de protesta por la caída de decenas de "mártires" y pidió una investigación inmediata sobre los incidentes de ayer.
En la noche del miércoles, manifestantes incendiaron el consulado iraní de Nayaf, lo que provocó la respuesta de las fuerzas de seguridad, que dejó ocho manifestantes muertos y más de 150 heridos.
Agencias AP, AFP y Reuters