Las amigas de María Cash sospechan que fue drogada
Dicen que había comenzado a seguir al grupo religioso Sahaja Yoga
"Un alma libre", "muy amiga de la naturaleza", que "vivía con poca plata", pero que siempre invitaba a sus amigos a comer y nunca se olvidaba de regalarles algo por sus cumpleaños aunque fuera una flor artesanal que ella misma había hecho. Así describen a María Cash sus amigas Carolina y Mariana, que todavía no pierden las esperanzas de encontrarla.
Ayer a la tarde circulaba el rumor de que María estaba internada en un hospital en Jujuy. Pero fuentes judiciales confirmaron que el juez salteño Federico Diez realizó con resultados negativos dos allanamientos en las localidades de Rosario de Lerma y San José de Metán.
Carolina conoce a María desde los seis años y ambas se hicieron amigas de Mariana en tercer año de la secundaria. Mariana fue una de las personas que recibieron un mail de María en el que pedía teléfonos y direcciones. Fue el 8 de julio pasado, el mismo día que un médico jujeño la atendió en su consultorio. Desde entonces no se sabe nada de ella.
"Me dijo que volvía en diciembre, pero nunca aclaró qué iba a hacer exactamente -cuenta Carolina-. Era muy misteriosa y cuando alguien la llamaba y preguntábamos quién era nos decía que era un amigo de Jujuy que le ofrecía trabajo allá."
María tenía otro grupo de amigos con el cual practicaba Sahaja Yoga, un movimiento religioso cuyo objetivo es "la realización del ser". Era un mundo desconocido para las chicas y lo único que les contaba es que dedicaba muchas horas a meditar para centrarse en sí misma.
"Al amigo no lo conocíamos, pero nos dijo que era Juan Pablo, un amigo de Sahaja Yoga. Hablaba bien de él y quería aprovechar para ir y vender sus productos", explica Carolina.
Antes de que María emprendiera su viaje al Norte se juntó con las chicas a comer en la casa de Mariana. "Esa noche se quedó a dormir y me dijo que tenía un deseo muy fuerte de transmitir el amor de Dios a la gente. Andaba con una Biblia en la que había subrayado muchas frases", dice Mariana, quien admite que María se había vuelto muy religiosa en los últimos tiempos.
Según Mariana, María "era bastante solitaria" y, cuando tenía ganas de estar sola, se desconectaba totalmente. "Por ejemplo, cuando iba a Pinamar o al Sur yo la llamaba para ver cómo estaba y tenía el teléfono apagado. A veces pasaban días sin tener noticias de ella", cuenta.
Admiten que se les pasaron por la cabeza muchas hipótesis, pero al fin y al cabo sólo son conjeturas. "Llegué a pensar en la posibilidad de que esté en un estado en que no se reconozca y que haya perdido la noción del tiempo. Para mí, la drogaron en el colectivo -sospecha Mariana-. Lo primero que pidió cuando bajó fue agua. Eso me resulta muy llamativo."
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