Lanús: incendian y saquean una disco
Grupos de jóvenes atacaron La Casona; la policía debió reprimir con balas de goma; 15 demorados
Una protesta por la muerte del joven de 20 años Martín Castellucci, supuestamente a manos de patovicas de un boliche de Lanús, terminó ayer en graves incidentes, cuando manifestantes ingresaron por la fuerza en el local La Casona, incendiaron parte del predio y se enfrentaron con la policía.
La manifestación finalizó con un uniformado herido, varios jóvenes y cuatro trabajadores de prensa con impactos de bala de goma y al menos 15 personas demoradas. Había sido convocada por allegados al joven, a una semana del hecho, y la jornada se tornó tensa por la liberación, más temprano, de uno de los detenidos por el crimen, guardia de seguridad del lugar.
La marcha que se disponía a reclamar justicia frente al local de 25 de Mayo al 100, de Lanús, derivó en dos momentos de desmanes por parte de un grupo de jóvenes, que rompieron la puerta de acceso al boliche, ingresaron en el local y destrozaron mobiliario.
Los manifestantes regresaron por la noche a las puertas del boliche para arrojar bidones con nafta mientras gritaban: "Asesinos, violadores". El fuego obligó a los bomberos a intervenir y sofocar un nuevo incendio.
Los incidentes se produjeron cerca de las 18.45, cuando el grupo recién arribado comenzó a arrojar piedras a una docena de efectivos policiales, que intentó disuadir a los manifestantes junto con la Guardia de Infantería, aunque se refugiaron dentro del boliche. Un patio aledaño a La Casona fue incendiado en parte por los manifestantes, lo que causó temor entre vecinos y comerciantes de la zona, quienes cerraron las puertas de los locales del centro de Lanús y abandonaron la zona.
La policía intentó evitar nuevos hechos de violencia disparando balas de goma, aunque recién lo logró pasadas las 19.30, con la llegada de decenas de agentes de la fuerza y bomberos. Los manifestantes, no obstante, encendieron una fogata sobre la avenida 25 de Mayo, a unos diez metros del boliche, y más tarde arrojaron bidones con nafta, lo que motivó un rápido accionar de bomberos. La policía disuadió disparando con balas de goma y gases lacrimógenos. También fue atacado el frente de una casa, que según los manifestantes en ese lugar vive el dueño de La Casona, Atilio Amado.
Mauro González, un chico de 17 años, que recibió tres impactos de bala de goma, dijo a LA NACION: "No se puede creer esto, vinimos a protestar por la muerte de un pibe. En todos lados, los patovicas te tratan mal. Hoy me dieron sin asco".
De pie, sobre una calle plagada de escombros, ya que los manifestantes rompieron la vereda para tener así proyectiles para arrojar, Pablo, de 22 años, agregó: "La gente tenía bronca y se manifestó de esta manera. Esto es otro Cromagnon".
Los episodios de violencia ocurrieron a pocas horas de darse a conocer la liberación de uno de los custodios implicados en el asesinato de Castellucci, el patovica Jorge Luis Romano, de 47 años, ante no encontrar la Justicia elementos suficientes para comprobar su participación en el crimen. La medida fue dispuesta por el juez de la causa, Daniel Viggiano, que hasta anoche no había liberado al segundo detenido por el asesinato, José Segundo Catalán, de 28 años, también agente de seguridad del local Lanús.
El hecho que derivó en el deceso de Castellucci ocurrió el domingo, cuando el joven fue a bailar a la discoteca junto con unos amigos, y le impidieron la entrada a uno de ellos. Según relataron testigos del incidente, la víctima salió del boliche porque rechazaron en la entrada a uno de sus amigos y, al intentar volver a ingresar, tuvo un "entredicho" con uno de los custodios. Uno de los empleados de seguridad le habría pedido que se retirara, pero el joven intentó entrar de todos modos y fue sacado a los empujones por otro patovica que se acercó al lugar. La situación se reiteró en varias oportunidades hasta que los patovicas decidieron sacar violentamente al joven, quien quedó tirado en la vereda con pérdida de conocimiento. Si bien Castellucci fue trasladado al Hospital Evita de Lanús, y luego al Instituto del Diagnóstico, en la Capital, falleció cuatro días después a causa de las serias heridas.