La vuelta del vinilo: entre la nostalgia y la polémica
El boom de los discos de vinilo dejó a más de un experto boquiabierto, con artistas que graban en este formato, sellos que lo editan y un furor mediático alrededor. ¿Esnobismo hipster o verdadera pasión? Datos curiosos de un éxito no anunciado
Cuesta creerlo, pero según el periódico británico The Guardian las ventas de discos de vinilo generaron más ganancias en el Reino Unido el año pasado que YouTube, aun pese al crecimiento del streaming (la transmisión de videos en vivo) como práctica. Mientras que las ganancias producidas por el más gigante de los canales digitales fueron de £ 24,4 millones, el vinilo lo aventajó tranquilamente con ventas de £ 25,1 millones. Y eso no es todo: en 2015 además se vendieron 2,1 millones de LP en el Reino Unido, cifra que marca un crecimiento por octavo año consecutivo y también un pico de ventas desde 1994, cuando melenudos como Wet Wet Wet o Bon Jovi estaban a la cabeza de los charts.
Del otro lado del océano este soporte añejo también bate récords: en los Estados Unidos, epicentro de la movida del vinilo, de acuerdo con datos de la Asociación de la Industria Discográfica se vendieron 13 millones de LP, un récord en 25 años.
¿Algunos de los artistas más vendidos en este formato? Si estabas esperando nombres como David Bowie, Pink Floyd o los Rolling Stones, olvidate; Adele, Taylor Swift y el británico Ed Sheeran son los millennials que dominan los charts.
Y si bien el consumo de discos vintage es una parte importante de esta tendencia, un mayor atractivo intergeneracional hace que chicos jóvenes (y grupos y solistas nuevos) se aproximen al vinilo, con sus gustos y bagaje musical.
Aunque es cierto que estos números todavía representan una porción pequeña de las ventas de música a nivel mundial, lejos de la facturación del CD o de las descargas digitales, se trata de un negocio que crece cada año. En los Estados Unidos algunas de las 15 plantas de producción de LP, rescatadas o reabiertas en los últimos años, operan 24 horas los siete días de la semana debido a la demanda.
De acá y de afuera
En nuestro país y según datos de la Noche de las Disquerías (el mejor día de ventas, superando a la Navidad), el vinilo es un gran protagonista. Si bien el consumo en el circuito local nunca dejó de funcionar y hay toda una cultura detrás que lleva años, el primer sello mainstream en volver a apostar a este soporte fue Sony Music, que ya lleva reeditados discos de varios artistas vernáculos consagrados en los 60 a 80 (Manal, Moris, Spinetta, Sumo, etc.), y promete lanzar cerca de 100 discos internacionales (AC/DC, David Bowie, Johnny Cash, Daft Punk, Miles Davis).
En Estados Unidos persisten sellos históricos como Innova Records, fundada en 1982, que vio el fenómeno menguar y ahora renacer; pero la novedad son los sellos más jóvenes aparecidos en el último tiempo que ahora se dedican a editar en este formato. Un ejemplo es New Amsterdam Records, fundada en 2008, que comenzó editando en CD y digital pero a causa de la demanda del público y los propios artistas incorporó vinilos en 2013.
Por su parte, la planta más grande de ese país, United Record Pressing, ostenta un tiempo de entrega que es récord absoluto: un día, mientras que la mayoría de los artistas y sellos esperan entre 14 y 18 semanas para tener sus discos listos.
Sin embargo, este regreso no está exento de polémica, ya que no para todos el vinilo implica una mejora sonora, al menos editado como se lo hace en la actualidad en nuestro país. Son varios los casos de descuidos que han salido a la luz: sonido de dudosa calidad en algunas reediciones al ser grabadas inicialmente para CD, errores tipográficos y hasta faltantes en el material original.
Sobre coleccionistas, curiosos y el valor afectivo de la música
Rescatar objetos del pasado y transformarlos, marketing mediante, en algo de culto o una moda, no es ninguna novedad. Primero fueron las cámaras Polaroid y el fílmico, luego les tocó el turno a otros consumos, siempre enmarcados en un back to basics (volver a lo básico) general de la cultura contemporánea. Pero, ¿qué hace que ciertas tecnologías, en particular la de los discos de pasta, continúen teniendo valor para jóvenes y adultos, y por qué pasa esto justo ahora?
Para algunos será cuestión de familiaridad y nostalgia pura (reencontrarse adolescencia), mientras que para otros, como los millennials, quizás se trate de aproximarse más a la idea de lo tangible.
Entre tantos ceros y unos, no hay que subestimar el influjo que tiene sobre los más chicos el poder tener algo físico , que además es bello como objeto. En particular si hablamos de la calidad artística que históricamente supo tener el vinilo, desde las tapas a los artefactos de reproducción.
A su vez, este valor estético hizo que un disco se volviera coleccionable, otra arista del fenómeno que muestra la afición no sólo por adquirir algo tangible, sino que además tenga valor de historia.
Lucila Melfi y Nicolás Visentín, autores del documental Ruido (aún no estrenado), en el cual investigan el circuito de producción y consumo de vinilos en Buenos Aires, señalan la existencia de dos grupos diferenciados entre los fans del LP: aquellos que crecieron con soportes físicos de la música, y aquellos criados en plena era de accesibilidad sin costo o esfuerzo.
"Para el grupo que nació con formato físico había una emoción y una inversión en esa compra que lo cargaba bastante al disco y a la obra. La llegada del MP3 fue una revolución ya que permite acceder a todo lo que vos quisieras. Bajamos discos y discos, casi sin esfuerzo, pudiendo escuchar cosas que antes eran inaccesibles. Pero en ese proceso hubo una pérdida de valor de la música en sí. Ahora hay una cuestión quizás más de querer revalorizarla: el hecho de decidir gastar plata en eso, ir a buscarlo y tenerlo en formato físico le suma todo eso que perdió. Es un compromiso de parte de la persona que quiere escucharlo", explica Visentín.
Este aspecto afectivo que les solemos conceder a los discos se acopla con una búsqueda (aunque esto se da más bien en públicos más adultos) de una mayor calidad sonora. Sin caer en datos demasiado técnicos más allá de su practicidad y ubicuidad, se sabe que el formato de compresión MP3 siempre fue de los peores a la hora de escuchar música. En Ruido, Paco Gallardo, dueño de una de las mejores disquerías especializadas del país, Exiles Records, avala esto explicando que el LP nos devuelve todas esas imperfecciones y ruidos naturales que la música tiene.
Circuito local
FERIA DE PARQUE CENTENARIO. El lugar elegido por los fanáticos hardcore y coleccionistas para revolver y encontrar tanto gangas como tesoros, ya que tiene precio y variedad. Av. Díaz Velez al 4800, sábados y domingos
EXILES RECORDS. Esta pequeña tienda de discos en pleno Palermo es atendida por su dueño, Paco Gallardo, quien también tiene su propio sello y edita vinilos acá. Honduras 5270, todos los días de 12 a 20:30
EVENTOS PARA AUDIÓFILOS O para acercarse a esta cultura: Buenos Aires en Vinilo, en The Roxy, y la feria de coleccionismo discográfico que se realiza en el Centro Cultural Borges (más info: www.theroxybar.com.ar y www.ccborges.org.ar).
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