La viuda de Rabin abogó en Buenos Aires por la paz
Leit motiv: en su paso por nuestro país Leah Rabin reflexionó sobre el asesinato de su esposo y los atentados antijudíos.
"El tren de la paz ha de seguir su recorrido pase lo que pase hasta llegar a la última estación."
A lo largo de la hora y media en que dialogó ayer con el periodismo Leah Rabin se mostró convencida de esta perspectiva de terminar con los conflictos en Medio Oriente.
El tema de la paz como leit motiv de la conversación retornó una y otra vez en sus expresiones pese a que las preguntas prácticamente abordaron todos los ángulos que eran previsibles frente a esta figura entre ellos el asesinato de su esposo el ex primer ministro Yitzhak Rabin y sus consecuencias políticas; las recientes incursiones en el Líbano; el entorno de las posiciones internacionales que acompañan la actual situación y su reflexión sobre los atentados antijudíos en la Argentina.
Llegó a la sede del encuentro -la Fundación Banco Patricios- sólo con cuatro minutos de retraso a bordo de un automóvil de la representación diplomática de su país y acompañada por el embajador Aviran.
Dentro y fuera del edificio se montó un amplio operativo principalmente a cargo de varios móviles policiales. Personal de la embajada extendió este control a la rigurosa identificación de cada periodista chequeo con detector de metales incluido.
Vestido sencillo gris a rayas una gargantilla tres anillos uno de casada colocado en su anular derecho hace 47 años. A su edad Leah Rabin conserva aquellas señales de la mujer que no ha tenido necesidad de creerse bella simplemente porque lo ha sido. Sobre todo en la vivaz mirada de sus ojos azules.
"Antes del asesinato en Tel Aviv se pegaban carteles en los que se decía que Rabin era un desequilibrado que había perdido la brújula. Estos mismos después han empezado a pensar. A comprender que las palabras también pueden matar."
"No nos van a vencer"
En la jornada organizada ayer por la Fundación Banco Patricios la viuda de Rabin hizo alusión a los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA y dijo que "fue un duelo que vivimos todos desde Israel porque la casa que cayó cayó porque era judía".
En un primer momento Leah Rabin señaló que en Israel "defenderemos nuestra tierra siempre; en el campo de batalla no nos van a vencer". Pero más tarde reivindicó el proceso de paz siguiendo el mensaje de su marido: "El odio es la guerra y es necesario evitarla. Porque una casa puede reconstruirse pero un soldado que cae no se puede recuperar -y concluyó-. Nosotros queremos estar en paz con nuestros vecinos".