La ventaja: no hay que pensar
Si bien la planificación familiar ha sido una práctica frecuente desde siempre en las relaciones familiares, desde hace medio siglo adquirió una vigencia paradigmática al empoderar a las mujeres en el control de su fertilidad y en la regulación del tamaño familiar.
La anticoncepción hormonal logró suprimir la ovulación y se ha constituido de esta manera en el método más eficaz para evitar los embarazos.
Sin embargo, las mujeres que consumen anticonceptivos hormonales tienen un porcentaje de deserción muy alto al año de uso. Lamentablemente, dicen la historia y el conocimiento científico que cuando las mujeres abandonan un método lo cambian por uno de menor eficacia o por ninguno, con lo que la aparición de los embarazos no planificados se convierte en un hecho frecuente.
La investigación biomédica ha logrado producir un implante subdérmico que libera hormonas durante tres años inhibiendo así la ovulación. La eficacia del principio activo es similar a la de las pastillas, las inyecciones, los parches o los anillos vaginales, pero, en realidad, al estar colocado por debajo de la piel, aumenta su eficacia contraceptiva, dado que elimina las responsabilidades personales y de las parejas.
No hay olvidos, no hay que poner y quitar, no hay que recordar, no hay que pensar. La colocación es muy sencilla, la eficacia es muy alta, los efectos indeseados son muy bajos, la seguridad está comprobada y el porcentaje de solicitud de extracción antes de los tres años es prácticamente despreciable.
Lo pueden usar la mayoría de las mujeres sanas de cualquier edad, incluso las adolescentes. La información que llega desde otros países que ya tienen años en su utilización nos muestra un escenario más que promisorio en cuanto a la satisfacción de las mujeres.
Es de esperar que la obstetricia, la ginecología y el Estado a través de sus organismos de fomento de la salud adhieran a incorporar en la información sobre los métodos de planificación familiar esta nueva tecnología contraceptiva en forma de implante subdérmico.
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