La vacuna argentina contra el coronavirus entró en su última etapa de evaluación: buscan 1782 voluntarios
La nueva etapa contará con 10 centros distribuidos en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Salta y la Ciudad
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La última etapa de la investigación para el desarrollo de la vacuna argentina “Arvac Cecilia Grierson” está en marcha. Se trata de los estudios de fase II/III, cuyo primer tramo, que está por culminar y comenzó el mes pasado, contó con 232 voluntarios y se está realizando en dos centros de la Ciudad: el CEMIC y Clinical Pharma. Ahora, la nueva etapa contará con 10 centros distribuidos en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Salta y la Ciudad. Los interesados en enrolarse en el estudio deben ser mayores de 18 años que hayan recibido hasta tres dosis de vacunas contra el Covid-19 (esquema completo y hasta un refuerzo), y podrán inscribirse a través de la web.
Mientras que la primera etapa se centra en la efectividad inmunogénica (respuesta inmune) de la vacuna, en esta segunda fase, que contará con la participación de 1782 personas, se va a evaluar y monitorear la seguridad de la vacuna y su capacidad para producir anticuerpos neutralizantes de tres fórmulas de ARVAC, incluyendo una versión bivalente contra Ómicron y Gamma. Luego, los resultados serán presentados a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para su aprobación como vacuna de refuerzo.
“La primera fase de investigación de esta vacuna fue muy ambiciosa, se hizo con 80 voluntarios y dio muy buenos resultados. Eso auguró una segunda muy buena fase que se inició el 6 de febrero con alrededor de 232 voluntarios, que aún no culminó, y luego se pasará a la fase tres”, explicó Gonzalo Pérez Marc, líder de la fase 3 del ensayo de ARVAC, que estuvo presente en un evento que se llevó a cabo hoy en la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), del que también participó Carlos Greco, el rector de la Unsam, el titular de la cartera científica, Daniel Filmus, la Ministra de Salud, Carla Vizzotti y la líder del proyecto ARVAC e investigadora de la UNSAM y del CONICET, Juliana Cassataro, entre otros integrantes del equipo de desarrollo de la vacuna, tanto del ámbito público como del privado.
La vacuna “ARVAC Cecilia Grierson” es un desarrollo de la Unsam, el CONICET y el Laboratorio Pablo Cassará, con apoyo de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, el Ministerio de Ciencia, Tecnología en Innovación, y de Salud de la Nación, sumados al esfuerzo conjunto de más de 20 instituciones del país.
“Se están realizando los últimos ensayos para demostrar que ARVAC es una vacuna segura y eficaz. Estamos agradecidos por el apoyo de la sociedad. Hasta ahora, 151 personas voluntarias han participado en la primera etapa de la fase II/III, y este número seguirá aumentando hasta completar 232 personas voluntarias. Nuestro próximo desafío es reclutar 1782 voluntarios en distintas provincias y CABA”, dijo Cassataro.
¿Una vacuna anual?
Estos avances en el desarrollo de nuevas vacunas diseñadas para combatir las variantes que surgieron con el correr de la pandemia, más la favorable situación sanitaria, abren la posibilidad de pensar en períodos de interdosis más espaciados, como una aplicación anual.
“Los resultados expuestos durante el encuentro muestran que la vacuna Arvac diseñada para la variante gamma, también ha dado muy buenos resultados para la variante ómicron. Pero creo que es un buen ejercicio crear vacunas bivalentes más allá de que una vacuna con la inmunogenicidad de la gamma te alcance. Y digo esto porque uno tiene que pensar en vacunas que se puedan ir adaptando anualmente, que estimamos, aunque eso lo decidirán las autoridades sanitarias, ese será el período de interdosis en el futuro. También pensamos en vacunas que contarán con combos virales que incluyan el virus de la influenza o el virus sincicial respiratorio”, agregó Pérez Marc.
Al respecto, Filmus expresó que todas las investigaciones muestran que habrá que efectuar campañas de vacunación de refuerzo todos los años, y en algunos casos varias veces al año, y la Argentina será el primer país de América del Sur que tenga esta vacunación con desarrollo propio. Por su parte, Vizzotti destacó que el desarrollo de la vacuna ARVAC “es una prioridad, no solamente para tener un refuerzo de vacuna contra Covid-19 argentina, sino también por iniciar este camino que no se había hecho nunca en nuestro país”.
Se estima que los estudios clínicos de Fase II/III serán completados en el primer trimestre de este año, lo que permitiría que ANMAT autorice la vacuna durante el año próximo. El Laboratorio Cassará ya cuenta con la capacidad industrial para producir hasta 5 millones de dosis mensuales de antígeno vacunal.
“Estamos incorporando más protagonistas a esta historia con un desafío enrome que es la fase II/III, sobre todo para hacerla en los tiempos que necesitamos. Está el desafío de poder reclutar en poco tiempo a tanta gente para tener este año una vacuna que se pueda utilizar. Sentimos una gran responsabilidad, queremos demostrar que nuestro sistema científico y tecnológico está a la altura de las necesidades de la gente, además de que esta vacuna brindará un beneficio económico para el país. Mostrar que podemos generar soluciones para nuestros problemas permite que la gente tenga más conciencia de la relevancia de las políticas de Estado en materia de ciencia”, argumentó Jorge Cassará, uno de los representantes del Laboratorio y Fundación Cassará.
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