La trágica muerte de quien inspiró el templo
El crimen pasional de Felicitas Guerrero
En la antenave de la iglesia Santa Felicitas, el visitante se siente obligado a detenerse durante varios minutos. Imposible no hacerlo, ante la impactante belleza de la estatua de mármol que reproduce la figura de Felicitas Guerrero.
La joven fue asesinada el 29 de enero de 1872 por un hombre que no pudo soportar la idea de que ella eligiera a otro.
Felicitas se había casado a los 16 años con Martín Alzaga, un hombre mucho mayor que ella, de quien enviudó a los 22. Tan hermosa y fina como era, los nuevos pretendientes no tardaron en llegar, todos de la alta sociedad y dueños de importantes fortunas. Uno de ellos era Enrique Ocampo, descendiente de una tradicional familia. Pero ella decidió que se casaría con el estanciero Samuel Sáenz Valiente, y Ocampo enloqueció al enterarse de la noticia.
Como la joven había salido de compras, él la esperó en el living de la estancia de los Guerrero.
Ella llegó, discutieron y poco después se escuchó un disparo. Felicitas estaba muerta. Cuatro años después, en 1876, la familia Guerrero inauguró el templo, cuyo diseño había encargado al arquitecto Ernesto Bunge.