La tragedia de Ecos, 5 años después

Ruta 1, 8 de octubre de 2006. Un choque. Nueve estudiantes y una docente del Colegio Ecos que volvían de un viaje solidario al Chaco, pierden la vida. Frente a un nuevo aniversario del siniestro que marcó un antes y un después en la legislación vial, la imprudencia es la misma. Mientras tanto, las familias de las víctimas, agrupadas en la asociación civil Conduciendo a conciencia siguen batallando para que nuestras rutas dejen de ser trampas mortales.

"Creo que en un principio todo lo que hacíamos tenía que ver con realizar un homenaje a nuestros hijos -cuenta Alba Sáenz, mamá de Federico, al recordar los días terribles que siguieron a la tragedia-. Nos dimos cuenta de que eran chicos que tenían mucho en común: fuerza, compromiso, muchas ganas de hacer cosas. Por eso, desde el primer momento, cuando empezamos a reunirnos, lo que buscamos fue hacer algo. No quedar detenidos en el sufrimiento".

Lo que hicieron no fue poco: además de pelear como leones para que el tema de la inseguridad vial cobrara entidad en la agenda pública y de lograr el apoyo de un enorme arco de personalidades del mundo de la cultura, impulsaron, junto con varias entidades afines, la sanción de la ley 26.353 de tránsito y seguridad vial. Todo, en medio de la enormidad de un dolor imposible de apagar.

"Encontramos que el 90 por ciento de los accidentes viales ocurre por razones que se pueden evitar. No son accidentes, no dependen del azar. Esa es la cuestión: hay responsables", asegura Sergio Levin, papá de Lucas. Con este convencimiento, los integrantes de Conduciendo a conciencia hoy participan de congresos e investigaciones ligadas con la temática vial, promueven campañas de educación y, en un acto de amor y homenaje a sus hijos, organizan cada 8 de octubre un festival de rock solidario que beneficia a escuelas de Chaco y Santiago del Estero.

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