La tendencia que se instaló en la costa atlántica después de la pandemia y cada año se afianza más

Los operadores turísticos están preocupados por el freno en la concreción de alquileres, en parte por el efecto Brasil

LA NACIONDarío Palavecino

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MAR DEL PLATA.— Muchas nubes y, con ellas y cada tanto, algunas gotas de lluvia. Temperaturas que se desinflan y, por si fuera poco, más chaparrones sobre el horizonte de estas fiestas de Nochebuena y Navidad. Complicado el cierre de año para los destinos de playa de la costa que no encuentran en el tiempo un aliado que ayude a remontar una cosecha de reservas que para esta semana tiene todavía sabor a poco y perfila, hacia la celebración de Año Nuevo, el primer gran buen momento de esta temporada.

En el próximo fin de semana aparece el movimiento importante inicial de turistas que llegarán decididos a recibir el 2025 cerca del mar. Las confirmaciones recibidas dan por hecho que hotelería y apartamentos con servicios llegarán al cambio de almanaque con capacidad completa o, si no lo lograron, muy buenos índices de ocupación.

La tendencia se afirmó, en particular después de los tiempos de pandemia. Y estas fiestas rompieron con los viejos protocolos y se permitieron definitivamente la variante de dejar el escenario familiar para alzar la copas y brindar lejos de casa, en algún lugar bonito y ya en pleno plan de vacaciones.

En medio de la inquietud que viene generando este diciembre magro porque tuvo poco sol y hasta por momentos exigió abrigos a mano, y que no es ajeno al boom que está teniendo Brasil entre los argentinos, las mejores noticias parece que llegarán recién con las últimas jornadas del año que se despide. Con más calor, según los pronósticos meteorológicos, pero también con una oleada de visitantes.

El calendario tampoco ayudó con los feriados, que quedaron lejos de la posibilidad de dar forma a fines de semana largo, como había ocurrido en años anteriores. Nochebuena y Navidad son los más acusan el golpe, con un promedio de ocupación entre 50 y 70%, según donde se consulte.

La fuerza de la temporada alta y primer pico de este verano se verá recién en una semana. Entonces sí, por fin, se espera ver a los servicios de alojamiento a capacidad plena.

“Para Navidad estamos en un nivel de 60% de ocupación asegurado, pero para Año Nuevo vamos a estar completos”, aseguró a LA NACION Hugo Tavelli, responsable del Hotel Marcin, un alojamiento cuatro estrellas en Cariló, que llega a esta fecha con un atractivo flamante y cargado de expectativas: su nuevo restaurante Marea, con cocina de mar y un menú muy especial para la cena de fin de año.

Los operadores del rubro reconocen que resulta bastante más difícil movilizar a los turistas en medio de la cita navideña, en particular cuando hay niños de por medio, donde la casa propia o la elegida para el encuentro familiar es sinónimo de Papá Noel y regalos.

La primera avanzada

Aun así ya se ve por aquí a la primera avanzada. “Desde el 20 comenzó a ingresar gente”, aseguró Silvia Melgarejo, responsable de Constructora del Bosque, y anticipó que la cantidad de propiedades alquiladas para este período que va desde Navidad a Año Nuevo ya duplica a los registros de misma fecha del año anterior.

“Aquí lo importante es que no van a quedar casas cerradas porque aquello que quizá no pueda ser alquilado será ocupado por los propios propietarios”, aseguró a LA NACION sobre una dinámica que estima que se extender durante enero, período para el cual las reservas ya superan el 75%.

Datos de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica de Pinamar confirman que para este período de fiestas de fin de año Cariló pica en punta con las preferencias: promedia un 90% de ocupación y en 70% anda Pinamar. Para Nochebuena y Navidad esa demanda cae al 60% o 50%.

Lo que mejor está funcionando dentro de la demanda existente es el segmento de unidades con mayor comodidad y bien cerca del mar. “En Navidad estamos al 80% y el 20% pendiente corresponde a las unidades más pequeñas, tipo monoambientes”, explicó Joaquín Bustillo, de Celtis, que administra varios complejos en Cariló. “Todo lo que sea departamento frente al mar está alquilado”, remarcó.

Algunos metros más inmersas en el bosque hay otras propuestas donde, como en el caso anterior, lo más pedido es con mayor tamaño y comodidad. “Ahí estamos al 70% para Año Nuevo y un poco menos para Navidad”, puntualizó.

Espectáculos de fin de año

Por estas celebraciones se suman atractivos. Este 24, 27 y 29 de diciembre, a las 21, se anuncian espectáculos de mapping abiertos a todo público con proyección sobre el spa de Ville Saint Germain, un complejo de Cariló.

Mientras tanto se palpita un enero que todavía marcha a ritmo más lento de lo habitual en materia de reservas. Aún a pesar de precios que se han ajustado para sumar capacidad competitiva, los operadores todavía no encuentran el ritmo de confirmaciones que esperan.

Mar del Plata es, una vez más, el gran foco y faro de la costa atlántica. La misma preocupación hay por aquí como en el resto de la costa atlántica, donde ven que hay movimiento pero todavía lejos del ritmo de años anteriores.

En el rubro de hotelería de categoría reconocen que van a recibir el 2025 con casi la totalidad de sus plazas ocupadas. Incluso esperan a esos huéspedes con algunas cenas especiales, puertas adentro. Para este martes y miércoles, con la transición desde la Nochebuena a Navidad, todo marcha bastante más calmo.

Con el tiempo a contramano, el mejor indicador de temporada vuelve a ser el teatro. El año pasado fue el rubro estrella, con números récords. Otra vez desde el concepto de “Precios amigables”, con tickets que no superan los 28.000 pesos, perfila un arranque de verano mejor que el anterior.

Y en coincidencia con estas fiestas, también se pone en marcha la nueva locomotora del turismo marplatense: la nocturnidad apuntada a un segmento de jóvenes y jóvenes no tan jóvenes. Un estrato que va desde los 18 a los 35 años a los que, en estos últimos años, la ciudad se ganó a fuerza de propuestas muy fuertes. Sea por espacios de diversión como desfile de figuras artísticas, desde músicos hasta DJ´s.

Por eso es que varios de esos lugares, después del brindis de Nochebuena, han programado sus primeras megafiestas. Las habrá en Playa Grande, donde Bruto se convirtió en un imán. Primer paso de un programa que se multiplicará hacia el fin de semana, con primeros espectáculos en los paradores del sur. El 28 será la apertura de Mute, epicentro de las fiestas electrónicas, en una madrugada que tendrá como DJ´s convocados a Fran Otero, Hot Since 82 y Cuartero.

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