La sortija en la calesita de la vida
Una calurosa tarde de enero buscaba pasajeros en mi taxi, en la zona de Boedo. En una esquina me paró una señora con una jovencita que necesitaba viajar hasta esquina de las calles Muñiz y Venezuela, para acompañar a su sobrina, Luego volveríamos al punto de origen.
Después de subir, la señora vio el cartel que promociona estas columnas, y me preguntó si tenía muchas historias. Le respondí que sí. Entonces me hizo un comentario sobre una curiosidad que yo también conocía pero sobre la cual aún no había escrito. Se trataba de la Calesita de Don Luis, que está ubicada en el patio de la casa de éste, en la intersección de calles Ramón L. Falcón y Miralla, del barrio de Liniers.
Seguimos conversando y llegamos a la primera etapa del viaje. La jovencita bajó del auto y se encontró con dos chicas de su edad. Luego partimos nuevamente. Durante el trayecto del viaje continuamos conversando y la señora Esther, tal era el nombre de la señora, me ilustró sobre otras curiosidades sobre la calesita del barrio de Liniers.
Resulta que ella concurría de niña a la calesita de Don Luis, al igual que el resto de los chicos del barrio. Entre ellos se encontraba quien sería su esposo. Por aquel entonces no se conocían, aunque vivían cerca, en el cruce de las calles Caruhé y Caaguazú.
Ya estábamos llegando a Yapeyú y Agrelo, cuando Esther me contó que a la fecha concurre con sus nietos Martina, Candelaria, Marcos y Santiago a la misma calesita. Cuando los pequeños se retiran luego de haber disfrutado de vueltas y vueltas, me contó, el calesitero le regala caramelos a cada uno de los niños que acuden a su calesita. En la actualidad, Esther concurre sola con sus nietos al "tiovivo", porque hace unos años, tal como ella me dijo, su esposo decidió irse a vivir a los cielos. Lo recuerda con mucho cariño. Con los ojos brillantes por las lagrimas traviesas que pugnaban por aparecer, me contó sobre la hermosa familia que habían logrado formar. En su memoria la disfruta y lo tiene presente permanentemente.
La señora Esther se bajó en la puerta de su casa, nos despedimos y le prometí que escribiría la historia de Don Luis, el calesitero de Liniers.
Como resultado de la charla mantenida, busqué mas información sobre el tema y aquí les hago una somera reseña de su historia de vida.
Grande fue mi sorpresa cuando me enteré que Don Luis tiene con 90 años. Los cumplió el pasado 4 de noviembre. Con una vitalidad increíble y buen humor continúa con su oficio de brindar a sus pequeños clientes alegría y felicidad al concurrir a su calesita.
Fui hasta la esquina de R.L.Falcón y Miralla. La calesita estaba cerrada porque empieza a funcionar a partir de las 17.00 horas. Desde la calle se ve poco, solamente la parte superior porque hay un muro perimetral para protección de los niños.
La foto que ilustra la nota tuve que tomarla desde otro sitio.
Don Luis Rodriguez heredó la calesita de sus padres. Antes estaba ubicada en otro predio, pero con los años él se hizo cargo y finalmente la trasladó a su actual ubicación, en el patio de su casa.
Al recorrer la zona y conversar con algún vecino mayor, es factible que nos manifieste: "Yo de chico fui a la calesita de Don Luis".
La Asociación Argentina de Calesiteros le entregó a Luis una placa recordatoria por sus noventa juveniles años y ese día se conmemora el "Dia del Calesitero".
Don Luis ha sacado muchas veces la sortija de la vida que hasta la fecha le permite continuar brindando felicidad y alegría a nuevas generaciones de chicos de barrio de Liniers.
Un cariño para él y mi respeto para Esther que con su recuerdo me permitió adhentrarme en esta hermosa historia, la propia y la de Don Luis.
Será hasta nuestro próximo encuentro.
Respuesta de la foto publicada el lunes pasado
La foto publicada la semana pasada en la sección Reconociendo Buenos Aires, corresponde al monumento realizado por Máximo Real del Sartre, como homenaje a Santa Juana de Arco y se denomina "Juana de Arco en la hoguera".
La pieza escultórica se encuentra ubicada en la avenida costanera Rafael Obligado, en la dársena de acceso al Club de Pescadores.
¿Qué lugar de la ciudad es? Deje su respuesta, el lunes próximo, se revelará la incógnita
* Carlos Guarella hace 15 años que es taxista y remisero. Su profesión original es Dibujante, Ilustrador y Diseñador Gráfico. Además es historietista y estudió con maestros del dibujo como Alberto Breccia y Hugo Pratt. También es Maestro Mayor de Obras. Trabajó muchos años como diseñador para importantes laboratorios medicinales, desarrollando literaturas, folletería y packaging. Integró la Asociación Argentina de Promotores Publicitarios y fue editor y director de la revista "Horas de Radio", un mensuario de 10.000 ejemplares que se vendía en todos los kioscos de Capital y GBA. Fue productor y conductor de varios programas radiales en distintas emisoras y columnista. Sus placeres: manejar automóviles; dibujar, escribir y la hacer radio. Tiene 66 años y el auto que maneja en la actualidad es un Chevrolet Corsa Wagon. Trabaja al volante 12 horas diarias. cware42@gmail.com.
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