La segunda en menos de una semana: las hipótesis sobre las causas de la muerte de la ballena varada en Valeria del Mar
El animal habría fallecido entre el miércoles y el jueves; si bien aún restan análisis sobre el cadáver, los especialistas especulan que el ejemplar podría haber sufrido una enfermedad infecciosa que lo desorientó o tuvo complicaciones por malnutrición
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VALERIA DEL MAR.- Con uniforme escolar, recién salidos del colegio, los chicos enfrentan el mediodía de viento frío para acercarse al mar y presenciar ahí nomás esa ballena jorobada de más de ocho metros de largo, que entre el miércoles y el jueves llegó moribunda hasta la arena firme y hoy desde temprano era objetivo de biólogos en procura de muestras para determinar qué fue lo que le provocó la muerte. Mientras se esperan los resultados de la autopsia, los expertos especulan que las causas del deceso podrían ir desde una enfermedad infecciosa hasta complicaciones por malnutrición.
La inquietud se incrementa porque es la segunda que aparece en esta misma franja de playas pinamarense en poco menos de una semana y, como había ocurrido con la primera, también se trata de un animal considerado juvenil. Hembra, en este último caso.
Este que derivó a la costa frente al parador La Pérgola, en Valeria del Mar, se estima que murió entre la noche del miércoles y muy probablemente durante las primeras horas de este jueves. Su cuerpo estaba intacto cuando lo advirtieron quienes temprano emprendían una caminata por la zona.
“Estaba fresco, de muerte reciente”, afirmó a LA NACIÓN el biólogo Sergio Rodríguez Heredia, a cargo del centro de rescate de la Fundación Mundo Marino. Apenas pudieron hacer una observación externa en esas primeras horas porque la pleamar ganó la superficie y se complicaba avanzar con el registro de muestras para análisis de esos restos.
Ese paso se dio este viernes, desde temprano, ya con el mar en retirada y entonces con ciertas comodidades para que profesionales y técnicos trabajen sobre el animal. “Orcas había visto, pero ballenas no”, dijo Bettiana, de 10 años, que, con su hermano Nicolás, se acercó hasta el cerco perimetral improvisado con cintas y desde casi 15 metros vió cómo se procedía a la disección del cadáver.
Migración
Tiene 8,30 metros de largo y se estima que en función de ese tamaño y otros parámetros se podría arriesgar que es un ejemplar de unos 5 a 8 años de edad. Le detectaron algunas lesiones exteriores pero casi todas cicatrizadas, por lo que se da por entendido que son de vieja data y producto de la vida en las profundidades. A veces se vinculan con heridas que le dejaron otros animales, otras con roces con embarcaciones.
La migración de ballenas es una constante de esta época del año. En este sector de la costa bonaerense ya se consideró iniciada la denominada temporada de avistajes, como se menciona a estos meses en los que se ve a estos animales con mayor frecuencia. En muchos casos desde embarcaciones, pero es habitual que se acerquen a la costa y que se las pueda ver con facilidad desde las playas o desde algún paseo costanero. De hecho hay casos en los que, por ejemplo, han ingresado al espejo de agua interior del puerto o la Base Naval de Mar del Plata.
El primer hallazgo se dio días atrás en la zona norte de Pinamar, en cercanías de La Frontera. También hubo aviso a organizaciones ambientales y las especializadas en rescate de animales, pero poco se podía hacer. Lo que llegó a la costa fue un esqueleto con unos pocos restos de los que casi no se podía obtener información de interés científico.
En este segundo caso el animal está intacto y su muerte es reciente, por lo que los profesionales pueden tomar de ese cadáver todos los órganos y otras muestras de interés para su relevamiento. “Comenzamos el primer día con la piel, sus lesiones y parásitos”, apuntó a LA NACIÓN el veterinario Juan Pablo Loureiro, de la Fundación Mundo Marino. Y también indagaron en sus datos morfológicos como estimaciones de peso y edad.
“Lo que más nos llama la atención es que es un animal joven, y que podría tener alguna relación con el otro animal varado en Pinamar”, dijo y recordó en ese caso era un cadáver muy dañado, por lo que no pudieron intervenir demasiado.
Estudios
Sobre la ballena de Valeria del Mar se pudieron realizar in situ algunas ecografías, que pueden ser de gran valor informativo. Una profesional española que se encuentra en la zona se ocupó de ese paso. Así pueden conocer el estado interno de los órganos.
El siguiente paso fue abrir el cuerpo. Se seccionó la aleta izquierda para poder acceder con mayor comodidad desde un lateral y llegar al estómago, al páncreas, al duodeno y demás órganos que serán derivadas al laboratorio de Patología de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata para su análisis.
Tres causas de muerte que pueden explicar de manera genérica la muerte de los ejemplares en casos de varamiento son: embarcaciones que las golpearon, ingestión de basura y por contaminación ambiental. En todos los casos con mayor o menor responsabilidad humana.
Sin embargo en esta situación, se baraja otra hipótesis, como alguna enfermedades de tipo infecciosas. La brucelosis, por ejemplo. Y que en este caso es una posibilidad válida. “Revisamos una posible muerte por brucella”, dijo Loureiro y destacó un trabajo que se está realizando en conjunto con el Instituto Malbrán sobre el posible impacto de esta bacteria. Le describió efectos importantes sobre el sistema neurológico. “Los desorienta y los hace varar”, puntualizó.
Signos
Diego Rodríguez, biólogo investigador y director del Grupo de Investigación de Mamíferos Marinos de la Universidad Nacional de La Plata, dijo a LA NACIÓN que estos últimos casos que aparecieron en costas pinamarenses son animales juveniles y con signos de desnutrición. “No hay elementos que pudieran sugerir una colisión o incidentes con elementos de pesca”, aclaró sobre este tipo de causal que incide en el 30% de las ballenas pequeñas halladas sin vida en las playas de este frente marítimo.
Precisó además que el 70% de las ballenas que llegan sin vida o mueren en sectores de costa son juveniles, como estas últimas dos detectadas aquí. Están en tránsito desde Banco de Abrolhos, en Brasil, y migran hacia Georgias del Sur.
“Es probable que esos juveniles que cortan el período de lactancia no puedan completar sus viajes migratorios, vaguen por estas zonas sin lograr alimentarse bien por falta de experiencia o de alimento, en este caso placton”, señaló Rodríguez.
Los trabajos de extracción de muestras se completarán en el transcurso de la tarde y se espera que a última hora, antes de que anochezca, con apoyo de dos palas mecánicas que se usaron para acomodarla sobre la playa se retirarán los restos para su enterramiento, que se hará en una fosa que se cavó sobre estas mismas arenas, al pie de un médano.