La ruptura del glaciar Perito Moreno tiene en vilo al turismo
Cerca de 6000 personas permanecieron en el parque nacional a la espera de ese espectáculo
GLACIAR PERITO MORENO.- Ni la lluvia constante ni la baja temperatura impidieron que cerca de 6000 personas se apostaran todo el día en las pasarelas frente al glaciar Perito Moreno para ser parte de ese milagro fugaz que encierra cada rompimiento del dique de hielo. Anoche el puente de hielo resistía los embates del agua, pero nadie podía prever cuándo ocurrirá la caída final.
El Parque Nacional Los Glaciares abrió puntual a las 8, a esa hora llegaron los ansiosos por ubicarse en los mejores lugares. El balcón inferior de las pasarelas permite una vista frontal del túnel de hielo y es uno de los sitios favoritos. Allí estaban César Girolini y Carolina Basualdo, una pareja que en octubre partió desde Córdoba en una combi Volkswagen del 68 con la ambición de llegar a Alaska y el glaciar los sorprendió con su ruptura.
"Partimos buscando un estilo de vida diferente, nuevas experiencias, conocer personas y vivir de otra forma, el viaje es todo lo que conozcamos en el camino a Alaska", comentó César a LA NACION. Ambos abandonaron sus trabajos en la industria farmacéutica para andar por los caminos de América y al saber del rompimiento se quedaron a esperarlo.
Hay otros que pese a trabajar o vivir aquí desde hace tiempo es la primera vez que logran ser testigos directos, como el comerciante Rodolfo Novelle. "Después de 27 años en El Calafate tuve la suerte de ver el comienzo de ruptura del dique del glaciar", cuenta mientras ingresa al bar, en el estacionamiento superior, a tomar un café que le caliente el cuerpo; el alma ya está feliz.
Si bien las escalinatas y rampas metálicas son seguras, no faltaron algunos accidentados leves. "Todo se pudo solucionar en el puesto del Samic, el hospital de alta complejidad de la ciudad ", detalló a LA NACION el interventor Gastón Ortiz Maldonado.
El fenómeno coincidió con la llegada de la viceministra de Salud de la Nación, Josefina Rodríguez, que recorrió hospitales de Río Gallegos y El Calafate e inspeccionó la seguridad de las prestaciones de emergencia.
El glaciar desparrama magnetismo. Solo quienes lo presencian comprenden el pulso que lleva quedarse inmovilizado a la espera de la próxima explosión.
¿Ruptura o rotura? Es uno de los debates que surgen en cada proceso. Según la Real Academia Española (RAE), la rotura es el quiebre de un cuerpo sólido, en tanto que ruptura se aplica al rompimiento de relaciones o vínculos entre las personas.
Correspondería llamarla rotura, pero, por costumbre, aquí todos hablan de ruptura. Quizás porque el hielo cobra vida cada vez que decide abrazarse amorosamente a la tierra; cuyo lazo deberá romper indefectiblemente cuando decida separarse en ese ruidoso proceso del cual somos testigos privilegiados por estas horas. Esa ruptura es, vaya paradoja, también una celebración.
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