La Quiaca: una concejala fue disfrazada de perro a una sesión
La legisladora reclama la aprobación de una ordenanza que permitiría la castración masiva de canes, que tienen un sostenido crecimiento demográfico en la zona
- 3 minutos de lectura'
Una protesta. Así lo justificó la concejala de La Quiaca, Jujuy, Felisa Nieve. La funcionaria llegó disfrazada de perro a la sesión del Concejo Deliberante para reclamar la aprobación de una ordenanza que permitiría la castración masiva de canes, que tienen un sostenido crecimiento demográfico en la zona.
La sesión se dio el lunes, cuando Nieves sorprendió a sus pares y el resto de asistentes del Concejo Deliberante con un disfraz de perro. La mujer se mantuvo con el traje puesto durante toda la reunión en la ciudad fronteriza.
Según explicó la edil, su intervención fue visibilizar la problemática. “Más vale perro castrado que 100 vagando”, rezaba un cartel que pegó sobre su banca. Por su parte, su par Hugo Barro lució una bandera que decía: “La castración debe ser ley”.
“Esto fue en protesta y en apoyo a los proteccionistas que presentaron el proyecto de ordenanza”, dijo Nieve, en diálogo con C5N, y denunció: “El oficialismo decidió cajonear por costos este proyecto que tanto nos hace falta a los quiaqueños”.
Además, en diálogo con Cadena 3, la concejala Nieve indicó que irá a sesionar vestida de mascota hasta que se apruebe la ordenanza para la castración masiva de perros. “A los quiaqueños nos hace falta que se apruebe”, dijo, y consideró la iniciativa “indispensable”.
“Tenemos cantidad de perros que se reproducen día a día, las protectoras no dan abasto”, observó, y enfatizó: “Los animales corren riesgo de convertirse en asilvestrados y salir a hacer daños en las localidades próximas que viven de ovejitas, cabritos y llamas”.
Y finalizó: “Con esta castración masiva es obvio que no vamos a sacar a los callejeros de la calle pero sí vamos a evitar que se sigan reproduciendo”.
Otra medida, en San Juan
La problemática de superpoblación de perros también impacta en otras provincias. En San Juan, un intendente propuso una medida que derivó en una ola de críticas: sacrificar a perros que pasados los seis meses en el refugio municipal no hayan sido adoptados.
Se trata del intendente del Frente de Todos del departamento Ullúm, el abogado Leopoldo Soler, que elevó la propuesta al Concejo Deliberante para buscar el respaldo del cuerpo, que en principio era unánime –los cinco concejales estaban de acuerdo–, pero después de la trascendencia pública uno de ellos ya expresó su cambio de postura.
La iniciativa se originó por la cantidad de perros callejeros que se transforman, en muchos casos, en cimarrones y que hace unas semanas se cobraron la vida de un hombre de 43 años. Sin embargo, este no fue un caso aislado, ya que son varias las personas atacadas en los últimos tiempos por estas jaurías.
En declaraciones a LA NACION, Soler explicó: “[El proyecto] se trata de un refugio para animales, para darle de comer a los perros callejeros. Precisamente es para animales que merezcan la denuncia de algún vecino o la situación fáctica de hecho que amerite considerarlos peligrosos o molestos para la paz social, el tránsito vial, la permanencia en determinados lugares”.
Y continuó: “Hablamos de un proyecto. Es una idea de un intendente a través de un proyecto de ordenanza municipal remitido al Concejo Deliberante a través del cual se apunta a recoger de la calle todos aquellos animales que puedan estar descuidados, enfermos o que sean peligrosos”. Por otro lado, consideró: “Ya tenemos el centro de Zoonosis donde hemos castrado más de mil animales en el último año, pero la idea es avanzar sobre aquellas personas que se encuentran perjudicadas como aquellos perros peligrosos o situación de atentado con animales callejeros”.
Otras noticias de Hoy
- 1
Rosario: dejaron a otro perro encerrado en un auto y la policía rompió el vidrio para rescatarlo
- 2
Por qué los mayores de 60 años no deberían tomar vitamina D
- 3
¿El mate nos hace más felices? El sorprendente descubrimiento de un estudio científico
- 4
Esta vez, en Santa Cruz: otro estremecedor caso de un mono carayá rescatado con su cuerpo atrofiado de una casa