La policía rescató a Antonio Echarri
Dos secuestradores fueron detenidos; la víctima dijo que lo trataron bien durante el cautiverio; recuperaron dinero
Eran las 19.28 cuando Antonio Echarri vio a su hijo Pablo por televisión pedir a los gritos que la policía y la prensa dejaran el camino libre para que él pudiera recuperar su libertad.
Entonces se abrazó con el secuestrador que lo vigilaba y lloró. Luego le dieron un vaso de agua. Así, al cierre de esta edición, lo relató telefónicamente a LA NACION la víctima del caso que tuvo en vilo a buena parte de la sociedad durante una semana. Antonio Echarri había sido secuestrado en su quiosco de diarios en el barrio Crucecita, de Avellaneda.
Según informaron fuentes judiciales y policiales, el padre de Pablo Echarri fue rescatado ayer, minutos después de las 20, de la casa de la localidad de Corimayo, en el partido de Almirante Brown, donde los secuestradores lo mantuvieron cautivo durante siete días.
De acuerdo con las fuentes, la familia de Antonio Echarri no pagó un nuevo rescate y los efectivos de la División Delitos Complejos y Narcocriminalidad de la policía bonaerense detuvieron a los dos delincuentes que custodiaban a la víctima en la casa situada en Sarcione 792, casi esquina Ratti.
"Siempre me trataron bien. Nunca me quisieron hacer daño ni me pegaron. También me dieron los remedios para la diabetes y para el corazón", dijo, emocionado, Antonio Echarri a LA NACION. El padre del actor afirmó que durante su cautiverio siempre estuvo en la vivienda donde la policía lo encontró ayer.
"Cuando vi a mi hijo por la televisión me quebré. Me puse a llorar. Uno de los muchachos que me cuidaba me abrazó, me dio un vaso de agua y me dijo: "Bueno Antonio, nos tenemos que rajar". Se fueron y me dejaron solo. Después llegaron los muchachos de la policía, que Dios los bendiga por haberme rescatado", agregó el padre del popular actor.
Así, solo y demacrado, lo encontró la policía, sentado en una silla y con la bolsa de remedios en la mano. Estaba frente a un televisor blanco y negro y junto a un colchón tirado en el piso. No estaba ni atado ni vendado.
De acuerdo con fuentes de la investigación, unos minutos antes, los policías de Delitos Complejos y de la Departamental Lomas de Zamora detuvieron a los dos secuestradores que cuidaron a Echarri.
Los vecinos dijeron que la vivienda había sido alquilada por uno de los malvivientes, que sería hijo de un ex suboficial de la Policía Federal y que trabaja en una remisería cercana. La policía llegó hasta allí por el dato aportado por un vecino.
Solos y traicionados
Los delincuentes que vigilaban a Echarri habrían decidido huir cuando confirmaron que fueron traicionados por la otra parte de la banda, que se apoderó de los casi 200.000 pesos que el actor pagó por el rescate de su padre, el martes último.
"Traicionados por sus camaradas, abandonados por los jefes de la banda y con la policía cerca, los dos delincuentes que vigilaban a Antonio Echarri intentaron escapar, pero los capturamos", dijo una calificada fuente de la investigación.
Hasta anoche, la policía logró recuperar $ 175.000 de los casi 200.000 pesos que se habían pagado como rescate y detuvo a ocho delincuentes.
Fuentes judiciales identificaron a los detenidos como Noelía Castro, Germán Cerrand, Esteban Furtado, Alberto Wilson, Josefina Agüero y Juan Cajigal. Según los informantes, uno de los sospechosos habría salido de la cárcel un mes antes de secuestrar a Antonio Echarri.
Sin embargo, no trascendieron las identidades de los dos sospechosos que custodiaban al padre del actor.
Luego de ser rescatado, Antonio Echarri fue llevado hasta la Delegación Bernal de Delitos Complejos. Allí declaró ante el juez federal de La Plata, Manuel Humberto Blanco, y tomó mate con el comisario mayor Angel Casafuz. También lo revisó un médico.
A las 22.32, un grupo de policías acompañó a Antonio Echarri hasta su casa, en Pico 911, de Villa Dominico. Allí salió a la terraza, saludó a sus vecinos. Otra vez volvió a llorar, cuando se abrazó con su hijo Pablo.
Captura
- CORDOBA.- El presunto jefe de la banda que secuestró al joven Federico Ariente, liberado tras el pago de 400.000 pesos, fue identificado como Martín Luzzi, de 24 años, para quien se libró orden de captura, revelaron fuentes de la investigación. Los informantes dijeron que adquirió predicamento en el hampa por su "fiereza en asaltos donde se realizaron toma de rehenes" y su vinculación con la droga.