La polémica por la posible presencia de asbesto en la línea B paralizó el subte
La presencia de asbesto, un material cancerígeno, en un vagón del subterráneo de Madrid sigue causando temor en España y alerta en Buenos Aires, donde circulan varios trenes adquiridos al sistema de transporte español. Al retiro preventivo de tres formaciones para evitar cualquier tipo de contacto, al menos hasta que se realicen nuevos estudios sobre la flota, se sumó ayer una huelga que alimentó la polémica y paralizó la red porteña a partir de las 20.
El reclamo de los trabajadores –una acción en espejo con lo que ocurrió en Madrid, donde también los operarios interrumpieron el servicio por idénticas razones– se basa en las sospechas españolas de la presencia de asbesto en los trenes CAF de la serie 6000, los mismos que en 2013 fueron adquiridos por el gobierno de la ciudad para sumarlos a la línea B. Desde Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) descartaron la existencia de ese peligroso material, cuyo uso en la Argentina está prohibido desde 2003, en los vagones que circulan en la red local. Sin embargo, anunciaron la creación de una comisión especial para evaluar las condiciones de toda la flota de ese modelo, que ya empezó a ser sometida a evaluaciones.
El paro, que complicó la vuelta a casa de decenas de miles de pasajeros, se decidió y realizó el mismo día que la Unión Tranviaria Automotor (UTA) fue convocada a una audiencia en la Subsecretaría de Trabajo, Industria y Comercio porteña para empezar a discutir la escala salarial de este año, que venció el 28 de febrero pasado. La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp) no forma parte de esta negociación al perder la personería gremial que tuvo durante algunos años.
El 20 de febrero, ante la noticia en Madrid de la presencia de asbesto en los coches CAF 5000 y del cáncer diagnosticado a un operario que trabajaba en esa flota, 27 vagones de la misma serie que circulaban en la red porteña fueron retirados del servicio.
Días más tarde, el metro madrileño informó que había encontrado asbesto en un coche CAF 6000, los dotados con aire acondicionado y cierre hermético que también se mueven por Buenos Aires. Por esta razón, y para descartar cualquier tipo de especulación, Sbase determinó revisar los 60 coches de este modelo (diez trenes) adquiridos años atrás con la supervisión de una comisión conjunta integrada por representantes propios, de Metrovías, "los gremios", la Agencia de Protección Ambiental, la Subsecretaría de Trabajo y el Ministerio de Salud de la ciudad.
"La evaluación se realizará luego de dos informes que arrojaron resultados negativos sobre la presencia de ese material en los coches: uno derivado de las primeras revisiones realizadas por el operador y otro a cargo del metro de Madrid", informaron voceros de Sbase. "El análisis de la flota porteña se decidió luego de que la empresa española confirmó a los medios la presencia de un componente de un coche CAF 5000 en otro modelo 6000 como los que circulan en la línea B. Se trata de una sola unidad que se encontró en España y que no forma parte del lote vendido a Buenos Aires", agregaron.
Además de las 10 formaciones que se inspeccionarán, la línea B cuenta con otros 14 trenes Mitsubishi que están fuera de discusión. El organismo estatal adelantó que si confirman la presencia de material cancerígeno en elementos del material rodante adquiridos al metro de Madrid iniciarán acciones legales.
"El asbesto es un material poco perceptible, en forma de partículas en el aire que se desprenden del elemento que está protegiendo. Si se respira a diario comienza a afectar el aparato respiratorio y a tapar los pulmones, provocando problemas respiratorios y hasta cáncer", sintetizó el doctor en farmacia y bioquímica Marcelo Peretta. "Al impedir la libre circulación del aire, el intercambio de oxígeno, se genera una insuficiencia respiratoria", sostuvo.
Los líderes de la Agtsyp, que negaron haber sido convocados a la comisión que empezará a evaluar los CAF 6000, amenazaron con continuar con las medidas de fuerza "hasta tener plena seguridad de que ninguno de los trabajadores está expuesto al material cancerígeno". Aun si se hallaran rastros del material, no significaría un riesgo para los pasajeros.
La polémica también se metió en la Legislatura porteña. La semana pasada, un diputado de Unidad Ciudadana presentó un pedido de informes sobre la cuestionada compra de estos vagones usados a Madrid. Entre 2011 y 2014, el gobierno porteño adquirió 36 vagones CAF 5000 y 86 coches CAF 6000; por esta última operación se pagaron 32 millones de euros. Su puesta en servicio demandó una serie de adaptaciones en los trenes y las estaciones que elevaron los costos y demoraron los tiempos considerablemente.
Prevención y controles
27 CAF 5000
Comprados a Madrid se retiraron de la línea B tras el diagnóstico de cáncer en un operario que trabajaba en el metro español
60 CAF 6000
Con aire acondicionado y cierre hermético de la línea B será revaluados por una comisión interdisciplinaria; ya habían sido examinados