La Plata: el macabro hallazgo en el cementerio municipal que abrió una investigación penal
En cuatro galpones del establecimiento, en medio de un relevamiento, encontraron 501 ataúdes y unas 200 bolsas consorcios con restos humanos; la mayor parte estaba sin identificación; la Justicia busca averiguar la comisión de posibles ilícitos
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LA PLATA.- La Justicia penal bonaerense investiga la aparición de centenares ataúdes y bolsas de nylon con restos humanos en total estado de abandono y, en la mayoría de los casos, sin la correspondiente identificación que fueron hallados en distintos galpones del cementerio municipal de esta capital.
Las actuales autoridades municipales, encabezadas por el intendente Julio Alak (Unión por la Patria), acusaron a la anterior gestión a cargo de Julio Garro (Juntos por el Cambio) por un virtual abandono del lugar. Cerca de este último jefe comunal alegaron que una medida judicial impide intervenir en la necrópolis al menos desde la época de la inundación de La Plata.
La intendencia presentó ayer una denuncia penal ante la Unidad Funcional de Investigaciones (UFI) N°15, a cargo de María Cecilia Corfield, quien deberá ahora determinar la posible comisión de delitos. Al mismo tiempo, comenzó a intervenir el Registro de Personas Desaparecidas del Ministerio de Seguridad provincial, conducido por el prestigioso antropólogo forense Alejandro Inchaurregui que ya se hizo presente en el lugar.
Según el informe oficial, que las propias autoridades calificaron como provisorio fueron hallados 501 féretros y unas 200 bolsas de consorcio con restos óseos en su mayoría sin identificación alguna.
El relevamiento realizado por la comuna forma parte de una serie de auditorías en todas las áreas de la administración iniciadas por orden de Alak luego de asumir el cargo en reemplazo de Garro que gobernó la ciudad durante los últimos ocho años.
Según relató a LA NACION el secretario general de la Municipalidad, Norberto Gómez, del que dependen el cementerio, “cuando ingresamos al lugar nos dimos cuenta del gran deterioro en que estaba el predio pero ni imaginamos lo que íbamos a encontrar”. De hecho, el 22 de diciembre último, a poco de asumir el nuevo gobierno, se dispuso la clausura del acceso principal que presentaba riesgo de derrumbe de su mampostería por falta de mantenimiento.
Dada la magnitud de las irregularidades que se iban constatando se decidió labrar un acta e iniciar un sumario interno y se requirió la participación de agentes del Registro Provincial de las Personas y del área de Personas Desaparecidas del Ministerio de Seguridad bonaerense.
El procedimiento abarcó cuatro depósitos donde se encontraron diversas anomalías. Se aclaró que en todos los casos se trata de reductos que no están destinados a la conservación de cadáveres o restos óseos humanos.
Según se precisó, en el galpón denominado “Protectora” se hallaron, bajo 15 centímetros de agua estancada, 16 féretros con una protección interior metálica, lo cual denota, según se indicó, que su procedencia pudo ser de una bóveda o un nicho. “En este caso han sido suprimidas las identificaciones correspondientes, dado que no contaban con las chapas que contienen la información necesaria. En el lugar, que es un subsuelo con escalera, se encontró olor fuerte y nauseabundo, además de féretros en el piso con agua estancada”, señalaron desde la Comuna.
En el segundo ambiente inspeccionado, denominado “Sala de velatorios”, se hallaron arrumbadas cerca de 200 bolsas de consorcio con restos óseos, en su mayoría sin ningún tipo de identificación. En este espacio también se encontraron otros 15 cajones mortuorios.
En el tercer depósito, ubicado en el segundo piso del edificio central del cementerio, el panorama cambió ya que al descubrimiento de cuerpos se sumó un fuerte olor nauseabundo. Allí se encontraron cientos de féretros de personas adultas y 22 correspondientes a niños que llevaban la identificación de “angelitos”. De igual modo, también hay bolsas de consorcios con restos óseos y huesos desparramados por el piso.
Por último, en el cuarto depósito, llamado “galpón de arena”, se detectaron cuatro lugares separados con más de 107 ataúdes indiscriminadamente arrumbados junto a más bolsas con restos humanos.
Las autoridades remarcaron que todos estos sitios se encontraban en muy mal estado de conservación y limpieza, con olores nauseabundos.
“Gravedad”
“La gravedad el hallazgo también reside en que en muchos casos no se encontró la placa de los datos identificatorios”, indicó Gómez, quien aclaró que “una vez que advertimos que no se trataba de una cuestión de ordenar el desorden decidimos dejar todo como estaba y recurrir a la Justicia”.
“No encontramos ni un cuaderno con los movimientos internos, apenas algunas fichas totalmente desordenadas escritas a máquina sin respaldo digital”, afirmó el funcionario. Y aclaró que la instrucción del intendente fue que “en la medida que la Justicia lo permita y se realicen las identificaciones proceder a la inhumación como una forma de reparación frente a una situación de maltrato y desidia inaceptables”.
Hasta el 10 de diciembre el cementerio platense era administrado por Andrés Ferreira y en su reemplazo el nuevo gobierno designó a Jorge Melo Penau.
Fuentes del entorno de la gestión saliente explicaron que, en realidad, la situación deriva de un impedimento judicial que lleva muchos años y se instauró tras la inundación que asoló La Plata en 2013 y que hizo que no se pudiera tocar nada en el lugar.
La presentación de la actual gestión municipal, ahora en manos de la Justicia, incluye la solicitud de “averiguación de posibles ilícitos respecto de los cuerpos y los restos óseos hallados no identificados”.