La mujer de Lencina declaró que Fernanda murió ahorcada
Mirta Chaves acusó a su fallecido marido de presionarla para pedir el rescate
PARANA.- Mirta Chaves, detenida y procesada por el secuestro de Fernanda Aguirre, inculpó por el hecho a su fallecido marido, Miguel Angel Lencina, y dijo que la chica murió cuando intentó desatarse de un árbol al que había sido amarrada por Lencina, el 25 de julio último en San Benito, Entre Ríos, revelaron ayer fuentes del caso.
Según informaron a LA NACION voceros con acceso al expediente, Chaves en ningún momento declaró que Lencina había violado a la menor.
La mujer, que está presa en Paraná, declaró ante el fiscal federal Mario Silva. En su indagatoria, Chaves dijo que ella fue quien realizó las llamadas telefónicas extorsivas para exigir 2000 pesos a la familia Aguirre por la liberación de Fernanda.
Chaves se declaró inocente del delito de secuestro y cargó las culpas sobre su esposo, muerto en una celda de la comisaría 5a. de Paraná, en un presunto caso de suicidio.
"Es una declaración bastante armada, donde le echa la culpa al muerto y ella dice haber actuado bajo presión. Lo cierto es que no tenemos ninguna prueba de que Fernanda esté muerta, lo que tenemos es una declaración de una imputada", dijo el abogado de la familia Aguirre, Julio Federick, a LA NACION.
"Lo más preocupante es que Chaves dijo que su marido apareció con las zapatillas de la chica. Todo esto nos resulta muy raro y hasta que las pruebas no lo demuestren, nosotros todavía creemos que Lencina se llevó a Fernanda para entregársela a alguien", agregó el letrado.
Federick tuvo oportunidad de hablar con los padres de Fernanda sobre la declaración de Chaves. Para ellos se trata de una estrategia. El abogado cree que la mujer quiso despegarse del presunto crimen y declaró que, tal como ya estaba probado, fue ella quien hizo el pedido de rescate por teléfono. Aunque aseguró que lo hizo presionada por su marido, quien, según ella, la golpeaba y la obligó a realizar las llamadas. Con ese argumento, Chaves se declaró inocente.
La mujer explicó que el 25 de julio último estaban en San Benito con su marido, un sobrino y una niña. Ante el pedido de Lencina, ellas regresaron a una casa de Paraná. Su esposo y el joven se quedaron en San Benito.
Informe del rapto
Horas después, según Chaves, Lencina regresó a la casa y le informó que tenía una persona secuestrada.
Allí, según explicó, comenzó su actuación, que consistió en llamar a los Aguirre para pedir un rescate a cambio de la liberación de la niña y cobrar los 2000 pesos pagados por la familia.
Ante una consulta del fiscal, dijo que esa noche le preguntó a Lencina sobre lo sucedido con la chica. Su marido le habría afirmado que la dejó en la zona de campos de San Benito, pero que ella se ahorcó. Chaves agregó que su marido quemó, en casa de sus padres, las zapatillas de Fernanda.
Lencina era un delincuente condenado a 20 años de prisión por dos crímenes. No obstante, el día del secuestro estaba libre, beneficiado con un permiso judicial.
Según dijeron fuentes judiciales a LA NACION, la condena que cumplía Lencina eran por dos asesinatos donde las dos víctimas murieron ahorcadas después de ser violadas.
Fuentes no oficiales informaron que Julio Aguirre y María Inés Carbol, los padres de la menor, se sometieron a exámenes para confeccionar los patrones genéticos que permitan cotejar el ADN con posibles pruebas.
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