La médica que asistió a Fernando Báez Sosa: "Cuando llegamos al lugar ya había fallecido"
LA NACION
Carolina Giribaldi, la médica de la ambulancia que asistió a Fernando Báez Sosa, asesinado a golpes el sábado último frente a un boliche de la localidad bonaerense de Villa Gesell, dijo que cuando arribó al lugar el joven de 19 años ya no contaba con signos vitales. "Llegamos a las 5:09 de la madrugada y lamentablemente el paciente estaba fallecido", confirmó la profesional al programa PM de LN+.
Giribaldi explicó que recibió el llamado del 107 a las 5:02 de la madrugada, más de quince minutos después del ataque, que finalizó a las 4:45. Contrario a lo que había declarado uno de los testigos, la profesional señaló que la ambulancia llegó al lugar en siete minutos, es decir, dentro de "los 10 minutos de oro". Y sostuvo: "Cuando lo encontramos le estaban haciendo masaje cardíaco, y estaba conectado a un desfibrilador. Pero, lamentablemente, no había ningún signo vital que pudiéramos constatar".
La profesional, que desde hace 16 años se especializa en emergentología, sostuvo que la primera comunicación con el 107 tuvo lugar 15 minutos después del ataque, y dio a entender que ese fue el motivo por el cual la ambulancia arribó casi media hora después. En ese sentido, la médica insistió en la importancia de hacer el llamado de inmediato.
"Mientras que uno se encarga del paciente hay que señalar a otra persona del público y decirle: 'Ud. llame al 107. Y hay que decir el número porque lamentablemente la sociedad no sabe a quién llamar", dijo Giribaldi.
Aún así, al ser consultada sobre las posibilidades de vida que habría tenido Fernando si la ambulancia hubiese llegado antes, Giribaldi respondió: "Es muy difícil hacer una suposición basada en la realidad. Lamentablemente, creo que no, porque recibió varios golpes que le produjeron lesiones muy severas en el cerebro, cerebelo y otros órganos".
La médica aclaró que en las condiciones en las que Fernando fue encontrado, "difícilmente podría haber sido reanimado" y distinguió entre los casos que se realiza una reanimación producto de un infarto, por sobre las situaciones más complejas que implican politraumatismos, que pueden derivar en "lesiones neurológicas y hemorrágias masivas".
Giribaldi contó que, muy a su pesar, ha vivido a lo largo de los años acontecimientos que retratan a una sociedad violenta, y al repasar la secuencia de cómo se dieron los hechos del ataque del sábado lo definió como un "desastre terrible que terminó con la vida de un chico más". La profesional, no pudo evitar terminar la frase al borde de las lágrimas y, emocionada, reveló que, si bien no pudo contactarse con los padres del joven, sí habló, en las horas posteriores al triste desenlace, con los suegros de Fernando, quienes fueron uno de los primeros en informarse de la situación real.
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