La longevidad impone su desafío
A medida que aumenta la expectativa de vida, se generaliza una nueva preocupación: cómo hacer que la máquina dure cien años
Hay cada vez más hombres que tienen algún tipo de plan para vivir más y mejor. Y el origen de eso está en la mayor conciencia sobre su propio cuidado. “Hay una tendencia creciente y positiva a que los hombres se preocupen más por su salud, un objetivo ya estaba más concientizado en las mujeres”, dice Raúl Eduardo Merbilhaá, jefe del Centro de Prevención y Atención Ambulatoria Arenales de la Fundación Favaloro.
Pero hay que diferenciar el cuidado de la salud, que implica un plan integral para mejorar la calidad de vida, del cuidado del cuerpo, que muchas veces está más ligado a una preocupación estética. En la actualidad es habitual que los hombres lleven una rutina de actividad física, se cuiden en las comidas, revisen su apariencia, pero esto no siempre está relacionado con vivir mejor. A veces, la búsqueda por verse bien en función de una estética determinada hace que recurran a prácticas que no son precisamente saludables, como el consumo de anabólicos, suplementos o dietas hiperproteicas o hipercalóricas.
En 1999 la Organización Mundial de la Salud promovió el 19 de noviembre como el día mundial del hombre, con el objetivo de reflexionar y crear conciencia sobre esta necesidad de que los varones atiendan a su bienestar. Las generaciones anteriores veían como un signo de masculinidad al modelo del varón despreocupado de su cuerpo, que rara vez iba al médico, lo cual además le daba una imagen fuerte, inquebrantable… y que favorecía conductas de riesgo. Casi 20 años después, el panorama es otro. “En nuestro ámbito atendemos consultas de pacientes jóvenes –a partir de los 20 años aproximadamente– que ya están interesados en la prevención con la expectativa de una mejor calidad de vida futura. Este cambio de conciencia es muy positivo, los hombres empiezan a preocuparse por su salud a una edad más temprana, con el deseo de ser productivos, tratar de evitar enfermedades que pueden ser prevenidas y llegar mejor a la vejez”, dice Merbilhaá.
Y en este plan la prevención es fundamental; a partir de los 50 años empiezan a aparecer problemas masculinos como el sobrepeso, la hipertensión, colesterol, diabetes y enfermedades coronarias. Hay que destacar que las campañas de información y concientización propiciaron un mayor conocimiento sobre enfermedades como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular en los hombres, y también resultó positiva la campaña antitabaco que hizo bajar la cantidad de fumadores. Aunque, hoy, la preocupación se trasladó al exceso de peso, ya que según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo que realizan el Ministerio de Salud y el INDEC el 60% de los argentinos tienen sobrepeso y obesidad, y la prevalencia se incrementó en los varones.
De todas formas, en lo que tiene que ver con la alimentación, los adolescentes y adultos jóvenes llegan hoy más instruidos en cuanto a información y recursos para la salud que antes no existían. “Los hombres ya no ocultan su cuidado”, dice Diego Sívori, licenciado en Nutrición (UBA) y antropometrista. El problema alimentario que más creció entre hombres y mujeres es la inclinación hacia el consumo de comida más procesada. La falta de tiempo y el avance tecnológico de la industria hacen declinar la costumbre de la comida casera, a favor del delivery o la comida callejera. Pero también conocemos más sobre la influencia de la buena alimentación en el bienestar y eso es algo que las nuevas generaciones saben aprovechar. “Los varones que se cuidan optan por alimentaciones más proteicas, basadas en carnes y vegetales simples. También tienen más disponibilidad de snacks saludables y es verdad que hay una tendencia que tiene que ver con la exclusión y demonización extrema de los carbohidratos (pan, pastas, arroz, legumbres) impulsada un poco, quizás, por modas ajenas al conocimiento nutricional”, dice Merbilhaá.
Varios frentes para dar batalla
La apariencia física es otro tema que está en foco. En los últimos cinco años las consultas y los procedimientos estéticos en hombres se incrementaron un 30%, y hoy hay una difusión mucho mayor tanto sobre los tratamientos disponibles como sobre las patologías dermatológicas y dermoestéticas que los afectan. “Según la edad las consultas varían. Por depilación se acercan a los consultorios hombres de entre 30 y 50 años; por rejuvenecimiento facial y corporal, entre los 40 y los 70; por adiposidad localizada, entre los 35 y los 55 años”, señala Laura Mijelshon, dermatóloga y especialista en Medicina Interna de la Asociación Médica Argentina.
Entre las actividades físicas que hoy lideran el ranking masculino, el running es la que más convoca. Sergio Ochoa, director de TMX Team –empresa organizadora de carreras–, asegura que un 60% de las personas que participan en maratones son hombres. Y este boom que tiene unos ocho o diez años en parte tiene su explicación, para él, en esta mayor atención a la calidad de vida, ya que es una actividad completa, con muchos beneficios, y que se puede practicar en cualquier momento y lugar. “Antes, un hombre de 50 era una persona mayor. Hoy entrena, se cuida, usa cremas para verse mejor y se siente más pleno y joven .Y el entrenamiento y la buena alimentación son parte importante de esta cultura”. Como plus, el running y el deporte en general son uno de los mejores antídotos contra el estrés, un mal de la sociedad actual del que todos buscamos escapar.
Según Merbilhaá, el estrés es una situación desagradable que afecta la calidad de vida de forma negativa, que se sostiene en el tiempo y que a veces es difícil de revertir. Alguien que no se siente bien en su trabajo o vive con presión excesiva puede caer en un estrés crónico. Pero hay herramientas para sobrellevar esa situación e impedir que genere consecuencias en la salud. Desde la Fundación Favaloro aconsejan practicar actividad física 30 minutos por día, algo que además mejora el estado de ánimo. “Pero también aconsejamos la diversión. Hay que buscar estímulos como el cine, la lectura, paseos, compartir cosas con los seres queridos. No se requiere tanto tiempo. Por poco que parezca, aunque sea una pausa de 15 minutos, tiene un poderoso efecto sobre nuestro ánimo”. Entre los hombres que tomaron conciencia, la salud empieza a ganar terreno por sobre la apariencia y el plan de vivir más y mejor los tiene ocupados en varios frentes.
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