La ley de cupo laboral trans, el último logro de su vida militante
Fue artífice del proyecto aprobado solo un mes antes del homicidio
Diana Sacayán nació en Tucumán. Pero a los nueve meses sus padres migraron por trabajo a Buenos Aires y se radicaron en Laferrère. Asumió su identidad de género a los 17 años y durante otros 12 se prostituyó para sobrevivir. Durante ese tiempo sufrió el hostigamiento de la policía y no pocas noches durmió en el calabozo de una comisaría. A los 37, ya como militante y periodista, recibió el DNI con su identidad de género autopercibida durante un acto en la Casa Rosada.
En 2007, con sus compañeras y compañeros del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL), logró que el Ministerio de Salud bonaerense emitiera una resolución para que los hospitales provinciales respetaran la identidad autopercibida de las personas trans o travestis. En 2012, pocos meses después de haber recibido el nuevo DNI, se presentó como candidata a defensora del Pueblo en La Matanza.
A partir de un diagnóstico en relación al acceso al empleo de personas travestis y trans, comenzó a articular con el Ministerio de Trabajo y la Secretaría de Empleo de Buenos Aires la firma de un convenio donde el Estado se comprometería a tomar acciones para promover el empleo para esta población.
El 17 de septiembre de 2015, a instancias de su trabajo y militancia, y mediante la presentación de la diputada Karina Nazábal (PJ), la Legislatura provincial sancionó la ley 14.783 (más tarde conocida como ley Diana Sacayán), de cupo laboral travesti trans en el Estado bonaerense, estableciendo que "el 1% de los puestos de la administración pública deberán ser ocupados por personas travestis, transexuales y transgénero mayores de 18 años", y que "el Estado deberá garantizar el acceso al puesto y que haya permanencia en él".
Luego de eso, Diana declaró: "Es una gran noticia para la comunidad LGBT porque nos permite iniciar el camino para poder pensar a la comunidad trans en un lugar igualitario en el ámbito laboral", al tiempo que alentó a abandonar "la ubicación del colectivo en el ámbito de la prostitución, que actualmente alcanza el 95%" de esa población.
La ley de cupo laboral trans, además de representar un quiebre en las luchas de ese colectivo, fue la última conquista de Diana, aunque todavía resta su reglamentación. Menos de un mes después de eso, su cuerpo fue encontrado con rastros de una saña imperdonable.