La innovadora plataforma desarrollada por un porteño para vincular proveedores y clientes en el rubro de los oficios
Los interesados pueden encontrar trabajadores validados, comparar precios y conocer experiencias anteriores
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Los diversos desarrollos de comunidades virtuales han creado un mundo repleto de reseñas y recomendaciones para que todos los usuarios puedan evitar complicaciones y logren acceder a una gran variedad de opiniones sobre un producto o servicio. Un ámbito que habitualmente se apoya en el boca en boca (offline) para conseguir nuevos clientes es el de los oficios, como la plomería, la carpintería, los gasistas y hasta los paseadores de perros. Sin embargo, más allá de las sugerencias de algún conocido, es común tener algún contratiempo, recibir presupuestos disímiles o que el trabajador no pueda hacer una factura porque no está inscripto como monotributista.
Para ese complejo ecosistema es que Dan Nativ, un porteño de 35 años, creó Quién por mi (QXM), una plataforma que une de manera gratuita a personas que ofrecen sus servicios –hay 250 categorías distintas– con aquellos que desean contratarlos. Por supuesto, si el cliente no queda conforme podrá dejar su experiencia y hacer un reclamo, algo inédito para este tipo de contrataciones que suelen ser informales. Por otra parte, a los que brinden un servicio se les ofrece la posibilidad de abrir una cuenta y contar con una tarjeta, entre otras herramientas financieras, lo que sería un primer paso para que empiecen a avanzar hacia un trabajo registrado.
“Qxm.com.ar es un punto de encuentro, un nuevo modelo de negocio colaborativo sin comisiones ni pagos por el uso de la plataforma, en el que cualquier persona puede encontrar trabajadores de oficios validados y comparar precios y experiencias de clientes anteriores para buscar soluciones para los servicios que uno necesita a diario”, señala Nativ. Actualmente, QXM cuenta con 3000 usuarios activos.
La idea surgió a partir del llamado de un amigo de Nativ cuyo lavarropas había dejado de funcionar. “Como sabe que yo suelo arreglar de todo, me llamó desesperado porque ya había pedido tres presupuestos para arreglarlo: todos eran distintos entre sí y no lograba entender por qué. Esa diferencia entre presupuestos también lo hacía dudar de las personas que le ofrecían el servicio. A eso se le suma que mi madre es arquitecta y mi abuelo carpintero, y estos dolores de cabeza los veo frecuentemente. Así fue como empecé a diseñar y desarrollar la idea, hasta que pude largar junto al equipo a una prueba piloto de la plataforma en 2019″, describe Nativ.
Si bien cuando se habla de los oficios que forman el núcleo de la economía informal por lo general se suele pensar en aquellos vinculados a la construcción, QXM abre el abanico a casi cualquier servicio, desde plomeros, hasta magos o veterinarios de animales de campo.
Para sumarse a la plataforma, los trabajadores deben validar su identidad y, en el caso de ser oficios matriculados, se verifica su matrícula y se le pide la documentación necesaria. “Le prestamos mucha atención a la seguridad, y con el correr de los trabajos el oferente del servicio se irá ganando una reputación y un historial laboral. Eso terminará siendo lo más valorado por los usuarios”, indica Nativ.
Del otro lado, aquellos que desean contratar un servicio deben completar un formulario con la mayor cantidad de información posible (fotos, medidas estimadas, estado de las instalaciones, etcétera). “La plataforma te guía para que puedas ofrecer la información necesaria para que el trabajador pueda construir la cotización lo más fehacientemente posible. Luego, con un click envías el pedido de presupuesto, que se distribuye y les llega de manera automática a todos los, por ejemplo, pintores que están cercanos al lugar del trabajo. Vas a empezar a recibir presupuestos y/o preguntas de los trabajadores. A diferencia de algunas apps, todos los que utilicen QXM podrán ver los presupuestos enviados. Esto lo hacemos para que sea el mercado el regulador de precios y que no haya una diferencia tan grande entre los bajos y altos”, destaca Nativ.
Cada usuario recibirá más de cinco presupuestos y podrá contratar el trabajador que quiera, ya sea por precio, por garantía, porque emite factura, reputación o el diferencial que le parezca más apropiado.
A su vez, QXM pretende potenciar la inclusión social y laboral de trabajadores que padecen la informalidad, o que hacen talleres para capacitarse, pero luego no logran penetrar en el mercado laboral.
“Como clientes, a la hora de contratar sabremos si el trabajador emite o no factura ya que es parte de la información del perfil de los trabajadores. Un objetivo primario de QXM es fomentar las altas tributarias, no solo por lo legal, sino por lo que esto luego les permite a los trabajadores. Sin embargo, todos –sean formales o no– con el dinero que cobren podrán tener una cuenta y una tarjeta, podrán comprar seguros para trabajar más protegidos, accederán a certificaciones mediante distintos organismos y, gracias a una alianza con la banca social del banco Santander, podrán tener microcréditos a muy tasas accesibles. Es decir, empezarán a contar con recursos y herramientas que les permitirán progresar, pensar en proyectos propios y desempeñarse con mayor seguridad. A través de los seguros y los herramientas financieras es que se monetiza el proyecto”, describe Nativ.
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