Está presente en 134 países y su éxito se debe a prácticas como la adaptación de creencias locales, la compra de medios de comunicación y la ayuda social
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Incluso antes de convertirse en el líder de la iglesia neopentecostal más grande de Brasil, el obispo evangélico Edir Macedo ya soñaba con exportar su negocio, trascendiendo las fronteras de su país. Quería establecer la iglesia en África.
“Era lo que deseaba. Al poco de empezar a salir con Esther conocí a su madre. Incluso como un simple miembro de la Iglesia, considerado incapaz por el alto mando de la institución, le di el mensaje de inmediato. ‘Mira, voy a predicar el Evangelio en África. Voy a salir a este mundo para ayudar a los que sufren, cueste lo que cueste’, afirmé, categóricamente “, narra Macedo en su autobiografía Nada que perder (editorial Planeta).
La ambición tuvo éxito. El proyecto de transnacionalización hizo posible que la Iglesia Universal del Reino de Dios, fundada en 1977 en una antigua funeraria de Río de Janeiro, esté ahora presente en 134 países de todo el mundo, según la propia institución. En África, la iglesia tiene sedes en 37 de los 54 países del continente, según el sitio web de Universal. La actuación es más visible en el sur del continente, en países como Sudáfrica, Angola y Mozambique.
Según expertos entrevistados por BBC News Brasil, el éxito del proyecto se debió a escenarios geopolíticos e históricos favorables, la incorporación de creencias locales a las que se asignaron nuevos significados, la cercanía a líderes políticos, el uso de distintas vías de comunicación y a iniciativas sociales atractivas. Pero también hubo periodos de crisis.
En los últimos años surgieron acusaciones de corrupción, con denuncias de blanqueo de capitales, fuga de divisas y asociación delictiva contra miembros de la organización religiosa en Angola. Esto provocó el debilitamiento de Universal en la región, lo que puede estar detrás del nombramiento del exalcalde de Rio, Marcelo Crivella, a la embajada de Brasil en Sudáfrica. En el pasado, Universal también fue expulsada de algunos países africanos.
La iglesia le dijo a BBC News Brasil que en Angola no hay problema con la gente del país, que siempre recibió a Universal con los brazos abiertos. “El único problema radica en el complot organizado por un grupo de exfuncionarios que fueron expulsados de la iglesia como consecuencia de una falta grave, una situación sustentada por la inacción y complacencia de algunas autoridades del país”.
Iglesias pentecostales en Brasil y África
El arribo de la Iglesia Universal del Reino de Dios en la década de 1990 al continente africano fue precedida por una larga historia de presencia cristiana en la región que allanó su llegada. “El hecho de que estas iglesias ya estuvieran creciendo en África fomentó el trasplante de iglesias brasileñas”, le señaló a BBC News Brasil Paul Freston, profesor de religión y política en la Universidad Wilfrid Laurier de Canadá, quien estudia la Iglesia Universal.
El crecimiento de las iglesias pentecostales en América Latina y África tuvo lugar en unas pocas décadas. Empecemos por Latinoamérica. En la región, principalmente en Brasil y Chile, el boom comenzó en la década de 1950, explicó Freston. La iglesia Brasil para Cristo, fundada por un inmigrante del estado de Pernambuco, en el noreste brasileño, que se radicó en São Paulo, es el primer ejemplo de ello.
Brasil para Cristo nació en medio del discurso de optimismo de esa década y con un toque nacionalista presente en su nombre. Se trata de iglesias que nacieron en São Paulo, donde hubo oleadas de inmigración y procesos de industrialización avanzados. Este contexto favoreció el crecimiento de las iglesias pentecostales que, en comparación con la Iglesia católica, tienen varias ventajas a la hora de establecerse en nuevos lugares.
“La Iglesia católica es territorial y clerical. El proceso de formación de un sacerdote lleva años, y debido a que está organizada en territorios, diócesis y parroquias, es más estática”, afirmó Freston. En otras palabras, en tiempos de cambios demográficos rápidos, la Iglesia católica tarda más en adaptarse. Pero eso no se aplica a la iglesia evangélica. Así que no es de extrañar que haya más fieles en las periferias de las grandes ciudades y en las áreas con fronteras agrícolas.
“Lo que tienen en común estos dos sitios es que son regiones de cambio, de transición demográfica, en las que la población está recién implantada”, explicó el profesor de religión y política. Para Freston, también ayuda que las personas que migran suelen estar más desapegadas y dispuestas a adherirse a una nueva religión.
Además, debido a que hay menos requisitos para capacitar a un pastor, estas iglesias a menudo son fundadas por miembros de la propia comunidad.
El boom de la década de 1950 se convirtió en un momento de “gran fuerza” para el pentecostalismo en Brasil y América Latina en general en la década de 1970, “sosteniendo ese tejido común de veloz expansión con la capacidad de formar rápidamente nuevos líderes religiosos “, señaló el antropólogo Anaxsuell Fernando, profesor de UNILA (Universidad Federal de Integración Latinoamericana) e investigador de religión.
Es en este contexto que, pocos años después, en 1977, nació en Río de Janeiro la Iglesia Universal del Reino de Dios, “otro signo de inflexión” del movimiento, según Freston, con diferencias culturales. En África, mientras tanto, es en la década de 1980 cuando se produce el crecimiento de las iglesias pentecostales, después de la independencia de los países africanos entre las décadas de 1950 y 1975.
En aquel entonces hubo discusiones sobre la supervivencia del cristianismo en África, que se consideraba un producto de la época colonial, recordó Freston. Las iglesias tradicionales estaban vinculadas a las élites y proporcionaban acceso a clínicas, médicos, hospitales y educación occidental.
“En el momento de la independencia en las décadas de 1950 y 1960, la mayoría de las iglesias ‘principales’ (católicas, anglicanas, presbiterianas, metodistas, bautistas) todavía estaban dirigidas por misioneros blancos”, señaló Freston. Según él, casi todos los líderes de los movimientos independentistas habían sido educados en escuelas misioneras y rechazaron esta herencia, especialmente los que se hicieron marxistas.
Pero las iglesias cristianas no se dejaron extinguir: se reinventaron y surfearon la ola del “desencanto” posterior a la independencia. “A fines de la década de 1970, el optimismo de la independencia política y la idea de que habría desarrollo económico se evaporaron. El momento de la explosión de estas iglesias coincidió con esta decepción”, afirmó Freston.
“Tuvo que ver con el desencanto y el fracaso del Estado en hacer lo que había prometido lograr en una generación después de la independencia”. En la década de 1980 comenzaron a crecer en el continente nuevas iglesias pentecostales independientes, fundadas por africanos y con mayor proximidad a las tradiciones religiosas locales.
“El pentecostalismo es una forma de cristianismo que se toma muy en serio las fuerzas espirituales que operan en el mundo, por lo que a menudo encuentra más resonancia con elementos de la cosmovisión más tradicional en África”, señaló Freston. Las nuevas iglesias fundadas en África ya no tenían la “mancha del colonialismo” y comenzaron, “en cierto sentido, a reemplazar al Estado en algunas funciones”.
Las iglesias sin un pasado colonialista tenían esa ventaja y las recién llegadas también fueron bien recibidas. Fue en este momento, en 1992, cuando arribó a Angola la Iglesia Universal del Reino de Dios. No fue su primer intento de incursión internacional. Antes había explorado Paraguay, en 1985 y, poco después, Estados Unidos.
Escenario geopolítico y poder mediático
Hoy en día la Iglesia Universal puede estar presente en la mayoría de los países del continente, pero solo en Sudáfrica, Angola y Mozambique se afianzó de manera significativa. Aparte de las zonas donde hay una mayoría musulmana, el resto del continente está ahora fuertemente cristianizado, afirmó Freston.
Pero el campo cristiano “está muy lleno”, lo que dificulta la entrada de Universal. Angola y Mozambique fueron “elecciones lógicas, pero complicadas durante mucho tiempo debido a las guerras en esos países”, dijo el experto. Ambos países experimentaron conflictos con dinámicas locales, pero exacerbados y polarizados por el contexto más amplio de la Guerra Fría.
Mozambique vivió un conflicto civil de 1977 a 1992, entre el gobierno marxista de Frelimo (Frente para la Liberación de Mozambique), que hasta hoy gobierna el país, y el anticomunista Renamo (Resistencia Nacional Mozambiqueña). La guerra en Angola comenzó después de su independencia de Portugal en 1975 y su final efectivo solo se produjo en 2002.
Allí se enfrentaron dos antiguos movimientos anticoloniales: el comunista MPLA (Movimiento Popular para la Liberación de Angola) y el anticolonialista UNITA (Unión Nacional para la Independencia Total de Angola). En Sudáfrica, Universal llegó en 1993, casi al final del apartheid, el régimen de segregación racial. Con su discurso de prosperidad, la iglesia atrajo a sudafricanos ansiosos por movilidad social e integración racial en un momento de gran esperanza y optimismo.
Universal logró establecer allí la mayor presencia en número de iglesias. Es el país más exitoso fuera de Brasil. Según el sitio web de Universal en Sudáfrica, hoy en día hay 309 iglesias en este país que tiene similitudes con Brasil: es una democracia formal, con una gran desigualdad y una población urbanizada y cosmopolita.
Para la antropóloga Lívia Reis, investigadora del Museo Nacional / UFRJ (Universidad Federal de Rio de Janeiro) y del ISER (Instituto de Estudios Religiosos), Universal se presentó públicamente como una institución que unificaría a las personas de estos países. “Cuando había colonizadores, la población de estos países tenía un enemigo común”, explicó Reis. Luego, aseguró, la población se fragmentó y los líderes querían construir una identidad nacional.
“Frelimo, en Mozambique, compró el discurso de Universal”. Según Freston, Universal estableció acuerdos con Frelimo, incluyendo la instalación de su sede en el predio del partido, y con el MPLA en Angola. Esta capilaridad de Universal en las estructuras de poder local en estos países africanos también permitió su fortalecimiento en las redes de comunicación.
“Es una estrategia de expansión que tuvo mucho éxito en Brasil, la de obtener concesiones para radios, cadenas de televisión, y en base a eso, poner en marcha un proceso de expansión”, aseguró el antropólogo Anaxsuell Fernando. En Angola, agregó, Universal adquirió espacio en los canales locales, en la prensa escrita, en las cadenas de radio, y se hizo relevante.
“Es una marca del pentecostalismo, no solo de la Iglesia Universal, expandir el Evangelio por todos los medios posibles, sin el pudor de antes”, afirmó Fernando. “Desde el momento en que tenés una estructura mediática, tenés la capacidad de negociar en otras esferas de poder”.
En Mozambique, TV Miramar, que forma parte de TV Record Internacional (propiedad de Edir Macedo), es líder de audiencia, señaló Reis. La empresa también está presente en Angola y Cabo Verde. Esta penetración, para los especialistas, da poder de negociación a la organización brasileña. Para Freston, el reciente cambio de gobierno en Angola, con la salida del expresidente José Eduardo dos Santos, en 2017, sucedido por João Lourenço, puede haber contribuido a una pérdida de poder de Universal en el país.
Santos gobernó Angola durante casi 40 años y las organizaciones de derechos humanos lo consideraban un dictador. En opinión de Reis, el momento actual de ruptura también tiene que ver con cambios en la política exterior de Brasil en relación con el continente africano. “Fue muy diferente hace 10 años. Hubo un proceso de fortalecimiento de las relaciones sur-sur, que el PT, el Partido de los Trabajadores, impulsó y puso en práctica”, afirmó.
“Edir Macedo siempre tuvo una buena relación con Lula, y esos países recibían mucha financiación. Brasil incentivaba intercambios de alumnos y profesores y facilitaba los viajes de empresas e iglesias. Era un proyecto medio imperialista de Brasil, de convertirse en un gran financiador del continente africano”. Bajo Bolsonaro, África salió de la lista de prioridades de Brasil.
Incorporación y asignación de nuevos significados a creencias locales
Para los especialistas, sin embargo, tan importante como el escenario geopolítico de los países en los que se estableció Universal fue su estrategia para incorporar elementos de creencias locales y darles nuevos significados dentro de una cosmología cristiana. Fernando señaló que Universal tuvo mucho éxito en África debido a su capacidad de “no tener una forma fija de religiosidad y de seguir amoldándose a la gramática religiosa local”.
A diferencia de la propagación del evangelio a través del protestantismo, que es más rígida, agregó Fernando, en el pentecostalismo esta propagación puede hacerse con ajustes a la religión local. Los ritos se amoldan a nuevos contextos. ¿Y qué incorpora Universal? “Esa característica mágica, mesiánica, que está presente en las prácticas religiosas ancestrales africanas”.
“La Iglesia Universal se apega a esta gramática religiosa. En lugar de construir todo un repertorio religioso, se posiciona como portadora de un discurso que ya estaba presente antes de su llegada”. La organización utiliza símbolos de rituales vinculados a religiones de origen africano y les asigna significados bíblicos.
“Niegan la efectividad de los símbolos en su origen semántico, pero afirman que serían efectivos vinculados a una creencia bíblica”, afirmó Fernando. Las divinidades africanas son definidas por Universal como entidades diabólicas, aunque esta no era la creencia local. “Dentro de la cosmología de las religiones de base africana, (la divinidad) exu no es el diablo. Pero la presencia de exu es fundamental para que Universal se constituya como necesaria para la liberación”.
La antropóloga Lívia Reis está de acuerdo. “En Universal, la cosmología se basa en la creencia de los espíritus. No niega su existencia, como hace la Iglesia católica. Reconoce a estos espíritus, pero los demoniza”. Según ella, algunas creencias y religiones africanas ancestrales están “atravesadas por el mundo espiritual”. Universal propone “una ruptura con este mundo de los espíritus”, una ruptura que no es total, porque los reconoce, pero dice que son demonios.
“Cuando llega Universal y afirma que si te exorcizás mejorarás, encuentra un nicho”. Para Fernando, esta técnica, que fue particularmente exitosa en los países de habla portuguesa, es parte de una lógica del “subimperialismo brasileño”. “Brasil actúa en algunos países tratando de replicar la lógica imperialista colonizadora. La negación del pasado es la principal expresión del colonialismo y del colonialismo religioso”, apuntó.
Y también, a su juicio, hay “una dimensión de orden racista”, con la “idea de que los brasileños eran espiritualmente superiores al pueblo africano, que estaba entregado a la magia, al pecado”. La idea de superioridad es parte de la “geografía global de lo sagrado”, con ciertas prácticas cristianas devorando otras consideradas inferiores.
Universal le dijo a BBC News Brasil que “en África y en cualquier parte del planeta, la Iglesia Universal del Reino de Dios acoge a personas que sufren las más variadas dolencias y tienen graves problemas económicos”.
“¿Por qué todavía están en Universal? ¿Qué explica que tantos creyentes hayan estado asistiendo a Universal durante décadas en todo el mundo, en diferentes culturas, razas e idiomas? La respuesta está en la Biblia: la salvación del alma llega a aquellos que aceptan y practican esta fe. Reafirmamos que en los 134 países donde opera, en los cinco continentes, Universal respeta estrictamente las leyes y tradiciones locales”.
Iniciativas sociales
Además del contexto geopolítico, la penetración en los medios y la adaptación a la gramática de la religión local, lo que favorece el ingreso de Universal son las acciones sociales que realiza en los países. Primero, el grupo religioso ingresa a una determinada comunidad, se gana su confianza a través de acciones sociales y se muestra importante en ese espacio, ya sea distribuyendo alimentos o brindando atención médica, entre otras iniciativas, según Fernando.
A partir de ahí, comienza a hablar de su propio repertorio religioso. Es decir, hay una acción que precede al discurso. Además de la presencia de asistencia física, la iglesia también ofrece apoyo emocional en espacios donde las personas están desatendidas. “Hay cursos de emprendimiento, proyectos para la juventud, deportes, clases de idiomas. En cada lugar, la Iglesia Universal adquiere características diferentes”, agregó Reis.
En un artículo sobre las acciones sociales de Universal publicado en 2016, la profesora adjunta del Departamento de Sociología de la UFMG, Universidad Federal de Minas Gerais, Nina Rosas, destaca proyectos en Mozambique y Angola, entre otros. Allí, la Iglesia Universal lideró proyectos de distribución de alimentos y ropa, socorro a víctimas de desastres naturales, cursos de alfabetización y de actividades profesionales, como cursos de costura, informática, peluquería, pastelería, repostería y decoración.
“Es claro que la ayuda se instrumentaliza con miras a enraizar a la iglesia, ayudando en los procesos jurídico-institucionales propios de la dinámica de la transnacionalización”, escribe Rosas.
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