La Iglesia alertó sobre el "error" de aceptar el matrimonio gay
Los obispos advierten que podría alterarse "el ordenamiento público de la sociedad"
La Conferencia Episcopal Argentina, presidida por el cardenal Jorge Bergoglio, se pronunció ayer en contra de que se otorgue un contexto legal al casamiento entre gays.
Según los obispos, hay que reconocer la realidad natural de que el matrimonio es constituido por un hombre y una mujer. "El Estado actuaría erróneamente y entraría en contradicción con sus propios deberes al alterar los principios de la ley natural y del ordenamiento público de la sociedad argentina", en caso de aprobarse el proyecto de ley que ya cuenta con un dictamen mayoritario favorable en la Cámara de Diputados.
Ante el inminente tratamiento del tema en el Congreso, los obispos solicitaron a los legisladores que tomen en cuenta esa "realidad natural" al momento de tomar una decisión. Después de la reunión de ayer entre el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, y los titulares de bloques parlamentarios se decidió postergar una semana, al menos, el debate en el recinto de los proyectos de ley de modificación del Código Civil tendientes a permitir el matrimonio homosexual.
Más allá de esa decisión parlamentaria, la Iglesia renovó sus críticas a la intención legislativa de avalar una modificación que, en los hechos, ya está en la discusión pública por la controversia judicial alrededor de parejas de gays y lesbianas que obtuvieron permiso para casarse en diversas instancias judiciales.
La Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales denunció ayer ante el Consejo de la Magistratura por mal desempeño a los dos jueces civiles Martha Gómez Alsina y Félix de Igarzábal por anular casamientos entre personas del mismo sexo. Gómez Alsina había anulado el viernes pasado el primer casamiento entre mujeres del país, que se concretó el 9 del actual, entre Norma Castillo y Ramona Arévalo, pero otra jueza, Elena Liberatori (en lo contencioso administrativo de la Capital), rechazó el fallo de su colega y elevó la polémica judicial.
El juez Igarzábal, por su parte, había anulado el primer casamiento homosexual del país, del 28 de diciembre pasado en Ushuaia, entre Alex Freyre y José María Di Bello.
Los abogados de los militantes que buscan el reconocimiento del matrimonio homosexual conversaron ayer con legisladores, con la idea de apoyar la posibilidad de que esas parejas puedan adoptar.
La agenda de la Iglesia es bien diferente. "La unión de personas del mismo sexo carece de los elementos biológicos y antropológicos propios del matrimonio y de la familia. Están ausentes de ella la dimensión conyugal y la apertura a la transmisión de la vida", afirmaron los obispos.
"Corresponde a la autoridad pública tutelar el matrimonio entre el varón y la mujer con la protección de las leyes, para asegurar y favorecer su función irreemplazable y su contribución al bien común de la sociedad", se aseveró en el documento, que agregó: "El matrimonio es un don de la creación. No hay una realidad análoga que se le pueda igualar. No es una unión cualquiera entre personas; tiene características propias e irrenunciables, que hacen del matrimonio la base de la familia y de la sociedad. Así fue reconocido en las grandes culturas del mundo. Así lo reconocen los tratados internacionales asumidos en nuestra Constitución Nacional (en el artículo 75). Así lo ha entendido siempre nuestro pueblo".
El pronunciamiento de la cúpula eclesiástica apunta no sólo a difundir su ya conocido rechazo al matrimonio gay, sino también a dar argumentos a los legisladores a la hora del debate.
Los obispos advirtieron que oponerse al matrimonio entre personas del mismo sexo no "supone menosprecio ni discriminación. La naturaleza no discrimina -aseguraron- cuando nos hace varón o mujer. Nuestro Código Civil no discrimina cuando exige el requisito de ser varón y mujer para contraer matrimonio; sólo reconoce una realidad natural. Las situaciones jurídicas de interés recíproco entre personas del mismo sexo pueden ser suficientemente tuteladas por el derecho común. Por consiguiente, sería una discriminación injusta contra el matrimonio y la familia otorgar al hecho privado de la unión entre personas del mismo sexo un estatuto de derecho público".
CLAVES
- Diferencias. Para la Iglesia no puede igualarse el casamiento con una unión de personas del mismo sexo, porque una de las bases del matrimonio es la formación de una familia, por lo que la unión homosexual carece de elementos biológicos y antropológicos para sustentar la razón principal de un matrimonio.
- Argumentos. Los obispos justificaron su posición al señalar que las características que exponen sobre el matrimonio "fueron reconocidas por las grandes culturas del mundo". También manifestaron que ese reconocimiento alcanza el plano legal a partir de tratados internacionales que la Constitución obliga a asumir como normas propias.
- Presión política . Uno de los puntos más importantes del comunicado emitido por la Conferencia Episcopal apunta a la responsabilidad que tienen los gobernantes de proteger los pilares básicos de la sociedad. "Corresponde a la autoridad pública tutelar el matrimonio entre el varón y la mujer con la protección de las leyes", se afirmó en el pronunciamiento de la cúpula eclesiástica, cuyos integrantes se sorprendieron cuando a fines del año pasado el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, no apeló un fallo que permitía por primera vez el casamiento gay en su distrito.
- Sin discriminación. En su primer párrafo, el documento de la Iglesia buscó fijar una posición que "no supone menosprecio ni discriminación". Para los obispos se está ante una situación de suma gravedad. "Los pastores no podemos callar."
RODRIGUEZ LARRETA Y LAS ADOPCIONES
- El jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, rechazó ayer que matrimonios de personas homosexuales puedan adoptar niños y consideró que la palabra "casamiento" genera "roces" en algunos sectores: "Para el desarrollo y la educación de un hijo no es el mejor camino", dijo.