La historia del colectivero que se volvió “el ángel” de un grupo de enfermeras y emocionó a todos en las redes
Con la premisa de que “hay que bancarse entre todos”, desde hace ya un tiempo el trabajador acordó con las mujeres algo muy importante que les da mucha tranquilidad
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Es medianoche y un grupo de doce enfermeras termina su turno en el Hospital José A. Esteves de Temperley. Detrás de las paredes donde asisten a un gran número de pacientes, con el amor y la dedicación que caracteriza a su profesión, las espera enfrentar el riesgo que implica viajar a esa hora de vuelta a sus hogares y llegar sanas y salvas. En medio del miedo y el peligro que les generaba esto, frente a ellas apareció un “ángel”. Se trata de un chofer de colectivo que, desde hace un tiempo, se asegura de que la última de las mujeres suba a la unidad para recién ahí salir de la parada y llevarlas a destino. A modo de agradecimiento, ellas decidieron sorprenderlo y la historia se volvió viral. En diálogo con LA NACION, una de sus protagonistas, Vanesa Solohaga, contó el detrás de la emocionante filmación que demuestra como un simple gesto cambia la vida de otro.
Una larga jornada laboral de dos rubros diferentes se entrelazan al culminar el día. La noche llega con ese peso en el cuerpo que pide un descanso. Ese momento para un grupo de doce enfermeras se convierte en un nuevo desafío, a sabiendas de que el último colectivo de la línea 562 B - que las lleva hasta la estación de Lomas de Zamora- pasa por la parada del hospital a la misma hora que terminan su turno. Las corridas comienzan a ser protagonistas cerca de la medianoche para poder alcanzar el transporte que maneja Marcelo Boscarino, que también anhela llegar a su casa a salvo tras la última vuelta de su recorrido.
Diariamente, las noticias muestran cómo la inseguridad no distingue ningún rubro, edad, género ni horarios. Ante esto, y a modo de protección, las enfermeras que realizan el último turno del día en el Hospital Jose A. Esteves, decidieron organizarse para no exponerse al peligro. En principio comenzaron con un chat de WhatsApp en donde todas se aseguraban de que tenían los medios para volver a sus casas. Pero, algo les faltaba, y esa pieza apareció en el momento exacto. Se trata de un héroe con nombre y apellido: Marcelo Boscarino.
Esta historia que se viralizó podría ser una más de las anónimas que se viven en la Argentina, un país reconocido por ser muy solidario y que ante diversas circunstancias demostró que -a pesar de las diferencias- la unión es un lazo muy difícil de quebrar.
Boscarino trabaja para la empresa Yitos S.A, encargada de la línea 562, desde donde, llenos de orgullo por lo que hizo para las enfermeras, compartieron en redes sociales la sorpresa que lo esperaba en la parada del hospital. Se trata de un video en el que las mujeres subieron, lo saludaron y le entregaron un regalo que lo emocionó.
“Acá le trajimos un presente por la atención de siempre, por esperarnos”, se escuchó decir a una de las mujeres que en las manos tenía un obsequio envuelto prolijamente. Mientras Marcelo agarró la caja, les dijo: “No hacía falta, no se hubieran molestado”. Al unísono todas comenzaron a aplaudirlo.
Ambas partes saben muy bien que la tranquilidad de estar a salvo no tiene precio, pero con esa caja que le dieron y que contenía un vino y dos copas quisieron decirle al chofer “gracias” por cómo se ocupa de ellas. “Todas las noches nos espera. Es el último colectivo que pasa y si perdemos ese tenemos que caminar 35 cuadras hasta la estación de Lomas”, contó una de ellas, Vanesa Solohaga. Si bien algunas de tienen 40 minutos de viaje, otras superan las dos horas, por lo cual coordinar el transporte público es primordial.
“Por distintos motivos, en ocasiones, algunas compañeras salen más tarde, y por eso hablamos con él para ver si nos podía esperar unos minutos para que estuviésemos todas y nos dijo que sí”, recordó Vanesa del momento exacto en el que hace un año todo cambió para ellas. Desde entonces, el chofer las espera, sin ningún problema y con autorización de la empresa.
El colectivo y aquel hombre se convirtieron en ese refugio que ellas necesitaban. Cada noche, después de un saludo cordial, se escucha un grito: “¿Están todas?”. Cuando el sí es la respuesta, arranca para continuar con su último recorrido.
Belén, Cinthia, Ruth, Aldana, Génesis, Elizabeth, Tamara, Carolina, Olga, Erica y dos mujeres llamadas Vanesa integran este grupo de enfermeras que pensaron en tener un gesto luego de tantos meses de compañerismo que les demostró Marcelo. “Le queríamos dar un detalle por la atención que siempre tiene con nostras”, relató una de las trabajadoras. Por supuesto que el chofer agradeció con emoción el regalo, pero les aclaró que no debían gastar plata, ya que él las espera porque “son todos laburantes” y se tienen que bancar entre ellos.
“Está bueno que se le reconozca a él su gesto y que a nosotras alguien nos cuide”, reflexionaron las mujeres tras la gran repercusión del video, que fue solo el retrato de una de las tantas noches que comparten a diario con ese hombre que se convirtió en su “ángel” sobre el colectivo, el cual solo quiere que lleguen a su casa a salvo.
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