La hija de María Valenzuela está grave tras sufrir una aneurisma
Malena, de 19 años, se encuentra internada en terapia intensiva con pronóstico reservado
La hija de María del Carmen Valenzuela y Juan Carlos "Pichuqui" Mendizabal se encuentra internada en terapia intensiva como consecuencia de un derrame cerebral. La joven Malena, de 19 años, está "grave con pronóstico reservado", dijo el subdirector del sanatorio Dupuytren, Hugo De Simone.
Malena sufrió un "hematoma intracerebral" y se le detectó una "malformación arteriovenosa que habría sido la causa del sangrado", explicó el facultativo.
"La familia está destruida. Imagínense que ayer a la noche su hija se fue a acostar bien y hoy está en terapia intensiva y peleando por su vida", afirmó el médico.
"En vista del cuadro neurológico agudo se le efectuaron los estudios diagnósticos correspondientes: una tomografía computada de cerebro que mostró un hematoma intracerebral", sostuvo.
El facultativo añadió que "luego se le efectuó un angiografía digital de los vasos cerebrales, donde se detectó la presencia de una malformación arteriovenosa, que había sido la causa del sangrado".
"En ese momento se le realizó una intervención quirúrgica en agudo, se efectuó el drenaje del hematoma, el clipado y luego la coagulación parcial de la malformación", explicó.
El paso siguiente fue pasarla a una "sala de terapia intensiva donde se encuentra en este momento, conectada un respirador con los elementos de monitoreo necesarios para ese tipo de caso".
"Pese a la cirugía y que se pudo solucionar parcialmente el cuadro, la paciente se encuentra grave con pronostico reservado", aseguró.
En cuanto al tratamiento, De Simone contestó que "seguiremos su evolución paso a paso".
El medico explicó a la prensa que Malena "ingresó con un deterioro del estado de conciencia. No esta absolutamente consciente".
"De acuerdo al lugar donde se desarrolló el hematoma habrá que esperar a ver si queda algún daño neurológico posterior, pero es aún es muy prematuro decirlo en este momento", confesó.
De Simone detalló que "estadísticamente, este tipo de casos con esa gravedad, tienen un mortalidad cercana al 80 por ciento. La estadística no es lo que le va a pasar a ella, está formada por la experiencia previa y nadie sabe en qué lugar de ella va a caer cada paciente".
"Obviamente los pacientes jóvenes tienen más posibilidades de tolerar este tipo de patología", dijo.
De Simone sostuvo que este tipo de enfermedades "son congénitas, se forman durante la vida embrionaria, pero no tiene por qué ser hereditario".
"Mucha gente que va caminando por la calle seguramente tiene malformaciones arterivenosas en el cerebro y nunca le molestan en su vida", desarrolló.
Fuente: DyN
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