La guerra en Gaza. Estuvieron 129 días cautivos en manos de Hamas: cómo están ahora, a un mes de su rescate
Fernando Marman y Luis Har estuvieron 129 días cautivos; en diálogo con LA NACION, la sobrina de uno de ellos contó que están bajo tratamiento psicológico y asistencia médica
- 5 minutos de lectura'
Eran cerca de la 1 de la madrugada cuando Fernando Marman, de 61 años, y Luis Har, su cuñado, de 70, los dos argentinos secuestrados aquel trágico 7 de octubre del año pasado por la agrupación terrorista Hamas, sintieron una explosión. La ciudad de Rafah, ubicada al sur de Gaza, estaba bajo ataque del Ejército israelí.
Un feroz e intenso tiroteo se desató en el edificio en el que llevaban 129 días cautivos. Allí, en medio de los disparos, escucharon que alguien gritaba sus nombres. Fue en ese instante cuando ambos se permitieron imaginar, por primera vez en cuatro meses, no solo que estaban a salvo, sino también “que pronto llegarían a sus casas”. Así lo aseguró Mayan Sigal-Koren, sobrina de Marman, en diálogo con LA NACION.
La operación de rescate, llevada a cabo por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el Servicio de Inteligencia y Seguridad Nacional (Shin Bet) y la Policía, resultó “heroica, cualitativa y exitosa” y duró aproximadamente una hora, según expresó Avichai Adrai, vocero del Ejército israelí, el pasado 12 de febrero.
“The hostages are in our hands, safe and sound”
— Israel Defense Forces (@IDF) February 12, 2024
🔴WATCH the moment hostages Fernando Simon Marman and Luis Har were rescued during the operation in Rafah yesterday: pic.twitter.com/1OXsHf9F9W
“Dentro de la casa había tres terroristas que custodiaban a los secuestrados. Las fuerzas irrumpieron en el edificio con una ráfaga caliente utilizando una carga, porque la puerta estaba cerrada con llave”, informaron las Fuerzas de Defensa de Israel. En cuestión de segundos, mataron a los tres hombres armados.
En el momento de escapar del edificio, los terroristas se reagruparon y pidieron refuerzos, sin éxito. Uno de sus vehículos fue atacado desde el aire por los comandos israelíes.
Dos horas más tarde, en el kibbutz Pelech, al norte de Israel, un llamado del Ejército despertó a Mayan y su madre, Clara Marman, quien también es hermana de Fernando y esposa de Luis. “Nos llamaron para avisarnos que habían logrado rescatarlos y que en unos minutos íbamos a poder hablar con ellos”, contó Mayan emocionada.
“Hola”, se escuchó del otro lado del teléfono. Ninguna de las dos podía creerlo. Entre lágrimas y un “shock de alegría y alivio”, la conversación duró apenas unos minutos. “Mi mamá habló con ambos y yo filmé todo con mi celular. Ellos ya estaban en el Centro Médico Sheba, en Tel HaShomer. Les preguntamos cómo estaban y cómo se sentían”, recordó Mayan. Y añadió: “Fue todo muy rápido, pero también muy emocionante”.
Ante la consulta de en qué condiciones vivieron aquellos 129 días, Mayan expresó que no podía dar información al respecto y se limitó a decir que sus familiares solo “esperaron a ser rescatados o liberados en una tregua”.
Luego del llamado, toda la familia partió al Centro Médico Sheba, ubicado en Tel HaShomer, a 133 kilómetros del kibbutz Pelech.
El intento de volver a la normalidad
“Después de todo lo que pasó, para nosotros como familia ya nada es como antes”, aseveró Mayan a un mes del rescate.
De hecho, no se trató de la primera vez que debió vivir esta pesadilla: su madre, Clara, también fue secuestrada aquel oscuro 7 de octubre junto a Gabriela Leimberg, su hermana, de 59 años, y la hija de Gabriela, Mia, de 17. Las tres fueron liberadas el 28 de noviembre en una tregua entre Israel y Hamas.
Tras estos hechos que sacudieron por completo a la familia, tanto Mayan como su marido retomaron sus trabajos y actividades rutinarias hace apenas diez días. “Todo lo hacemos muy despacito y con mucho esfuerzo. Estamos con un trauma y necesitamos ayuda psicológica”, contó.
Con respecto al estado de salud de Luis y Fernando, detalló que se encuentran “más o menos bien” y con un “importante acompañamiento psicológico”.
Sin embargo, señaló que la recuperación será un proceso largo: “Están de a poco tratando de volver a hacer sus actividades diarias y se juntan mucho con gente que es importante para ellos. Eso, más la ayuda de profesionales, es lo que muy de a poco les hace volver a tener fuerzas”.
Antes del secuestro, Fernando, que tiene 61 años, trabajaba en un negocio de madera y muebles en la ciudad de Kfar Saba, a 23 kilómetros de Tel Aviv. Por su parte, Luis, de 70 años, es jubilado y vivía en el kibbutz Urim. Ahora ambos viven en el centro de Israel junto a Clara –quien todavía se encuentra bajo tratamiento psicológico– para realizar chequeos y pruebas médicas.
Al igual que el resto de sus familiares, Gabriela, quien trabaja como acompañante de niños y adolescentes con autismo en Jerusalén, todavía está en proceso de recuperación. “La única que pudo volver a la normalidad es su hija, Mia. Está haciendo sus últimos exámenes para terminar el colegio, trabaja con sus amigos y hasta sacó la licencia de conducir”, explicó Mayan.
Pedido de justicia
Con respecto de los secuestrados en manos de Hamas, Mayan señaló con firmeza que esto debe terminar ya. “Necesitamos la ayuda de todo el mundo para que los liberen. El tiempo pasa y la gente que sigue allá está mal. No sabemos en qué condiciones se encuentran, si tienen comida y agua. Queremos que todas las familias vuelvan a abrazar a sus seres queridos”, expresó con preocupación.
Por último, puntualizó que realizar otro rescate como el de Luis y Fernando es “muy difícil y riesgoso”, por lo que pidió por una tregua urgente y lo más rápido posible. “Vamos a seguir luchando por todos ellos, tienen que ser liberados”, concluyó.
Otras noticias de Guerra en Medio Oriente
- 1
Pubertad precoz: las principales causas que adelantan los cambios físicos en los chicos
- 2
Fernán Quirós, hizo una importante aclaración sobre la segunda infección por dengue: “Es una exageración absoluta”
- 3
Menopausia: el impacto poco admitido, pero que afecta a 7 de cada 10 mujeres, y consejos para atravesar mejor esta etapa
- 4
El superalimento con más proteínas que el huevo y que tiene beneficios clave para combatir el envejecimiento