La grieta también es artística: ¿qué cuadros eligió Alberto Fernández para redecorar su despacho?
Sobre gustos no hay nada escrito, dice una frase popular que puede aludir a los diferentes estilos de los mandatarios argentinos para decorar sus despachos. Mientras que el ex presidente Mauricio Macri eligió el arte contemporáneo, apenas desembarcó en Casa Rosada Alberto Fernández volvió a colgar los retratos de próceres retirados por su predecesor. Estaban diseminados en diferentes museos, y uno de ellos, el de San Martín, fue puesto en valor.
Ambos reivindican el arte nacional a través de las obras seleccionadas para acompañarlos a diario. En los pasillos de la Rosada recuerdan que cuando el presidente saliente y electo se estrecharon las manos para acordar la transición en octubre pasado, lo hicieron bajo la custodia de una pieza argentina colgada en la oficina de Macri, Diagonales, de Eduardo Mac Entyre, célebre por sus diseños geométricos.
En ese entonces, varias conjeturas se tejieron alrededor de cual pinacoteca elegiría Fernández cuando asumiera. La incógnita fue revelada por la Dirección de Programas Culturales y Museo Casa Rosada. "Desde diciembre pasado el despacho presidencial exhibe, entre otras obras emblemáticas, representaciones de cuatro personajes ilustres de nuestra historia: Manuel Belgrano, Martín Miguel de Güemes, Mariano Moreno y José de San Martín", dijo una fuente del organismo. Los héroes había sido archivados en el Museo Casa Rosada y en el Museo Histórico Nacional durante la gestión anterior para dar lugar a los artistas contemporáneos, a tono con el plan de modernización de sede gubernamental.
Apenas asumió, Fernández apuntó de inmediato a recatar la pintura histórica. En una entrevista por Radio Continental dijo: "Yo con orgullo lo tengo ahora a Belgrano, a Moreno, a Güemes, y a San Martín". Durante la charla también reveló que en un principio había recuperado un retrato de Juan Manuel de Rosas, pero que "como Axel (en relación a Kiciloff) me pidió un cuadro lindo del caudillo extraordinario que fue Rosas, yo al final se lo pasé a él".
El mandatario remarcó que continuará con la tradición de reivindicar a los próceres, política que se reflejará además en el cambio de las imágenes de los billetes. "Quitar a San Martín para poner una ballena está mal. ¿Cómo puede ser que saquemos a los próceres de los despachos y de los billetes?", preguntó al cuestionar a su antecesor, quien además de desprenderse de los cuadros de patriotas, cambió las imágenes de héroes en los pesos por las de la fauna.
Catálogo
En el catálogo del Museo Casa Rosada se encuentran inventariadas las más de 1000 piezas de valor patrimonial que contiene el edificio desde fines del 1800. El Retrato del General Manuel Belgrano, figura como "obra en préstamo" para el despacho presidencial ubicado en el primer piso. La técnica es óleo sobre tela no tiene firma y sería una copia de 1856 del original atribuido al francés Francois Casimir Carbonnier. Fue encargado por el propio creador de la bandera, quien además le brindó detalles al artista sobre las escenas de guerra que se presentan.
"En 1815 el general viajó a Europa y, cuando estaba en Londres, posó para el artista francés. Lo muestra sentado, vestido con traje de época, con un pastillero en una de sus manos, lo que se consideraba símbolo del 'señorío'", explica una guía para la comprensión de la obra realizada por el vexilólogo Miguel Carrillo Bascary. Según algunos historiadores, debido a su elegancia Belgrano puede ser considerado el primer dandy de la historia nacional.
En otra de las paredes se exhibe un luminoso Retrato del General Martín de Güemes vestido de gala, y de brazos cruzados en pose desafiante. Sobre el autor, el museo consigna que es de San Miguel, C. R., sin brindar más detalles. La técnica utilizada es óleo sobre tela y mide 1 metro de alto por 86 centímetros de ancho. Estuvo exhibido entre el 2010 y el 2016 en el Despacho Presidencial, llamado en ese momento Hombres y Mujeres de Mayo. Si bien el héroe gaucho nunca habría sido retratado en vida, existe una carbonilla realizada por Eduardo Schiaffino en 1902, quien según crónicas de la época reunió a tres nietos del prócer y compuso el rostro del caudillo. Esta situación incentivó la imaginación de los artistas, convirtiendo al General Gaucho en uno de los personajes más ilustrados de la historia nacional, con 33 imágenes iconográficas.
A diferencia del resto de los cuadros que estaban en la Casa Rosada, Mariano Moreno en su mesa de trabajo llegó desde el Museo Histórico Nacional. El artista es Pedro León Maximiliano María Subercaseaux Errázuriz, un aristocrático pintor chileno de nacido en Italia que se casó y luego se convirtió en monje benedictino, sin abandonar el arte. Es un óleo sobre tela que mide casi dos metros de alto por otros dos de ancho que muestra al prócer de la independencia con el ceño preocupado, de noche, en actitud de escribir algún asunto grave, "meditando lo que deba expresar su pluma", según las instrucciones que recibiría el chileno para retratarlo.
San Martín, un héroe recuperado
Una de las obras que no estaba en buen estado, y tuvo que ser restaurada en diciembre pasado por expertos del Área de Conservación del Museo Casa Rosada es el Retrato de San Martín. Estaba arrumbada en un improvisado depósito de muebles del primer piso de Balcarce 50. Presentaba cortes y desgarros, manchas, daño por fuego y por humedad, entre otras patologías que fueron subsanadas para que volviera a brillar.
"San Martín es glorioso no sólo en la Argentina sino también en varios países, incluso en Francia donde Emmanuel Macron recuerda que murió en Boulogone Sur Mer", dijo Fernández al explicar los motivos por los cuales fue prioritaria su restauración.. El retrato, ubicado junto al bandera nacional, es un óleo pastel y lápiz graso de 1,15 metros de alto por 85 centímetros de ancho de autor desconocido. Está realizado a partir de un daguerrotipo tomado en 1848 en Francia que forma parte de la Colección del Museo Histórico Nacional. Muestra a un San Martín anciano, de gesto endurecido, y con una de sus manos desdibujada, probablemente fruto de método utilizado, el daguerrotipo, predecesor de la fotografía.
En tanto, los cuadros contemporáneos que estaban en el despacho del ingeniero Macri ya fueron devueltos a respectivos autores a fines del año pasado. Hubo piezas provenientes del Palaise de Glace, del Fondo Nacional de las Artes, y también prestados por los propios creadores. Se expuso, además de a Eduardo Mac Entyre, a Lus Benedit, Eduardo Stupia, Rogelio Polesello, y Leandro Erlich, entre otros.
"Es la historia de Argentina, colgamos y descolgamos cuadros", comentó un funcionario de la Rosada encargado de custodiar el patrimonio del edificio. Sin embargo, más allá de que un mandatario prefiera a los héroes del pasado, y otro a los artistas contemporáneos, esto demuestra que "tanto los próceres como los pintores reivindican su independencia y trascienden las gestiones políticas", añadió.
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