La formación debe ser continua
En esta época de cambios tan rápidos, en todos los órdenes de la vida hay que capacitarse permanentemente. Esto pasa también en el campo de la enseñanza. Si bien es cierto que desde siempre los maestros y profesores han tenido que actualizarse, el ritmo de esta época es mucho más exigente.
La formación docente ya no es sólo lo que se estudia en el profesorado. Hoy se habla de formación docente continua: se debe seguir estudiando durante toda la vida. Por esto los nuevos institutos se ocuparán de dar el título, pero también de actualizar y perfeccionar a los maestros y profesores en ejercicio.
Esta es la meta, el fin del camino. La verdadera red de capacitación la tienen que constituir los futuros institutos con la oferta que ellos generen de acuerdo con las necesidades de las escuelas y de los docentes.
Hay bastante acuerdo en que la mejor capacitación es la que se da en servicio, dentro de la escuela, en el contexto de las necesidades del proyecto institucional. Pero hablar de la capacitación docente en esta perspectiva implica hacerse cargo de que hay que modificar muchas otras cosas en aras de insertar una oferta sistemática de capacitación permanente en un sistema educativo originalmente organizado sin tener en cuenta esta necesidad. En esta tarea estamos, y tendrá que ser completada en el futuro.