La estudiante de teatro que se convirtió en heroína mediática
Emilia Paino dice que no se arrepiente de haber dejado ganar a otro competidor.
Ganadora moral, heroína o ejemplo por seguir. Cualquiera de estas denominaciones se usaron en los últimos días para referirse a Emilia "Picky" Paino, de 21 años, una estudiante de teatro que se fue a una isla desierta con 15 desconocidos para jugar a la supervivencia en el programa televisivo "Expedición Robinson" y, justo cuando llegaba el momento decisivo, dio un paso al costado y dejó ganar la semifinal a un compañero.
Ella, más allá de la hazaña televisiva, no se reconoce en ninguno de los exagerados calificativos que se le dispensan y prefiere recordar que es una persona normal.
-¿Cómo te sentís con toda esta exposición mediática?
-Estoy mareada y me siento presionada. Presión que me pongo yo misma porque la gente ve en mí cosas que no soy.
Tal vez crean que soy únicamente eso, eso que vieron en su pantalla. Pero reacciono como cualquier persona normal que se confunde, que comente errores y que a veces hace cosas que son buenas y, a veces, otras malas.
-¿Ahora que "Expedición Robinson" ya salió al aire, te cuestionaste la decisión de dejar ganar a Adrián en la semifinal?
-No. Cuando me seleccionaron para el programa me preguntaron si alguna vez me había arrepentido de algo, y lo cierto es que no me gusta arrepentirme de lo que hago. Porque si me salió así es por algo.
-¿Fue el momento más difícil que viviste en la isla?
-Sí, hubo muchos momentos difíciles a mí entender, pero ése fue el más duro.
-Hay quienes opinan que se dio todo de manera tan emocionante que parece preparado.
-Yo creo que el que vivió ese juego, más el equipo de producción, los camarógrafos, todos los que estaban ahí, se paralizaron. Se paralizó la isla. Tal vez la gente trata de crear una barrera para que no te pegue tanto lo que estás viendo, entonces preferís no creer. Es más fácil no creer. Pero fue muy simple: fue Adrián y fui yo, sus ganas de llegar y mi decisión. Yo ya había ganado, no me interesaba llegar más allá. Cuando me encontré ese día con mis compañeros eliminados Diego me preguntó qué había pasado. Y yo preferí no contarle. Le dije que no lo iba a entender.
En ese momento cuando tomé la decisión toqué el cielo con las manos, ida y vuelta ocho veces.
Sentí que había hecho algo que no sólo me hacía feliz a mí, sino que hacía feliz a otra persona. Es creer o reventar.
-¿Te sentís un ejemplo por esto que viviste?
-La televisión da eso, la gente compra lo que ve y para mí eso es una presión porque no soy ejemplo de nada. Lo hice y punto. Lo volvería a hacer mil veces. Si la gente ve algo en mí que le sirva de aliento o de fuerza, bienvenido sea, pero que se acuerden que no soy perfecta, ni una heroína, ni nada de eso. Soy Picky y listo. En la isla yo no representé ningún personaje, traté de ser lo más auténtica posible.
-¿Cómo fue tu vida desde que volviste de la isla ?
-Fue y sigue siendo un proceso complicado. Hay cosas que todavía ni me quiero preguntar y cosas a las que no les encuentro respuesta, aunque me las pregunte mil veces.
-¿Qué es lo que te preocupa tanto?
-Todo lo que viví. Lo único que quiero es estar bien y ser feliz conmigo. Haga lo que haga. Sin sentirme presionada por lo que piensen los demás, que es algo que me tiene bastante preocupada.
-¿Cómo hacés para manejar esta fama repentina?
-Desde la productora tenemos una ayuda terapéutica y yo por mi lado también me analizo. Todo esto, porque me da miedo. Uno muchas veces no reacciona como la gente espera y eso asusta.
-¿Cómo encaja todo esto con tus estudios de actuación?
-Creo que teatro voy a seguir estudiando toda mi vida porque me encanta.Como me gustan otras cosas, como pintar. Todo lo que me sirva para expresar lo que yo tengo adentro me gusta y me resulta fácil hacerlo porque soy sincera conmigo. De todas maneras, nunca vi al teatro como una posibilidad de hacerme famosa. Esa parte me la olvidé. Por eso me cuesta tanto el hecho de tomar esto como un trabajo.
-¿Te hicieron ofertas para actuar?
-Si. Pero me cuesta mucho tomar decisiones. Aunque me muera de ganas por decir sí. Y tal vez lo haga con toda la emoción del mundo, pero no lo voy a estar disfrutando.
-Quizá no sea el momento...
-No lo sé, una siempre tiene la sensación de que se pasa el tren.
-¿Después de tu experiencia te anotarías en el programa otra vez?
-Sí, además, cuando en las entrevistas de la selección me hablaron de todo esto y del después, les dije que no me importaba.
Creo que para mí el programa fue una consecuencia de lo que yo fui a vivir.
Siempre en las cosas que te gustan encontrás lo bueno y lo malo, y eran tantas mis ganas de hacer esto que no me importó ni la televisión ni que esto iba a ser un programa. No me importaba nada.