En abril de 1995 se rompió una botella de champagne contra una de las formaciones para celebrar la inauguración de la Estación y del Centro Comercial San Isidro del Tren de la Costa, evento que contó la presencia del rey Juan Carlos de España. Ese mismo año, meses después, Lady Di también visitaría el complejo, uno de los más glamorosos y concurridos de la ribera norte. Sin embargo hoy, a siete años de pasar a manos del Estado, poco y nada queda de aquel esplendor. La desidia y el abandono se apropiaron del lugar.
En una recorrida por el predio, LA NACION comprobó que hay basura diseminada por pasillos, escaleras mecánicas sin funcionar, graffitis, mampostería rota, telarañas, faroles sin bombitas, hierros oxidados, tachos de basura rebalsados y vidrios rotos. De los 74 locales que existían, entre ellos cines, discotecas, restaurantes y comercios de venta de ropa, hoy tan sólo quedan tres funcionando: un supermercado, una oficina y una radio local. Antes de la pandemia había también una oficina del Ministerio del Interior para tramitar el documento. El resto los 71 comercios están vacíos, y son custodiados por ocho policías de la Federal y de la empresa de seguridad Murata, ante el temor de que el lugar sea intrusado, o vandalizado nuevamente.
"Es un abandono total. Siento mucha tristeza", se lamentó Alejandro Artaiano, mientras salía del supermercado. "Es deplorable. Da asco, y además hay ratas. Me mudé en el 96, y era como el centrito de Cariló, un lugar seguro, donde había dos cines, se vendían artesanías, y los chicos de colegios de la zona se reunían", recuerda con nostalgia María Duggan, otra vecina del Bajo de San Isidro. Por su parte, un vigilador de la calle Tiscornia, que prefirió no dar su nombre dijo: "Vi señores de traje, inversores, recorriendo el lugar. Pero no hay nadie capaz de poner una firma, de hacerse cargo. Tampoco obligan a los encargados de limpieza de Trenes a que limpien. Es una mugre".
El Centro Comercial San Isidro es uno de los tres que posee el Tren de la Costa, además del de la avenida Maipú y el de avenida Libertador. Está ubicado en un barrio residencial, uno de los más caros de Argentina, en la manzana comprendida por la calle Primera Junta, Pedro de Mendoza, del Barco Centenera y Juan Bautista La Salle.
San Isidro es la estación intermedia, y una de las 11 que forman este ramal que corre a lo largo de 15 kilómetros, de Olivos a Tigre, a través de los que se atraviesa un paisaje arbolado y pintoresco. El predio comercial de San Isidro abarca un total de 27.000 metros cuadrados, y está compuesto por un subsuelo destinado a estacionamiento, y una planta baja con varios locales, un patio y una fuente. A esto se suma, en ambos extremos, dos plantas más con locales a los cuales se accedía por escaleras mecánicas.
Los sanisidrenses recuerdan que, si bien durante la primera década del 2000 el predio había perdido el brillo de los 90, la fuerte debacle comenzó en el año 2013. Fue durante los últimos años de gestión de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuando por incumplimientos reiterados se le rescindió la concesión del Tren y del Parque de la Costa a Sociedad Comercial del Plata, empresa familiar de los Soldati. Desde ese entonces y hasta hoy, los reclamos de los habitantes del Bajo se San Isidro para poner en valor la estación y su entorno se sucedieron sin respuesta.
Al ser consultados voceros de Trenes Argentinos sobre las causas por las cuales el predio está en ruinas dijeron que "por el momento, con la pandemia, se está focalizando todo el esfuerzo en el Covid-19". Ante la pregunta de si están informados sobre los motivos por los cuales durante los últimos años tampoco hubo mejoras en el lugar dijeron: "Con la gestión anterior de Trenes Argentinos no tenemos contacto, y no les podemos pedir un informe", en alusión a las autoridades salientes en diciembre pasado.
Si bien durante los últimos tiempos hubo inversores interesados, nunca llegó a concretarse ninguna operación. Uno de los desarrolladores que se presentó a la licitación lanzada a mediados del año pasado fue Fabián Narvaez, de la Inmobiliaria Narvaez. "Era la concesión de la totalidad del Centro Comercial, es decir de todos los locales en bloque. Incluía un master plan con una inversión y una serie de condicionantes que estábamos dispuestos a cumplir. Pero, dado que la licitación fue antes de las elecciones, y que hay puntos que el gobierno actual no iba a autorizar, entonces se dio de baja la licitación", reveló el desarrollador.
Y agregó que su empresa nunca perdió el interés en el negocio aunque, dada la actual situación económica, esperan que la concesión sea por un lapso mayor de 20 años para así poder recuperar la inversión.
Según trascendió de fuentes del ámbito del real estate, el monto de la licitación rondaba entre el millón, y el millón y medio de dólares. "Pero, como en las PASO hubo una fuerte devaluación, en ese momento era imposible que algún desarrollador pensase en efectuar tamaña inversión", explicaron.
Según Narvaez, además de poner en valor el centro comercial, su proyecto es trabajar en conjunto con el municipio para hacer un puente o corredor peatonal y turístico que vincule Plaza Mitre, es decir la plaza de la Catedral, con la estación del Tren de la Costa, siguiendo por el polo gastronómico de la calle Tiscornia, y que continúe hasta el Parque Público del Puerto de San Isidro.
Sobre el abandono del lugar, el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, dijo: "Lamentablemente no es posible intervenir dado que no pertenece a nuestra jurisdicción. Sin embargo, estamos todo el tiempo recibiendo y acompañando propuestas de mejora, pero es una decisión que nos excede".
Y agregó: "Nos hubiera interesado que los gobiernos nacionales que se sucedieron hubieran aprovechado el tren para fomentar el turismo".
A su vez, fuentes del área de rentas del municipio revelaron que Trenes Argentinos le adeuda impuestos por 59 millones de pesos.
Durante aquel esplendor, en 1995, Lady Di viajó en el tren de Olivos a San Isidro y visitó luego la estación de estilo inglés con una sonrisa radiante y vestida con un traje de color rosa.
La construcción de la estación de San Isidro empezó en paralelo al Ferrocarril Mitre, a fines del 1800. El trayecto iba desde Retiro al Delta, pero estuvo desactivado durante 34 años hasta volver a operar en manos de la Sociedad Comercial del Plata.
En la actualidad, Trenes Argentinos informó que se efectúa una puesta en valor de las Estaciones Borges, San Isidro R y Punta Chica. Se hizo reparación de mampostería, pintura y puentes peatonales, colocación de nueva señalética y mobiliario. Durante la pandemia la frecuencia del tren es menor, cada una hora. A diferencia del resto de las líneas del AMBA, tiene mayor cantidad de pasajeros los fines de semana que los días hábiles debido al turismo. Transporta 100.000 pasajeros por mes.
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