El 10 de enero de 2007, Solange Grabenheimer, de 21 años, fue hallada muerta en el PH de Florida que compartía con Frend; sin signos obvios de presencia de otras personas en la escena del hecho, el fiscal y la familia de la víctima la acusaron como autora del crimen; terminó absuelta, pero las sospechas aún son para ella un estigma
Paro cardiorrespiratorio traumático como consecuencia de una asfixia de tipo mecánica por constricción cervical, con el ingreso de sangre en la vía respiratoria y del shock hipovolémico por la herida perforante en la vena subclavia derecha". Esas fueron las máximas precisiones que se pudieron obtener del caso. Hasta hoy, no se sabe cuáles fueron el horario de la muerte, el arma homicida ni el móvil del crimen. Sobre todo, no se pudo determinar quién asesinó a Solange Grabenheimer, que tenía 21 años cuando su cuerpo fue hallado, el 10 de enero de 2007, en el PH que compartía con su amiga Lucila Frend, en Güemes 2280, Florida, Vicente López.
Durante cuatro años de investigación, la fiscalía apuntó todas las sospechas hacia Lucila, de 21 años, igual que su amiga. El fiscal de San Isidro Alejandro Guevara llegó al juicio convencido de que ella era la autora del homicidio, pero no pudo probarlo. Sin embargo, la acusación bastó para que circularan en los medios supuestos motivos y se emitieran diversos calificativos sobre la personalidad de la joven, que decidió irse a España porque, según contó en aquel momento, en la calle la insultaban y la amenazaban. Desde allí viajaba a la Argentina cada vez que la Justicia la requería.
En 2011, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 2 de San Isidro, integrado por los jueces Oscar Zapata, Lino Mirabelli y Hernán San Martín, absolvió por unanimidad a Frend y planteó serios cuestionamientos a la investigación de Guevara. La crítica más fuerte fue sobre un punto que podría haber sido la prueba clave: el horario de muerte de Solange.
Una certeza al respecto hubiese puesto a Lucila dentro o fuera de la escena del crimen. Pero los peritos que expusieron en el juicio nunca se pusieron de acuerdo. El médico que estuvo en el lugar del hecho, el subcomisario Eugenio Aranda, forense de la Policía Científica bonaerense, habló de tres franjas horarias diferentes a lo largo del proceso. Primero dijo que el crimen había ocurrido entre la 1 y las 7. Eso hubiera ubicado a Lucila en el lugar y el momento del crimen, ya que se dio por probado que la joven salió de la casa a las 7.30 del 10 de enero. Pero luego, tras una junta médica en la que se reunieron peritos, abogados e incluso el fiscal, Aranda sostuvo que la data de muerte había sido entre las 7 y las 13. Finalmente, estableció una franja horaria entre la 1 y las 10.
En su fallo, los jueces consideraron que la data de muerte no había podido ser esclarecida con el grado de certeza necesario para servir como prueba. "Menos aún en el período seleccionado por el fiscal, esto es, en el lapso comprendido entre la 1 y las 7 del 10 de enero de 2007; antes bien, todo indica que la probabilidad se aleja de ese lapso", señalaron.
"La duda siempre fue a favor de la acusada. Al igual que el Ministerio Público, el particular damnificado, en este caso la madre, entendió que la única acusada debía ser Lucila Frend. Es más: la familia sigue sosteniendo esta hipótesis", aseguró una calificada fuente de la investigación consultada por LA NACION.
"La familia de Solange está convencida de que se investigaron todas las hipótesis del crimen y que la única que los convenció fue la de que Lucila Frend había sido la asesina", agregó este informante.
El Ministerio Público Fiscal siempre sostuvo que la muerte de Solange fue entre la una y las dos de la madrugada, horario en que Lucila estaba en la casa.
"La discordancia sobre el horario del crimen fue una duda que benefició a Lucila. Para la Policía Científica, la mano autora del crimen fue la de una mujer. El crimen se cometió con una mano izquierda. Ella es zurda. Además, no hubo robo; en el inmueble había 7000 pesos y un reloj Cartier. También se comprobó que Lucila tenía la clave del mail de Solange y que entró en su correo", dijo una fuente judicial.
Tanto el fiscal como el abogado de la familia de la víctima, Roberto Damboriana, habían solicitado la pena de prisión perpetua. Consideraban a Frend autora de homicidio calificado por alevosía y ensañamiento. La fiscalía hacía foco en la salud mental de la acusada; en su alegato, Guevara la calificó de "psicópata". Este fue otro de los motivos por los cuales los jueces cuestionaron al acusador. "Es al menos antojadizo catalogar a la imputada de psicópata, o que ha sido mendaz o que haya realizado maniobras de encubrimiento", señalaron los magistrados.
Apuntaron también a las ocasiones en que la querella y la fiscalía se refirieron a la "frialdad" de la acusada. "Las circunstancias referidas a si Frend estuvo mucho o poco en el velorio, o en la primera o tercera fila en el entierro de la víctima, si llegó tarde al parecer de otro, si lloró mucho o poco, si hablaba mucho o poco, si se acercó a la familia de Solange o no, no resisten el menor análisis a la hora de atribuir un hecho criminal", consideraron los jueces.
Algo personal
Durante el juicio también hubo referencias a un crimen con connotaciones sexuales y de odio. Según declaró el perito Raúl Torre, el autor del homicidio padecería "un trastorno antisocial de la personalidad-trastorno psicopático de la personalidad" o habría actuado "bajo el efecto de alguna sustancia (droga o alcohol)", sin poder refrenar sus impulsos.
Según estimaron los jueces, "ninguno de los dos supuestos coincide con Lucila Frend" y "no se advirtieron rasgos psicopáticos en la peritada ni un indicador".
Contra el fallo de primera instancia, y en la misma línea que Guevara, el fiscal general Carlos Altuve le pidió a la Casación que Frend fuera condenada a prisión perpetua o que se anulara la sentencia y se ordenara un nuevo debate. Pero el tribunal de alzada rechazó esa solicitud y también cuestionó la investigación llevada adelante por la fiscalía. Para la Casación, Guevara hizo un "trato desparejo de la prueba", porque consideró sospechosas actitudes de Frend que no midió de igual modo en otros testigos del juicio que tuvieron "idénticas actitudes".
Los camaristas también consideraron que la hora de la muerte no se había podido probar, como tampoco el móvil del crimen. Además, sostuvieron que no se habían investigado a fondo hipótesis alternativas a la acusación contra Frend.
Otro sospechoso
Ocurre que, durante el juicio, se hizo mención de otras personas que podrían haber sido consideradas sospechosas, aunque nunca fueron imputadas. La propia Lucila hizo referencia a un altercado que Solange había tenido con la mucama de su novio poco antes del homicidio.
"A las 11 del 9 de enero, Sol llegó a casa llorando porque había tenido una discusión muy fuerte con la mucama de Santiago, su novio", declaró Lucila. "Hacía un mes y medio que Santiago le decía a Sol que la mucama se le insinuaba todo el tiempo. Sol fue a comer a lo de Santi y en un punto se cruzaron en la cocina, la mucama se tiró encima de Sol, hubo amenazas, se tiraron del pelo", relató Frend en el juicio.
También se habló de un hombre que trabajaba en la obra lindera al PH de Florida donde ocurrió el crimen. "La señora de la limpieza declaró que este hombre le había pedido que le hiciera 'gancho' con Solange", declaró en una de las audiencias Julio César Julián, médico legista, investigador y subcomisario de la División Homicidios bonaerense. Agregó que en fotos de la causa se podían ver "pisadas unidireccionales" hacia el balcón de la habitación de Solange desde una habitación de la obra.
Julián mencionó un detalle que llamó la atención de los magistrados. Según relató, el albañil se dirigió a la obra el día del crimen y "se encontró una mochila que en su interior tenía tres bombachas, una de ellas con semen, aunque el cotejo no se hizo contra muestras de nadie". Al llegar a la puerta de la obra, el hombre "revoleó la bolsa por arriba de la puerta". Se preguntó Julián: "¿Por qué lo revoleó si era el encargado de la obra y el único que tenía la llave?".
El médico legista también afirmó que a Solange la había atacado alguien con más fuerza y peso que ella. "Se necesitó de una persona fuerte, capaz de levantar un balde de veinte litros de pintura", dijo. Esa descripción física no coincidía con la de la acusada.
El abogado Roberto Damboriana, que durante el proceso representó a la madre de la víctima, Patricia Lamblot, dijo a LA NACION: "Al igual que el Ministerio Público, a lo largo de la investigación del homicidio nosotros no tuvimos ninguna duda de la responsabilidad que tuvo Lucila".
Damboriana lamentó que los jueces Zapata, Mirabelli y San Martín, del TOC Nº 2, "no hayan tenido en cuenta que ninguna de las puertas y accesos a la vivienda habían sido violentados y que el asesino no sustrajo nada de valor de la escena del crimen". "La única que podía ingresar en la casa sin violentar la puerta era Lucila", agregó.
Sin embargo, Francisco García Santillán, abogado de Frend en el juicio, sostuvo lo contrario. "Recuerdo que hasta el día del juicio se sostuvo que la puerta del balcón se abría hacia adentro y que una cama se encontraba contra ella. Como la cama no estaba corrida, afirmaban que ello era una prueba de que el homicida no había ingresado por ese balcón. De eso hablaba incluso la prensa, hasta que yo a los gritos dije en el alegato, en pleno juicio oral, que ello no era así y lo demostré con fotos del lugar: ¡La puerta se abría claramente hacia afuera y, además, había huellas de que alguien había caminado por allí", aseguró el letrado.
Tras el fallo de Casación, en noviembre de 2013, la absolución de Lucila Frend quedó firme. La joven regresó a España y hoy vive en Barcelona, está casada y tiene un hijo. "Marina Harvey, la madre de Lucila, se ha hecho presente en la Fiscalía General de San isidro para pedir casi desesperadamente, en nombre de su hija Lucila, que la investigación prosiguiese su curso a los fines de encontrar al (los) homicida(s)", dijo a LA NACION García Santillán.
"La acción penal prescribirá el 10 de enero de 2022, salvo que la fiscalía 'se ponga de nuevo las pilas', retome la investigación y llame a indagatoria a los verdaderos responsables del criminal hecho", señaló el letrado.
Quieren que, con el esclarecimiento del asesinato de Solange, la sombra de la sospecha deje de seguir a Lucila, deje de alimentar la imaginación y la ficción.
La acusada
Lucila Frend, absuelta
- El 10 de enero de 2007 salió del PH que compartía con su amiga Solange Grabenheimer (Güemes 2280, dpto. 3, Florida) hacia su trabajo en el laboratorio Glaxo, de San Fernando, donde fichó a las 8.35
- Las dudas con respecto a la hora del homicidio la dejaron implicada; para el fiscal y para la familia de su amiga fue la única sospechosa posible, pero nunca estuvo presa. Durante la investigación se fue a vivir a Europa
- Tras su absolución regresó al Viejo Continente, donde trabajó en la producción de una muestra de dinosaurios. Hoy tiene 32 años, vive en Barcelona, se dedica a la producción de eventos, está casada y tiene un hijo de un año
La víctima
Solange Grabenheimer, asesinada
- Tenía 21 años, estudiaba Hotelería y estaba de novia. El 10 de enero de 2017, en un horario nunca precisado, pero mientras dormía, fue atacada con un objeto cortante; la herida le causó un shock; murió asfixiada
- La noche anterior, a las 22.42, le mandó un mensaje a su novio; le puso que estaba por irse a dormir. Debía despertarse a las 10 -a esa hora había puesto el despertador- para ir a trabajar a Autotint, el local de su padre
- El 10 de enero a la noche la esperaban en un cumpleaños donde estaba Lucila Frend. A las 23, la joven llegó al PH de Florida con el novio de Solange, Santiago Abramovich. Descubrieron el cadáver; comenzó el misterio
El crimen en tres conceptos
- Data de muerte - Según el fallo: "El 10 de enero de 2007, en un horario que no puede establecerse, pero presumiblemente en horas de la mañana, al menos una persona mató a Solange Grabenheimer", afirmaron los jueces
- Ataque a la víctima - Sorpresivo: "El asesino sorprendió a la víctima en circunstancias en que la nombrada se encontraba durmiendo en su habitación, ubicada en el tercer nivel de la vivienda", según se precisó en el fallo
- Arma blanca - Heridas: Del veredicto surge que el asesino le provocó a la víctima al menos cuatro heridas punzocortantes mediante la utilización de "un arma blanca cortante monofílica" en la zona del cuello
Acusada: una ficción con personajes muy parecidos a los reales
La película comienza con la clásica placa en la que se aclara al espectador que "cualquier similitud con hechos y personajes de la realidad es pura coincidencia". Pero a lo largo del film no serán pocos quienes estén en condiciones de hacer un paralelismo entre la historia que cuenta Acusada, la película protagonizada por Lali Espósito estrenada el jueves de la semana pasada, con el homicidio de Solange Grabenheimer, la chica asesinada en enero de 2007 en su PH de Florida, Vicente López.
"Acusada es una historia de ficción. En la película no se habla de ninguna persona real", aclaró a LA NACION Gonzalo Tobal, director y uno de los guionistas del film, en el que trabajan Inés Estévez , Leonardo Sbaraglia , Gerardo Romano y Daniel Fanego, entre otros.
La primera coincidencia entre Acusada y el homicidio de Grabenheimer es que la única imputada del crimen es la mejor amiga de la víctima.
La escena del crimen real era el PH de Güemes al 2200, Florida, que compartían desde hacía un tiempo Solange y su amiga Lucila Frend.
Por este caso, y luego de cuatro años de investigación, Lucila Frend -que al momento del crimen tenía 21 años, como la víctima- llegó al banquillo de los acusados y fue juzgada por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº 2 de San Isidro.
En la película, Dolores -el personaje de Lali Espósito- es la única sospechosa que llega a un juicio oral y público.
La diferencia es que el debate ficcional no es la zona norte del conurbano, sino en Talcahuano 550, donde está el Palacio de Tribunales porteño.
Frend fue absuelta por los jueces Oscar Zapata, Lino Mirabelli y Hernán San Martín. Los espectadores que vayan al cine a ver Acusada no sabrán hasta último momento si el personaje interpretado por Lali Espósito corre la misma suerte o termina siendo condenado.
Quien haya estado en la sala de audiencias del primer entrepiso del edificio de los tribunales de San Isidro el 12 de julio de 2011, día de la absolución de Frend, y haya visto ahora Acusada encontrará muchas semejanzas entre la vida real y la ficción, sobre todo en los rostros y en los gestos.
Acusada ya fue exhibida en los festivales de Toronto y de Venecia. "Estamos muy contentos con la repercusión que tuvo la película, fue muy bien recibida. Tenemos muchas expectativas", dijo Gonzalo Tobal a LA NACION antes del estreno.
El director de la película afirmó que en aquellos festivales asociaron el contenido del film con hechos ocurridos en Italia, México y Perú.
Por ejemplo, periodistas italianos relacionaron la película con el caso de Amanda Knox, una estudiante norteamericana que en noviembre de 2007 fue acusada del asesinato de su compañera de cuarto, la británica Meredith Kercher, participante de un programa de intercambio universitario en Perugia. Knox, que tenía 20, fue condenada a 26 años de prisión. Pero cuatro años después, el tribunal de casación consideró que era inocente por el homicidio y le mantuvo un cargo por difamación, aunque le dio por cumplida la pena por el tiempo pasado en la cárcel.
"Periodistas de México y de Perú también la relacionaron con dos casos que pasaron en sus países", explicó Tobal.
Durante su primera semana de exhibición en las salas de cine, Acusada tuvo una excelente performance. Entre el jueves de la semana pasada y anteayer, fue vista por más de 155.000 espectadores y quedó segunda entre los diez films más vistos. "Todavía no vimos la película. Pero en su momento le preguntaré a la madre de Solange, Patricia Lamblot, si quiere iniciar acciones legales", dijo a LA NACION el abogado de la familia, Roberto Damboriana.ß Gabriel Di Nicola
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