La creatividad de los alumnos, puesta al servicio de la ciencia
Hoy y mañana se muestran en el Ministerio de Educación experiencias y trabajos realizados en escuelas de todo el país; los mejores serán seleccionados.
La creatividad aplicada a la investigación puede dar como resultado experiencias asombrosas o, por lo menos, muy curiosas.
El hallazgo de fósiles en la Laguna de Guatraché, los efectos favorables que tienen las lombrices de campo en el suelo y en el rendimiento de los cultivos y propuestas para la prevención de conductas de alto riesgo son algunas de las conclusiones que presentan los trabajos de alumnos de todo el país.
Los jóvenes investigadores mostrarán al público sus creaciones hoy y mañana en la XXII Feria Nacional de Ciencia y Tecnología que se desarrolla en el Ministerio de Educación.
Del total de 144 trabajos (aproximadamente seis por provincia), los dos mejores proyectos individuales y un proyecto grupal serán seleccionados para competir en la Feria de Ingeniería de Filadelfia.
Los trabajos y las invenciones creativas de los estudiantes pueden ser visitadas hoy, de 15 a 19, y mañana, de 9 a 12, en el Galpón de la Reforma del Palacio Pizzurno, Montevideo 950.
"Nosotros nos tenemos fe. Quizá terminemos en el circuito internacional", se ilusionan Omar y Rodrigo, dos simpáticos jujeños de 17 años encargados del stand "Esencias Naturales".
"Lo que hacemos son destilaciones a partir de plantas autóctonas de nuestra región, para esencias que luego son aplicadas en velas y jabones. Con el material orgánico que nos sobra, hacemos papel reciclable y un producto para fertilizar la tierra", explican orgullosos.
"Todo surgió cuando en la escuela empezamos a encontrar datos sobre cómo destilar. Sin saber que íbamos a llegar a esto fuimos probando distintos métodos y perfeccionándonos. Incluso llegamos a trabajar con especialistas de la Universidad Nacional de Jujuy", aseguraron los alumnos.
La coordinadora del área de actividades científicas de la Secretaría de Ciencia y Tecnología, María Cristina Alvarez,comentó que la feria comenzó a realizarse en 1967. "Cada vez hay menos chicos que proponen investigaciones sobre ciencias exactas. Si las hay, casi siempre son de matemática; la física cada vez está más olvidada", se lamentó.
Problemas regionales
En cuanto a las Ciencias Sociales, los temas elegidos "suelen reflejar los problemas regionales de los chicos del interior, las necesidades que muchas veces quedan insatisfechas", aseguró Alvarez.
Por eso, señaló que muchas veces los trabajos tienen una proyección de microempresa, que muestra cómo la falta de trabajo es algo que preocupa seriamente a sus familias.
También se multiplican las mesas que exponen sobre temas sociales apremiantes, como "Maternidad adolescente", de la Escuela de Comercio Almirante Brown, de Catamarca, o dan sus propuestas para la prevención de la violencia juvenil, como el Colegio San Carlos, de Mercedes, Corrientes.
Otros stands dan consejos para los encontronazos inesperados que uno puede tener en su vida cotidiana: "A veces te encontrarás con criaturas escalofriantes como las arañas, temidas en general por su tamaño. Nos aterroriza una araña grande, sin saber que alguna de menor tamaño puede ser más mortal y peligrosa", aseguran los chicos de la escuela Ntra. Sra. del Santísimo Rosario, de Mendoza. Por supuesto, enseñan a los visitantes a distinguir cuáles son "las malas" y dónde concurrir en caso de emergencia.
Consultada sobre la diferencia entre los chicos de Buenos Aires y los del interior que cada año participan en la feria, Alvarez dijo que hay rasgos que se repiten. "Los chicos de las provincias son más inquietos, todo les interesa. Puede ser que al tener tanto acceso a las computadoras y a la televisión haya disminuido la capacidad de asombro de los de la ciudad", concluyó.
La UBA expone sus proyectos
La Universidad de Buenos Aires también renovó esta semana su apuesta a la investigación.
En una de las sedes de la Facultad de Ingeniería inauguró ayer la muestra Expociencia 98, en la que exhibe la producción de los investigadores de las distintas unidades académicas.
Se trata de la octava edición de la muestra de ciencia, que intenta acercar los avances y descubrimientos de los investigadores al público no especializado.
Las facultades tienen stands dispuestos en la planta baja de la facultad, el famoso edificio de Las Heras y Pueyrredón, que empezó funcionando como sede de Derecho y acabó siendo un baluarte de la ciencia y la tecnología.
Además, habrá conferencias desde hoy hasta el cierre de la muestra, el sábado próximo.
"Estamos mostrando todo lo que hacemos en investigación, y este año invitamos a universidades de América latina para dar a la exposición un énfasis regional. Tenemos que unir nuestras ventajas comparativas para que la investigación no quede localizada en los países desarrollados; sólo la investigación autóctona puede satisfacer las necesidades de la región", dijo la secretaria de Ciencia y Tecnología de la UBA, Alicia Fernández Cirelli, en diálogo con La Nación .
La producción científica de la UBA representa un tercio del total nacional, realizada casi por 3000 científicos que desarrollan 1200 proyectos de investigación.
"Para las conferencias elegimos un enfoque interdisciplinario. Se discutirá sobre temas sensibles a la gente, como salud, alimentación, aguas urbanas, corrupción y ética científica", anticipó Fernández Cirelli.
Entre otras charlas, hoy a las 10 habrá una mesa redonda sobre las implicancias de la biotecnología en medicina, y, a las 15.30, el tema convocante será el cambio climático global. Mañana, a las 11, será el turno de la corrupción como fenómeno contemporáneo.
La mayoría de los stands ofrece información concisa sobre los campos que se han venido investigando, que el público interesado puede rastrear por la computadora y en las publicaciones científicas que las facultades editan durante el año.