La corrupción y el asedio a la prensa, las principales amenazas para la democracia en América Latina
El Grupo de Diarios América (GDA) organizó el primer gran foro digital “Estado de la democracia y de los medios en América Latina”, en el que analizaron los principales retos en este campo para la región
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Factores como la corrupción han llevado a que las instituciones de los países latinoamericanos se vuelvan cada vez más frágiles, provocando una pérdida de confianza de los ciudadanos en ellas, mientras se multiplican los ataques a la prensa. Estas han sido las principales conclusiones del primer gran foro digital organizado por el Grupo de Diarios América (GDA), “Estado de la democracia y los medios en América Latina”.
El foro fue moderado por el director general de El Tiempo de Colombia, Andrés Mompotes, quien resaltó en su introducción cómo la región enfrenta un retroceso de la libertad de prensa, un fenómeno que se ve reflejado en los cada vez más constantes ataques a los medios de comunicación, provenientes tanto del poder político como de organizaciones criminales.
Participaron del encuentro la Prosecretaria General de Redacción de LA NACION, Gail Scriven; el director general editorial de El Universal de México, David Aponte; el director periodístico de El Comercio, de Perú, Juan Aurelio Arévalo Miró Quesada; y el presidente y editor de El Nacional de Venezuela, Miguel Henrique Otero, desde España, país en el que se encuentra exiliado debido a la amenaza que representa ejercer la profesión en su país bajo la dictadura de Nicolás Maduro.
Los participantes del foro coincidieron en señalar la caída de la confianza en el sistema democrático en los ciudadanos como la más preocupante alarma encendida en los últimos tiempos y generando condiciones en las que florecen y se expanden peligrosos discursos populistas y autoritarios. “Este foro es muy acertado en empezar con el tema de la democracia porque está en problemas en todo el mundo y en América latina: lo vimos en Estados Unidos con el asalto al Capitolio, lo vimos en Brasil. Todos los informes muestran una caída en el apoyo a la democracia, el último difundido por Latinobarómetro mostró que en 10 años cayó 15 puntos, y los riesgos que esto implica”, comentó al respecto Gail Scriven.
David Aponte aseguró que el común denominador en esta falta de credibilidad en el sistema de partidos y la clase política derivada de la corrupción, de la que se han beneficiado precisamente ambos. “Esto nos ha llevado a gobiernos de corte populista; en ese sentido, el populismo lo que busca es debilitar al sistema democrático. Eso ha ocurrido durante los 5 años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, queriendo colonizar los poderes Legislativo y Judicial con iniciativas legislativas, una campaña mediática y un golpeteo diario mediante sus conferencias matutinas”, explicó.
Al respecto, Juan Aurelio Arévalo Miró Quesada lamentó que Perú sea el país más insatisfecho con la democracia, pero además alertó sobre los peligros en la creciente tolerancia al autoritarismo en la región. “Perú quizás es el país que mejor representa esta situación, el penal de Barbadillo se ha convertido casi en una cárcel hecha para presidentes de la República. El politólogo Alberto Vergara suele decir que el único rasgo estable del Perú en este momento es su inestabilidad. No se puede avanzar como sociedad si no se confía en nadie y esa insatisfacción por el sistema democrático es un campo fértil para el populismo y todos sabemos hacia dónde nos lleva eso”, advirtió.
Miguel Henrique Otero, por su parte, fue claro al señalar que un escenario en el que se debilitan las instituciones y la corrupción gana terreno solo lleva a un destino desfavorable.
“En el continente hay tres dictaduras puras y duras: Cuba, Nicaragua y Venezuela. Son dictaduras de izquierda, producto de un proceso en el que los cubanos, exportando su revolución, pasaron del foquismo, de la guerrilla y la dictadura del proletariado a este esquema dentro de lo que permite la democracia, para tomar el poder con elecciones y desde ahí cambiar el modelo, desmantelar todos los pilares de la democracia y convertirlo en una dictadura. En el caso de Venezuela es peor, porque además es una corporación criminal que tiene secuestrado al país. Esta fórmula, la del socialismo del siglo XXI, solo lleva a la destrucción de los países”, concluyó.
Ante este panorama común en la región, Mompotes invitó a los panelistas a ensayar posibles soluciones que permitan recuperar la confianza en las instituciones y renovar las esperanzas de fortalecer su labor.
El director de El Universal se mostró poco optimista al respecto, asegurando que casos como el de López Obrador demuestran que acceden al poder políticos que prometen erradicar problemas de fondo como la corrupción pero no transforman esos dichos en acción. “Todo esto nos ha llevado a una falta de credibilidad y una polarización. Él actúa como jefe de campaña en este momento y sigue utilizando esta narrativa para golpear a la oposición. En estos cinco años ha buscado acumular poder”, asegura.
Scriven destacó que en un escenario como el actual la prensa debe asumir un papel cada vez más protagónico pese a los ataques que sufre en varios países de la región. “Nuestro caso no es tan extremo como el peruano pero tenemos a la vicepresidenta (Cristina Fernández de Kirchner) que tiene una condena a seis años de prisión por corrupción (no está firme). Sólo dos países de la región no tienen exvicepresidentes denunciados, acusados o incluso condenados por corrupción. Ante esto urge más que nunca fortalecer y marcar claramente la independencia de los poderes. El rol de la prensa, más que nunca, es el de poder fiscalizador, de vigilancia y de denuncia permanente del poder”, señaló.
El director periodístico de El Comercio coincidió con Scriven y recordó que la democracia se consolida y fortalece con el tiempo, por lo que es muy importante contar con la participación ciudadana. “En el caso del gobierno de Castillo veíamos graves casos de corrupción y una ciudadanía que lo presenciaba pero no alcanzaba una reacción tan fuerte. Se debe entender que no se puede permitir esos atropellos. Los partidos, por su parte, deben hacer un trabajo de bases, los candidatos en el Perú desaparecen luego de las elecciones y no se les ve más”, afirmó.
El presidente de El Nacional, mientras tanto, ahondó en las deficiencias partidarias que mencionó Arévalo Miró Quesada y cómo esto termina provocando el derrumbe definitivo del sistema democrático. “Es un tema más profundo que solo ir a las fallas o a las situaciones negativas de las democracias. No creo que los políticos latinoamericanos estén siquiera conscientes de eso porque no construyen partidos con objetivos concretos sino que siguen construyendo plataformas electorales sin contenido con las que aspiran llegar al poder, que algunos se beneficien de eso y se siguen debilitando ante una izquierda ideológicamente organizada para tomar y mantenerse indefinidamente en el poder. Tenemos instituciones débiles y cuando llegan al poder, estos individuos dinamitan lo que ya está débil. Son procesos irreversibles y monumentales, donde la corrupción cubre espacios gigantescos”, explicó.
Otero calificó de “preocupante” la incapacidad de los líderes políticos “de conectar con el discurso de los pueblos de América Latina”, lo que permitió que los regímenes de izquierda y totalitarios hayan podido llegar al poder y luego no quieran dejarlo de ninguna forma. “Las élites democráticas deben contrarrestar esto y enfrentar de alguna manera la tentación totalitaria generalizada en el continente”, señaló.
Otro factor que socava las democracias latinoamericanas son los constantes ataques a la libertad de prensa. El director de El Comercio alertó al respecto y recordó cómo durante el gobierno de Castillo el entonces primer ministro, Aníbal Torres, mantuvo una constante retórica agresiva hacia los medios de comunicación. “Eso se tradujo luego en acciones lamentables como amenazas a los periodistas. Desde el Consejo de la Prensa Peruana hemos emitido más de 30 alertas en los últimos 2 años por atentados contra la libertad de expresión. A inicios de año fueron más de 170 periodistas agredidos durante las protestas. El Congreso también se ha convertido en un frente de agresión, según la Unidad de Datos de EC cada 60 días en promedio el Congreso presenta un proyecto de ley que atenta contra la libertad informativa. En los últimos 5 periodos parlamentarios se han presentado alrededor de 94 proyectos de ley para restringir las libertades informativas”, advirtió.
En esa misma línea, David Aponte afirmó que “la libertad de expresión no se implora, se ejerce”, y alertó sobre la irrupción de nuevos personajes vinculados a los gobiernos que estarían dedicados a desinformar a la población y a lanzar ataques contra medios incómodos para los mandatarios de turno. “Desde luego el golpeteo a los medios de comunicación afectados en su credibilidad, lo alerta el Instituto Reuters que evidencia la merma en la credibilidad debido a los ataques presidenciales. En este contexto se ha creado una suerte de narrativa desde el gobierno con influencers que acuden a las conferencias de prensa para atacar a otros medios u otros gobiernos, todo esto construye una destrucción del sistema democrático de los medios, órganos autónomos y otros poderes”, señaló.
Arévalo Miró Quesada aseguró que Perú atraviesa un fenómeno similar. “Pero este escenario nos debe llevar a mostrarle a las personas cómo trabajamos y cuáles son los procesos y códigos éticos bajo los que nos regimos”, sugirió. Destacó luego que los “medios cumplen un rol de vigilancia, sobre todo en nuestros países, con instituciones débiles” y que “se debe empoderar la democracia con los medios”.
Mompotes, director del diario El Tiempo, en Colombia, señaló que los integrantes de la prensa sufren amenazas y “se genera un estigma en las redes” contra los medios “que terminan siendo enemigos de una visión”, aquella que se impone desde el poder.
Scriven advirtió sobre la aparición en la Argentina de un fenómeno relativamente novedoso: el narcotráfico como un elemento amenazante para el ejercicio de la prensa. “Por primera vez estamos teniendo una nueva amenaza relacionada con el narcotráfico, advertencias a periodistas en Rosario mediante carteles con frases diciendo que los van a matar. Es preocupante en un contexto de escalada de violencia, con más de 100 asesinatos en lo que va del año en la ciudad. Por otro lado, esta semana hubo una novedad en cuanto a las amenazas a la libertad de expresión: el gobernador de la provincia de La Rioja está encarando una reforma que busca limitar el trabajo de la prensa, que nosotros desde los medios independientes estamos denunciando”, afirmó.
Otero, por su parte, reflejó el extremo de este mal al describir la situación que se vive en su país natal. “En Venezuela simplemente no hay medios. La radio y la TV están totalmente censuradas y amenazadas por el elemento regulador Conatel, no hay programas de opinión, las noticias son las oficiales, los medios impresos desaparecieron con la crisis del papel y las plataformas web son bloqueadas”. Y concluyó: " Hay periodismo ciudadano, que en nuestro caso tan extremo es una esperanza”.
El Grupo de Diarios América (GDA) está integrado por LA NACION (Argentina), O Globo (Brasil), El Mercurio (Chile), El Tiempo (Colombia), La Nación (Costa Rica), La Prensa Gráfica (El Salvador), El Universal (México), El Comercio (Perú), El Nuevo Día (Puerto Rico), Listín Diario (República Dominicana), El País (Uruguay) y El Nacional (Venezuela)..