La conmovedora despedida de los bomberos de San Isidro a Bombi, la mascota del cuartel
La perrita había sido adoptada en 2003 y era una compañera más de los efectivos, que, a modo de homenaje, le hicieron un video para despedirla
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LA NACIONGermán Wille
“Dicen que todos los perros van al cielo. Hasta pronto, amiga”. Con estas palabras, y un emotivo video, el cuartel de Bomberos Voluntarios de San Isidro despidió a quien fuera, para ellos, una integrante más del equipo. Se trata de Bombi, la perrita que adoptaron en 2003 y que falleció a comienzos de la semana pasada.
“Con gran tristeza queremos informar que hoy nos dejó nuestra muy querida compañera, Bombi”, escribieron los bomberos de San Isidro en su cuenta oficial de Facebook, el miércoles pasado. Junto a la dolorosa noticia, los integrantes del cuartel subieron a la red social un emotivo video con imágenes de la perrita.
En la grabación subida a las redes se la ve a Bombi en el cuartel, saludando a los efectivos, moviendo la cola contenta, o posando adelante de una formación de bomberos que hacen la venia en el frente del cuartel. “Nos acompañaste siempre. Y siempre estarás en nuestro corazones”, se puede leer sobre las imágenes.
“En el año 2003, a Bombi la atropelló un auto en la puerta del cuartel -Santa Fe al 600, en Acassuso-. Tenía un golpe fuerte. La llevamos a la veterinaria, la curamos, la cojibamos. Y se quedó acá. Entonces, tendría menos de un año”, cuenta a LA NACION el Jefe del cuerpo de Bomberos de San Isidro, Comandante Mayor Daniel Gallego.
El jefe del cuartel cuenta que, en sus años de juventud, la perra comenzó a salir a los servicios con ellos. “La llevábamos en la autobomba y se metía en los incendios con nosotros. Entraba a lugares con mucha temperatura, no entendíamos cómo no se quemaba las patitas”, dice.
“Era muy obediente, era una más de nosotros”, agrega Gallego sobre la perrita que se fue para siempre del cuartel el lunes pasado, luego de presentar problemas de salud que la llevaron a quedar internada en una clínica veterinaria de la zona.
“Estaba viejita. Nos quedamos con ella hasta las 11 de la noche en la veterinaria, y a la mañana siguiente nos avisaron que había fallecido”, cuenta Gallego, aún golpeado por la noticia.
Bombi era una perrita mestiza, de tamaño mediano, de color blanco con grandes manchas marrones. Y muy presente. “En guardias de frío, en el invierno crudo, siempre hay una persona de guardia y ella siempre al lado. Siempre. Era una compañera fiel”.
Además, en un cuartel que hasta la previa de la pandemia no tenía portones -luego debieron poner una cortina por casos de inseguridad-, la perrita avisaba de cualquier “movimiento raro” que podía haber en la zona.
“Hasta siempre Bombi, gracias por todos los momentos lindos que nos regalaste. Te despiden, tus compañeros de los Bomberos Voluntarios de San Isidro, dice la publicación de Facebook, que recolectó más de 22.000 “me gusta” y numerosos comentarios de vecinos y usuarios conmovidos por la noticia de la partida de la mascota del cuartel, que, como toda mascota, era mucho más que eso.
“Estamos muy dolidos. Hoy entramos y miramos donde estaba siempre ella... era parte de nuestra familia”, resume Gallego, con esa mezcla de dolor y agradecimiento que llevó a los bomberos a realizar el video para homenajear y despedir a su entrañable compañera Bombi.
Por Germán Wille
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