La Ciudad aumenta 34% el ABL y se hace cargo de subsidios a colectivos y servicios
Alineada con los ejes del régimen de responsabilidad fiscal, la Legislatura porteña aprobó ayer la ley de presupuesto general de la ciudad para el próximo año, que aumenta el volumen de gastos un 26% respecto del cierre estimado para 2018 hasta los $321.457 millones. Además, debido a la adhesión al Consenso Fiscal, el distrito absorberá los subsidios a los colectivos y a los servicios de luz y agua .
En cuanto a los ingresos, se destaca un incremento promedio de la tasa de Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL) del 34%, con un tope del 38%.
El presupuesto sancionado guarda sintonía con las proyecciones macroeconómicas estimadas a nivel nacional, con una previsión de una caída del -0,5%, una inflación proyectada del 23% y una estimación del tipo de cambio promedio de $40,10 por dólar.
En ese sentido, la presidenta de la Comisión de Presupuesto, Paula Villalba (Vamos Juntos), explicó a LA NACION que se trata de "un presupuesto financieramente equilibrado, cumplible, con déficit cero y que por segundo año consecutivo cumple el objetivo del equilibrio fiscal".
Por el contrario, el legislador de Unidad Ciudadana Javier Andrade consideró: "La inflación prevista es una falacia que choca de frente con la realidad. Para 2018, el oficialismo habló de una inflación de 14 puntos y terminará cerca de los 50. Sus metas inflacionarias y de crecimiento, más otras variables de la macroeconomía como el dólar, son irreales".
El 50,5% de los gastos calculados, es decir, $162.340 millones, corresponderá a servicios sociales. La mayor parte de esas erogaciones serán destinadas a las áreas educativa y de salud, por lo que se prevé incorporar nuevas tecnologías a las escuelas, mejorar su infraestructura y culminar el plan de construcción de 52 colegios; a la vez, se buscará mejorar el Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME), desarrollar circuitos de atención primaria y mejorar la red de hospitales, entre otras cuestiones.
Al Plan de Seguridad Integral, el próximo año se destinarán $46.500 millones, que se utilizarán para fortalecer a la Policía de la Ciudad a partir de la incorporación de nuevos agentes, personal civil y bomberos; también se colocarán más cámaras de vigilancia.
Por otro lado, se destinarán al pago de deudas contraídas $26.126 millones, lo que representa un crecimiento de $11.135 millones respecto de 2018.
Asimismo, como se dijo, la ley prevé un aumento en el ABL del 34% en promedio. Según información oficial, el 65% de las partidas tendrá incrementos por debajo de los $150; el 20% sufrirá subas de hasta $450 y el 5% se ajustará por arriba de los $450, con un tope del 38%. Durante este año, la actualización fue del 20% en promedio, con un tope del 23,4%.
Para aliviar y dar mayores facilidades a los vecinos, a aquellos que no tienen deuda en este impuesto y adhieran su pago al débito automático, la Ciudad les bonificará la última cuota de 2019. Este beneficio se sumará al 10% del descuento por buen cumplimiento ya vigente.
El impuesto a los vehículos (Patentes) será del 25% promedio. En lo que respecta a este pago, al ser bimensual, aquellos usuarios que se encuentren adheridos al débito automático solo abonarán la mitad de la última cuota.
Sobre esa misma línea y debido a la adhesión del distrito al Consenso Fiscal, se destinarán $4100 millones a subsidios para las 32 líneas de colectivos que tienen cabeceras dentro de la Capital; $380 millones para la tarifa social de AySA y $700 millones para la del servicio eléctrico, que brindan Edenor y Edesur.
El radical y vicepresidente tercero de la Comisión de Presupuesto, Juan Francisco Nosiglia, sentenció: "A pesar de la vocación del gobierno nacional de establecer un Régimen de Responsabilidad Fiscal, la política recurrente de los últimos años del Poder Ejecutivo porteño ha sido la subestimación sistemática del déficit financiero y estimamos que el año terminará con un rojo de $8000 millones, agrandando la deuda pública".
Durante la sesión de ayer, la Legislatura también dio sanción definitiva a una iniciativa impulsada por el gobierno porteño para dar en concesión los predios ubicados bajo la autopista 25 de Mayo por un plazo de hasta 30 años. De esta manera, se buscará mejorar la seguridad e iluminación de esos espacios.
Los terrenos, según el texto aprobado, se usarán para el desarrollo de centros culturales, locales comerciales, talleres y oficinas, integrando la autopista con la trama urbana y potenciándola mediante usos que permitan la continuidad del paisaje urbano. Las concesiones para los predios destinados a playa de estacionamiento de vehículos particulares y líneas de colectivos no podrán extenderse por más de cinco años.
Además, aquellos espacios que ya son ocupados por instituciones o clubes de barrio se encuentran protegidos por la norma, que garantiza su continuidad.
El diputado oficialista Diego García Vilas explicó: "La autopista cruzó la ciudad a la mitad sin ningún criterio urbanístico. Y dejó en medio de los barrios todos estos espacios vacíos que se fueron convirtiendo en lugares inseguros y oscuros". Y consideró que "por eso, este proyecto beneficia a todos los vecinos, pero especialmente a los que viven alrededor de los bajo autopistas o tienen que cruzarlos a diario".
"El objetivo es que formen parte del barrio, que sean seguros, iluminados y transitables. Se van a mejorar las veredas, se van a generar nuevas plazas y espacios públicos, se instalarán locales comerciales, instituciones, sedes gubernamentales (como las de la Anses o Centros Integrales de la Mujer, por ejemplo)", completó.
Nueva señal para marcar entradas a garajes
Con el fin de lograr una mayor visibilidad en la vía pública de sectores de ingreso y egreso de vehículos, la Legislatura aprobó ayer un proyecto del diputado Sergio Abrevaya (GEN) para que los frentistas puedan demarcar sus garajes e indicar la prohibición de estacionamiento.
Se podrá delimitar el sector de ingreso y egreso de vehículos mediante dos líneas de 1,5 metros perpendiculares al cordón, ubicadas medio metro de cada lado del ancho de la entrada. Las líneas deberán ser de trazo continuo, de color amarillo y de 10 centímetros de ancho; queda prohibido el estacionamiento entre ellas. El sector correspondiente del cordón también se pintará de amarillo.
La delimitación se podrá instrumentar únicamente cuando el tipo de calzada lo permita y no, por ejemplo, en calles con adoquinado protegido o con ciclovías.
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