La Argentina logró sostener la actividad de donación y trasplante durante la pandemia
Pese a una leve caída en relación al 2019, un año récord, se realizaron 630 trasplantes en el primer semestre
En tiempos de coronavirus, la Argentina pudo sostener la operatividad de los programas de procuración y trasplante de órganos. En el primer semestre de este año se realizaron 630 trasplantes de órganos con donante fallecido. Si bien esto representa un descenso del 34% en relación al 2019, un año atípico y récord en trasplantes, es una cifra alentadora en el contexto de emergencia sanitaria y similar a la de los años anteriores. Incluso supera la cantidad de personas trasplantadas de 2016.
Como todos los años, la mayor cantidad de trasplantes realizados en el primer semestre corresponden a los siguientes órganos: renal (385), hepático (145), cardíaco (50) y renopancreático (25). Esto coincide con las necesidades de los pacientes en lista de espera. Hoy hay 7153 personas que esperan un trasplante y el 73% necesita un riñón para sobrevivir.
Desde el primer caso positivo de Covid-19 detectado el 3 de marzo en el país, INCUCAI y los Organismos Jurisdiccionales de Ablación e Implante y la participación de Sociedades Científicas, definieron protocolos específicos para la selección de potenciales donantes que eviten la transmisión del COVID-19 y protejan a los equipos intervinientes.
Entre las principales directivas que permitieron sostener la actividad de donación durante la pandemia, aparece la prohibición de donantes cadavéricos confirmados de COVID-19 y de donates que hayan estado expuestos a un caso positivo en los 21 días previos a su muerte. Se recomienda que todos los potenciales donantes deberían realizarse en tiempo real el Estudio PCR (proteína C reactiva) para descartar COVID-19.
A su vez, si bien no existe un consenso generalizado entre los especialistas, se aconseja dentro del protocolo de actuación, realizar un test al receptor de trasplante de órgano sólidos a fin de garantizar la protección de los pacientes en lista de espera.
Desde INCUCAI informaron a LA NACION que las medidas se construyeron "observando el impacto del COVID-19 en la actividad de donación y trasplante principalmente en el continente europeo para que la Argentina pudiera adaptar el sistema y así mantener la actividad de procuración en el contexto sanitario actual". Y agregaron: "El objetivo principal siempre es brindar al paciente la posibilidad del acceso al trasplante, garantizando la calidad y seguridad en los procesos".