La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas fustigó la "desafortunada decisión" del juez en lo civil Luis Alberto Dupou, que prohibió a la Editorial Atlántida la distribución y venta del libro "La Argentina embrujada", de la periodista Viviana Gorbato, al tiempo que exigió el retiro de los ejemplares de los centros de distribución.
El comunicado de ADEPA expresó que "resulta inadmisible que, mediante la acción de amparo aludida (se refiere a la presentada por Rosa Virginia Brizuela contra el libro), el juez esté atacando la libertad de prensa".
La periodista investigó en el libro a gurúes, mentalistas, clarividentes, hechiceros de toda índole, escuelas de insight y otras expresiones de la llamada new age. La publicación de una foto de una dirigente de la Escuela de Yoga de Buenos Aires fue el soporte para la acción judicial de Brizuela, ya que, en compañía de otra mujer, aparece desnuda y con una franja negra sobre el rostro.
La medida, dice ADEPA, "afecta las libertades de expresión y de pensamiento. Es decir, asume una actitud contraria a los principios básicos de una sociedad que aspira a desenvolverse en un régimen republicano y democrático de gobierno, con plena vigencia de la libertad".
Más repudios
También la Comisión Empresaria de Medios de Comunicación Independientes (CEMCI) se pronunció contra la decisión judicial y, como ADEPA, recordó la censura previa acontecida, por vía judicial, contra el film "La última tentación de Cristo", de Martin Scorsese.
"El pretender impedir -subrayó la entidad- la libre circulación de una obra literaria, bajo el pretexto de que se vulnera el derecho a la intimidad de una persona, no hace más que cometer un acto de coerción hacia la persona misma." Por su parte, el abogado defensor de la editorial Eduardo Plater aseguró que se espera una resolución judicial, sobre la apelación presentada, durante la semana próxima. Fuentes inobjetables de Atlántida dijeron que "el libro sigue arriba en ventas en librerías y quioscos, pues los vendedores son ajenos a la controversia y no fueron alcanzados por la medida del juez".
El poder de la TV mejoró esta situación, tras almorzar Gorbato con Mirtha Legrand y confrontar luego con Claudio María Domínguez, seguidor de Sai Baba, en un ciclo chimentero.
