Kira, la perra que sobrevivió gracias a una traqueotomía
Se enfermó a los 12 años y su dueña pensó en dormirla, pero los médicos le presentaron una alternativa que le dio una segunda oportunidad
Los perros viven en promedio entre 10 y 13 años. Esto hace que la decisión de incorporarlos a nuestra vida incluya, desde el vamos, la aceptación de su partida.
Hace dos años, Dalia pensó que había llegado el momento de despedirse de Kira, su labradora de 12 años. La había llevado a la veterinaria para un baño y cuando la fue a buscar notó que estaba agitada y que respiraba mal. Enseguida la hizo atender y le aplicaron corticoides que mejoraron momentáneamente su estado, pero le indicaron que tenía que llevarla a una sala de urgencias. “Yo no entendía nada. La perra se estaba ahogando y necesitaba oxígeno. El traslado fue eterno. Kira no paraba de vomitar, se estaba poniendo azul”, recuerda.
Ya en la clínica y con Kira estabilizada, llegó el parte médico que llevó a Dalia y Gustavo –su marido- a una encrucijada: su amiga de cuatro patas tenía una parálisis de los músculos de la laringe y la única forma de salvarla era someterla a una traqueotomía. “Lo primero que pensé era que había llegado su final, que a los 12 años, después de una vida feliz y saludable, lo mejor era dejarla partir. No quería someterla a un proceso traumático”, cuenta. La decisión de dormir a su “hija peluda” no era fácil, pero mayor era el temor de que la operación la llevara a una sobrevida dolorosa.
Otra oportunidad
Dos días después, la pareja volvió a la clínica donde Kira había quedado internada. No había más tiempo para pensar, había que tomar una decisión. Los médicos insistían en que valía la pena la intervención y en que la perra se iba a adaptar bien porque su estado general era bueno. Dalia y Gustavo se acercaron a su fiel amiga y la contemplaron por unos minutos: “Démosle una oportunidad”, disparó él, y Kira reaccionó con un gesto determinante. “Su mirada fue muy especial. Ahí entendí que ella quería dar batalla y que nosotros teníamos que acompañarla”, cuenta Dalia.
Después de la operación vino un largo proceso de aprendizaje. “Nosotros aprendimos a cuidarla y nos adaptamos a sus nuevas necesidades, y ella también se fue adaptando. Al principio se le salía el tubo. Una vez se le fue para adentro y tuvimos que intervenirla. Otra vez se lo comió y decidimos esperar a ver qué pasaba. Una semana después, lo evacuó entero. Hoy convive muy bien con su traqueotomía. Sabe cuándo le toca limpiar el tubo, espera pacientemente sentada y logró hasta poder emitir un sonido-ladrido nuevo”, se entusiasma Dalia.
Kira está a punto de cumplir 14 años. Y aunque la familia tuvo que abandonar las vacaciones en la playa (la perra no puede bañarse como antes), han encontrado alternativas para disfrutar en compañía. Dalia dice estar muy contenta con la decisión: “Muchas personas no saben que existe la traqueotomía para perros o saben pero les da miedo, pero viendo los resultados puedo afirmar que fue una gran opción. Kira sigue siendo la perra alegre y cariñosa de siempre, es el alma de la familia y transita feliz su vejez”.
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